Foreigner (2018) de Carlos Violadé es un cortometraje nominado y premiado en varios certámenes a lo largo del pasado año 2018 y de este pasado 2019. Entre los premios conseguidos destaca el de la Tercera Edición de los Premios Fugaz, a Mejor Dirección de Producción para Violeta Tudela. Está entre los nominados en la categoría de mejor cortometraje de ficción en los prestigiosos Premios Goya. El próximo 25 de enero se desvelará si Violadé y su equipo son los afortunados en llevarse el codiciado cabezón.

En Cinemagavia hemos tenido la oportunidad de entrevistar al director del cortometraje. Nos ha contado cómo surgió el proceso creativo y, posteriormente, las complicaciones técnicas que exigía el libreto. También se ha posicionado sobre el mensaje que quiere transmitir con el cortometraje y un mensaje en contra del racismo, reflexionando con el contenido que hay dentro de su obra audiovisual.

Entrevista a Carlos Violadé

Foto de Filmand

Belén Martín Arija/Cinemagavia: En primer lugar, enhorabuena por el camino recorrido. El cortometraje Foreigner ha despertado gran interés y una muy buena acogida por parte de varios certámenes y festivales. Teniendo en cuenta el grandísimo trabajo de producción a sus espaldas, ¿cómo ha sido el proceso concreto de producción de este corto?

Carlos Violadé: Ha sido un proceso bastante complejo, la verdad. Julio Vergne, como productor, se lo confió a Violeta Tudela, que asumió este gran reto como directora de producción de la película. Me ha impresionado la manera en que Violeta ha sabido conducir el proyecto desde que empezó a trabajar. Cuando ya está realizado el camino, se ve todo más fácil, pero saber trazar ese sendero en la maleza y adelantarse a los muchos contratiempos que tuvimos que sortear es lo que ha hecho que Foreigner salga adelante. 

B.M.A./CG: Los Premios Fugaz y el Festival de Cine de Madrid han sabido reconocer vuestro gran trabajo con el premio a la mejor dirección de producción y estáis nominados a los premios Goya. ¿Cómo habéis enfrentado las dificultades técnicas teniendo en cuenta que parte del corto se desarrolla en agua y a oscuras?

C.V.: La clave ha sido la gran unión que ha habido en el equipo. Rodar en estas condiciones ha supuesto un gran reto para todos y hemos aprendido mucho de esta experiencia.

Cada mañana nos reuníamos todos los departamentos para ver cómo podíamos mejorar y sacar más productividad al rodaje.  Ha sido muy bonito sentir a tantas personas de gran talento dando lo mejor de ellas y tratando de superarse a sí mismas; es algo muy esperanzador. Y todo para poder sacar a la luz una historia como esta.

Foto de Labalanza Producciones

El origen de 'Foreigner'

B.M.A./CG: ¿Cómo se gestó la idea de Foreigner?

C.V.: Fue durante unas vacaciones en la costa de Cádiz con mi familia. Un gran amigo nos invitó a una barbacoa en una preciosa casa frente al mar y luego, fuimos nadando hacia un pequeño barco que tenía varado en medio de una cala. Me habían hablado de lo peligrosas que son las corrientes marinas en esas aguas, pero me dejé llevar y no fui consciente de lo que me podría haber pasado hasta por la noche. 

Después, la historia se desarrolló sola; no podía dormir y me imaginé solo en medio del mar… estaba aterrorizado, no quería morir y pedía ayuda.

Los tiempos de Carlos Violadé

B.M.A./CG: La división del tiempo está muy marcada en el corto. Se incide mucho en cada tiempo y espacio. Sin embargo, el final es arrollador y más breve. ¿Qué se ha tenido en cuenta para elegir este desarrollo narrativo?

