El pasado 21 de junio se estrenó Clitemnestra en el Teatro Bellas Artes de Madrid, en el marco de la celebración del Festival de Teatro Clásico de Mérida de 2023. Esta obra escrita y dirigida por José María del Castillo, cuenta con el protagonismo de Cristina Castaño, quién se mete en la piel del famoso personaje clásico. Volverá a los escenarios el 27 de julio en Murallas Reales de Ceuta. Después, se representará en el 69 Festival Internacional de Teatro de Mérida el 29 de julio, en el Teatro María Luisa. También se ha confirmado fechas el 2 y 4 de agosto, el 6 de octubre y el 4 de noviembre en distintas ciudades españolas.



Estreno de Clitemnestra

Crítica de 'Clitemnestra'

Ficha Técnica

Título: Clitemnestra
Título original: Clitemnestra

Reparto:
Cristina Castaño
Ángeles Rusó
Camino Miñana
Daniel Moreno
Benjamín Leiva
Sonia Franco

Duración: 85 min. apróx.
Dirección: José María del Castillo
Dramaturgia: José María del Castillo
Música original: Alejandro Cruz Benavides
Coreografía:
Benjamín Leiva
Ayudante de dirección:
Gonzalo Calleja
Vestuario:
Mariani Marquerie
Escenografía:
Alejandro Arce
Iluminación y sonido:
Miguel Guirao/ Rafael Gambra
Asesoría dramaturgia:
Eva Rodríguez
Cartelería:
Sweet Media
Fotografía:
Sweet Media/ Diego Conesa/ Iván Jiménez/ Francisco Vinal Abad/ Tere Ruiz de Lopera
Producción:
María Eugenia Vaquera/ Antonio Maestre
Producción: Coribante Producciones

Tráiler de 'Clitemnestra'

Sinopsis de 'Clitemnestra'

Clitemnestra nos muestra la revisión del mito clásico huyendo de la tradición machista de la historia. Rescatamos a una mujer víctima de una sociedad consolidad por y para los hombres, una mujer rebelde con el sistema, adelantada a su tiempo y tildada, por tanto, de cruel y perversa a ojos de los hombres.

La obra da voz a esta mujer que nos relatará en primera persona su mundo, sus pasiones, sus fracasos y sus triunfos. Un recorrido a través de la vida de Clitemnestra pasando por los momentos más relevantes de su historia: su matrimonio con Agamenón, el sacrificio de su hija Ifigenia, el romance con Egisto, la Guerra de Troya o la relación con su hija Electra.

A través de la danza y la música, con especial importancia del flamenco, y la interpretación como eje, daremos voz y vida a esta fascinante mujer, respaldada por una estructura de coro clásico reformulado y una puesta en escena que busca la multidisciplinariedad como vehículo para llegar al público actual. La figura de la mujer en la historia... ¿cuánto ha cambiado y en qué lugar nos posiciona su forma de vida? (CORIBANTE). 



Clitemnestra
Foto de Diego Conesa Photo

Una versión distinta

José María del Castillo ahonda en la figura de Clitemnestra con una obra que lleva su propio nombre, buscando una perspectiva más en consonancia con el feminismo de la sociedad actual. Por tanto, apuesta por el estilo de revisión de figuras históricas para exponer la importancia en la lucha histórica de la mujer. A pesar de ser una idea de plena actualidad y que se siente moderna, se comprueba que se halla un problema de base: el libreto. El principal conflicto es una saturación constante y excesiva de querer remarcar con casi obsesión que la mala fama de la reina se debe meramente al hecho de “ser mujer”. Cuando en una obra se da demasiado mascado el mensaje o lo que se busca extraer, da una sensación de no confiar en la inteligencia de los espectadores.

En consecuencia, se valora la reimaginación que se desea hacer de la madre de Electra e Ifigenia, pero no llega a buen puerto, quedándose en una superficie más cercana al teatro de panfleto. Una oportunidad que se podría haber aprovechado, pero se pierde en buscar una incisiva empatía feminista. No logra exponer la vida de una mujer que, posiblemente, se le hubiera podido dar una vuelta de tuerca a sus actos. La justificación de cada una de las escenas se queda en una simpleza que termina por jugar en su contra. A ello se unen pasajes, como la escena sobre el sexo, que no tienen ningún sentido ni cohesión con lo que se ve sobre las tablas. Es más, en relación a esta escena, se dejó un ambiente incómodo, no se comprendía en absoluto. Una dramaturgia fallida, que le pasa factura esa necesidad de querer ser moderna a toda costa.

