"Conectad@s": Disfrutar, sentir y vivir

– Marta busca una persona que no esté traumatizada (no demasiado)

– Carlos tiene dos camisetas para sus citas: la de Juego de Tronos y la de Star Wars (¿Están limpias?)

– Verónica quiere una pareja de verdad (¿Queda alguna?)

– Martín es un artista, un bohemio, un ser especial (Un pesado)

– Ruth cree que todxs son inmadurxs, ella está bien (con antidepresivos, pero bien)

– Iván fue abandonado por su novia y se encuentra perfectamente (bueno, no)

Todos buscan el amor, todos van a tener una primera cita ¿Qué puede salir mal? ¡Descúbrelo en Conectados! (TEATRO ESPAÑOL). 

Sin género

Las aplicaciones de ligar se han convertido en el nuevo gurú de las relaciones sentimentales. A raíz de la explosión de la sociedad en red, cada vez se hace más complicado comenzar a entablar una nueva relación fuera del teléfono móvil. Por tanto, no es extraño que Conectados se ambiente en ese universo cibernético, donde los likes, matchs y biografías se convierte en el pan de cada día. José Ignacio Tofé utiliza este recurso para mostrar algunas de las carencias que adornan estos espacios en los que abunda el postureo más férreo. Así, cada uno de los personajes se plantea tras de sí distintos traumas, en mayor o menor grado, que interrumpen sus citas de ensueño. En ese sentido, se agradece que haya un planteamiento que vaya más allá de la comedia más accesible.

También se une el tratamiento del género, donde todos los personajes se relacionan entre sí, sin importar si son homosexuales, heterosexuales, bisexuales, sino que, simplemente, se muestran las diferencias que hay entre ellos. Por tanto, a través de ese ambiente distendido, se da total naturalidad a la diversidad, siendo una utopía que ojalá se pudiera ver en la rutina real. Aun así, se agradece que no se ponga el foco en la sexualidad, sino que se viva de forma muy orgánica. La obra se basa, principalmente, en hacerlo pasar bien, reírse de aquellos tópicos que unen a los asistentes y proclamar un mensaje sobre la necesidad de aceptación personal y progreso vital. Aun así, podría no satisfacer a aquellos espectadores que busquen una historia que vaya mucho más allá, dado que esta propuesta obtiene su sello de identidad en la frescura y ligereza que ofrece.

El mundo de las redes

De tiempo a esta parte, los influencers se han convertido en aliados del mundo de la cultura, participando como actores o intérpretes en diversos proyectos artísticos. En Conectados se presentan distintos rostros que son conocidos por su labor en redes sociales. Polémicas aparte, la elección, en este caso, se justifica, al asociarse fácilmente su imagen a este tipo de contexto. En primer lugar, Bertus realiza un trabajo donde predomina ese aire nerd, que se combina a la perfección con la personalidad de su personaje. Consigue ofrecer una interpretación solvente y verosímil. Después, Celia Castle, la cual, en su afán de dar esa pizca de acidez, apuesta más por la exageración en la gestualidad y en el lenguaje expresivo facial. Así, revela una comedia más física. Por su lado, Iosu Martínez logra hacer suyo el personaje y darle su propio sello de identidad, que funciona en escena.

Natalia G. Santamaría interpreta de una manera metódica, conoce el espacio e interactúa de una manera más que positiva con los distintos elementos de la propuesta. Sin embargo, en esa contención, a veces desemboca en una falta de soltura en alguna escena. Es decir, se echa en falta que transmita la irreverencia del disparate de una forma más liviana. Destaca por su profesionalidad, donde solo necesita aprovechar la oportunidad de soltarse. Después, Gakian se come el escenario, se encuentra totalmente en su salsa y saca partido al máximo a su personaje. Durante las distintas partes se ve cómo disfruta y eso hace que se expanda al patio de butacas. Para terminar, Chim comienza desde un trabajo menos contundente, pero no tarda en explorar una cotidianidad que conecta rápidamente con los asistentes. Además, no hay inconveniente que se le resista, resolviendo en todo momento con gracia y diversión.

Like y match

Uno de los aspectos que más aprovecha las producciones de Opción Teatral Producciones es la convergencia entre audiovisual y teatral. En Conectados hay una buena gestión entre los dos lenguajes, lo que hace que las transiciones entre las diferentes historias recojan ese aire a “Camera Café”, pero manteniendo el sello propio de lo teatral. Gracias a ello, el montaje adquiere un dinamismo que encaja a la perfección con el tono de la obra, así como la expansión de distintos espacios para dar una envergadura mayor a lo espacial. La duración de cada cita es apropiada, dado que no se alargan en su cometido. De esta manera, evita que haya un aletargamiento de la acción y culmine sin problemas en su procedimiento. Una obra distendida que mantiene su esencia en este parámetro.

Hay alguna interacción con el público, rompiendo momentáneamente la cuarta pared, lo que facilita una mayor conexión con los espectadores. Además, el movimiento no se produce únicamente en el espacio teatral, sino que se abre a distintas partes de la sala, siendo una estrategia acertada. No es fácil dirigir y dar espacio a un elenco de tantos actores, pero hay que destacar que Víctor Páez ha sabido hacerlo de una manera efectiva. Por último, el diseño de los visuales que se utilizan en la obra siguen una estética muy definida, que encaja dentro del imaginario de la generación Z, que impera actualmente en la sociedad. Por ende, hay que aceptar que es una obra con la que sentirán más identificados los de esta generación, a pesar de tener ciertos guiños universales. En consecuencia, el desempeño técnico podría no ser suficiente para todos los públicos.

Conclusión

Conectados es una obra para divertirse, que celebra la vida y el amor en sus distintas variantes. Con lo cual, logra una confluencia de historias ligeras y frescas, donde su mayor virtud es la naturalidad con la que trata la diversidad sexual. Además, se acompaña de un elenco muy reconocido para la generación en red, como Gakian o Bertus. Su labor es notable, a pesar de haber algunos intérpretes que podrían mejorar en su trabajo artístico. Por otro lado, la propuesta escénica sigue en consonancia con esa imagen jovial y en torno a las redes sociales, con un ritmo dinámico. Las flechas del amor vienen y van a través de una obra jovial, disfrutable y que deja una sensación agradable.

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