C.V.: Lo único que tengo en cuenta a la hora de contar una historia es a la historia en sí, pues yo trato siempre de ponerme totalmente a su servicio. Por eso, no soy yo el que de manera consciente decide los tiempos; digamos que trato de encontrar su pulso para narrarla atendiendo a un ritmo que se va afinando a medida que profundizas en el proceso trabajo. Es en el rodaje y en el montaje donde te das realmente cuenta de si lo que intuías en el guion funciona o no; y entonces tienes una nueva oportunidad para modificar y encontrar el equilibrio que necesita finalmente la historia.

En este caso Foreigner es una película de aventuras que contiene diversas historias dentro de ella y había que dejarse llevar para contarla y encontrar esa sensación. Lo que le ocurre a nuestro protagonista inglés en su primer día de vacaciones le hace perder el control de su vida y eso le lleva a experimentar una montaña rusa de sensaciones que nunca hubiera imaginado.

Foto de Labalanza Producciones

La vertiente social de 'Foreigner'

B.M.A./CG: La trama de Foreigner es sorprendente porque el giro de guion convierte una historia en otra muy diferente a lo que cabe esperar. ¿Se trata de un juego narrativo o más bien era una forma de sacudir al espectador para que empatizara con los personajes?

C.V.: Foreigner trata de que nos liberemos de los prejuicios que hay establecidos en nuestra sociedad y, para ello, había que contarla sin emitir ningún juicio. Para mí es una aventura que nos sacude de un lado a otro para situarnos en un lugar límite e inesperado desde donde poder mirar el mundo de una manera limpia, libre y conectada con nuestra verdadera humanidad. Siento que desde ahí cualquier ser humano es capaz de ponerse en el lugar del otro.

B.M.A./CG: Desde la vertiente social, ¿Foreigner es una denuncia de la realidad migratoria que viven las costas españolas o debe interpretarse como la escenificación de la dualidad existente entre migrantes y turistas, ambos extranjeros?

C.V.: Pretende hacer reflexionar sobre el verdadero significado de la palabra extranjero en un mundo donde cada vez surgen más fronteras. Todos somos extranjeros, pero dependiendo de en qué lado de la frontera te encuentres, serás llamado turista o inmigrante.

Foto de Labalanza Producciones

El pensamiento migratorio de Carlos Violadé

B.M.A./CG: Tomando la perspectiva de la denuncia, ¿la sociedad es hipócrita al aceptar a unos y rechazar a los otros? ¿Puede ser considerado negativo el auge de alguno de los dos fenómenos ya sea migración o turismo desmesurado?

C.V.: Creo que los seres humanos, como especie, estamos bastante desorientados. No tenemos memoria a largo plazo que nos haga aprender de errores del pasado ni tampoco actuamos pensando en un futuro que no sea inmediato. Por eso siento que, por lo general, somos bastante inconscientes y no nos damos cuenta de lo que realmente ocurre a nuestro lado.

Sin embargo, al mismo tiempo, todas las personas tenemos una parte de nuestra conciencia que sabe perfectamente qué es lo verdaderamente importante en la vida. Aunque no siempre sea fácil de reconocer o de admitir, parece que esa sabiduría interior la mantenemos la mayoría del tiempo oculta entre tantas distracciones y estímulos que recibimos, y es solo en los momentos clave de nuestras vidas -lo que llamamos “golpes de realidad”- cuando dejamos que salga a la luz. Para mí, esa es la verdadera humanidad aunque, al permanecer dormida, paradójicamente,  nos convierte en “seres menos humanos”.

Foto de Jorge Caracuel

Respecto al turismo y a la migración, es necesario encontrar un equilibrio razonable, pero para encontrarlo hace falta detenerse a pensar y entender ambos fenómenos de verdad. En nuestro caso, tenemos la “suerte” de estar en la posición del turista y nos cuesta mucho ponernos en la piel del migrante.

Creo que no es bueno idealizar ni demonizar, pero lo que me parece urgente, antes de pararnos a hacer cualquier ejercicio de este tipo, es impedir que, mientras tanto, mueran más personas en el mar.

Puedes leer la crítica de Foreigner, cortometraje dirigido por Carlos Violadé, pulsando aquí.

La entrevista puedes leerla en FanCine Jurásico.

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