Coribante
Foto de Diego Conesa Photo

Cristina Castaño, una maravilla

Uno de los motivos por los que merece la pena acercarse a Clitemnestra es la gran interpretación de Cristina Castaño. La actriz parece haber nacido para dar vida a esta mujer, ofreciendo una labor en la que se deja el cuerpo y el alma. Por un lado, su corporalidad y su gestualidad es exquisita, dando cabida a su emoción desde una vulnerabilidad excelsa. Asimismo, se acompaña de una presencia escénica que invade el patio de butacas, coronándose como reina, no solo como su personaje, sino de la propia obra. Con lo cual, se puede decir sin problema que su interpretación es lo mejor que hay en el montaje. Después, la contundencia, la firmeza, esa energía arrolladora culminan su trabajo. También hay que añadir el uso de su voz, tanto cantada como hablada, siendo un placer oírla en todos los sentidos. Gracias a Castaño, logra que el espectáculo suba de nivel.

Junto a Castaño se presenta un elenco formado por actores multidisciplinares, que no solo desarrollan su labor dramática, sino que desempeñan también el menester de la danza. En primer lugar, Camino Miñana destaca en aquellas escenas más distendidas, así como su participación como Electra, siendo una actuación bien planteada. Después, Daniel Moreno y Ángeles Rusó cumplen con lo que se les demanda. Benjamín Leiva es visualmente atractivo, pero no logra dar mayor enjundia a su trabajo como bailarín y actor. Por último, Sonia Franco se encuentra cómoda, con una actuación más que plausible. Únicamente, a nivel corporal podría cuidarse más la coordinación, así como el gesto que no siempre es limpio. Se ve las ganas y el espíritu con el que afrontan este montaje, pero todavía deben seguir mejorando la cohesión como equipo.

Coribante
Foto de Diego Conesa Photo

Todos los recursos disponibles

No se puede negar que Clitemnestra tiene todos los recursos para convertirse en una obra de alto nivel, dado que se ve que producción no le falta. Música, decorado, vestuario, a Cristina Castaño... Sin embargo, no se aprovecha de tal forma que se saque partido. Para empezar, la combinación de estilos artísticos, así como de la danza y el flamenco, no consiguen transmitir ningún significado, ni artísticamente ni emocionalmente, pareciendo más un pegote que un montaje multidisciplinar. En consecuencia, las escenas de baile acaban por perder todo el fuelle, siendo un entretenimiento pasajero y sin motivación detrás. Luego, la estructura y el orden de las escenas acaba por ser reiterativo, hay una excesiva linealidad en cómo se presenta, algo que llama la atención por toda la floritura a su alrededor.

La música y la escenografía son dos de los aspectos que mejor se degustan, con una composición sobria y majestuosa en varios momentos. Sobre la banda sonora, se podría incluso haberse potenciado más esa parte instrumental, sirviendo de acompañamiento de calidad, mejorando lo que se está viendo sobre las tablas. También se aplaude la labor del vestuario de Cristina Castaño, no sucediéndose así con el resto de personajes, que quedan algo desangelados en varios momentos de la pieza. Por otra parte, el ritmo termina por hacer aguas al no encontrar su razón, su personalidad y dejarse llevar ante una riada inconexa que desemboca en un sinsentido estético, artístico y visual. La danza, la cual podría ser un auténtico vehículo de pasión, se queda a medio gas, se suceden números de flamenco porque sí. Una vez se termina, deja un poso amargo de lo que pudo ser y no fue.

Clitemnestra
Foto de Diego Conesa Photo

Conclusión

Clitemnestra parte de una idea interesante, que no logra llegar a buen puerto. El libreto se pierde en su excesiva reiteración de ser una obra feminista y no explora ni los matices ni profundiza en la figura a la que hace honor esta pieza. Por ende, se queda en un panfleto. No obstante, Cristina Castaño da lo mejor de sí, con una interpretación soberbia, maravillosa, es lo mejor de la obra. Chapó, ha nacido para este papel. Por otra parte, la puesta en escena se mueve en un conglomerado inconexo, que no saca partido a sus posibilidades y deja una sensación desangelada, confusa y sin sentido. La revisión de una figura clásica que se pierde en ese proceso de actualización forzado.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
clitemnestra-critica-teatroParte de una idea interesante, que no logra llegar a buen puerto. El libreto se pierde en su excesiva reiteración de ser una obra feminista y no explora ni los matices ni profundiza en la figura a la que hace honor esta pieza. Por ende, se queda en un panfleto. No obstante, Cristina Castaño da lo mejor de sí, con una interpretación soberbia, maravillosa, es lo mejor de la obra. Chapó, ha nacido para este papel. Por otra parte, la puesta en escena se mueve en un conglomerado inconexo, que no saca partido a sus posibilidades y deja una sensación desangelada, confusa y sin sentido. La revisión de una figura clásica que se pierde en ese proceso de actualización forzado.

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