Chuck Steel: Night of the Trampires (2018) es una de esas películas que consiguen una segunda vida gracias a estrenarse (y con una notable promoción, no en el cajón de novedades) en plataformas de VOD, más en concreto, en Prime Video. El pequeño fenómeno que ha cosechado la película ha sido en gran medida por ser una película pasada de rosca y con unas intenciones muy claras: entretener de la manera más gamberra posible, mediante una animación inspirada en la plastilina. La película, por cierto, había pasado por el festival de Sitges de dicho año, pero es ahora cuando está gozando de una nueva vida gracias a los nuevos canales de distribución.
Crítica de 'Chuck Steel: Night of the Trampires'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Chuck Steel: Night of the Trampires
Título original: Chuck Steel: Night of the Trampires
Reparto:
Año: 2018
Duración: 89 min.
País: Reino Unido
Director: Michael Mort
Guion: Michael Mort
Fotografía: Laura Howie
Música: Joris de Man
Género: Animación
Distribuidor:
Tráiler de 'Chuck Steel: Night of the Trampires'
Sinopsis
Es 1986 y Chuck Steel es el mejor policía del cuerpo. Una serie de desapariciones ponen a la policía en alerta, hasta que una de las víctimas se escapa y Chuck es el encargado de interrogarla. Pero esta víctima resulta ser un viejo trastornado que le dice que la ciudad sufre el azote del Trampire, un híbrido de vampiro y vagabundo.
Dónde se puede ver la película en streaming
Pasada de Rosca
Para que el lector se haga una idea, la película tiene bastantes semejanzas con Team America. Ambas comparten un tono satírico y al estar animadas aprovechan las posibilidades que este medio les permite para enseñar una gran cantidad de escenas que obviamente no podrían ser posibles con actores reales (persecuciones imposibles, escenas de acción hiperbólicas, monstruos de todos tipos etc..). Si es verdad que mientras Team America también aprovechaba el guion para realizar una crítica al sistema político estadunidense así como su intervencionismo extranjero, en Chuck Steel: Night of the Trampires no pasamos del mero entretenimiento y un mal entendimiento de lo políticamente incorrecto.
Buddy Movie sin ser Buddy Movie
Chuck Steel: Night of the Trampires, que sigue sin dudarlo los caminos de las Buddy Movies de los años ochenta y noventa, nos presenta a un personaje totalmente oligofrénico como es Chuck Steel, un policía gratamente estereotipado que es capaz de todo. Chuck Steel: Night of the Trampires, utiliza todos los troppos del subgénero (la incompatibilidad del protagonista con otros policías, el inspector cansado de los métodos violentos de Chuck y que le gritonea continuamente cuando este la fastidia, la fachada con la que Chuck pretende tapar sus propios traumas...) para exagerarlos y jugar con ellos. No hay mucho más en este sentido, sino que el guion aprovecha esta tópica estructura para aderezar la película con una gran cantidad de cafradas, entre las que se esconden desde vampiros borrachos hasta políticos Reptiloides.
Una buena animación
A pesar de no ser una película con un gran presupuesto detrás, Chuck Steel: Night of the Trampires cuenta con una buena animación, que es quizá una de las grandes bazas de la película. Brilla especialmente el filme durante las secuencias de acción, donde la película demuestra una notable factura. Mención especial merece el último tramo de la cinta, donde si el espectador es capaz de desconectar el cerebro, podrá disfrutar de una buena ensalada de tiros propia de las mejores películas de acción de los años noventa, cine del que es totalmente deudor el filme, como ya comentábamos anteriormente.
Es cierto que Chuck Steel: Night of the Trampires incluye una trama fantástica, algo poco común en las cintas de acción, pero le ayuda a incrementar ese tipo de delirio que busca la película.
Conclusión de 'Chuck Steel: Night of the Trampires'
Sin ser ninguna revolución, Chuck Steel: Night of the Trampires es una refrescante película, hecha para tiempos de verano como este, donde a veces es necesario tomarse un respiro y dejarse llevar por una película pasada de vueltas que lo único que quiere es entretener al espectador al más puro estilo de las películas de acción de los años noventa.
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