Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) dirigida por Jon M. Chuestá basada en la exitosa novela de Kevin Kwan (2013) que dio lugar a toda una trilogía acerca de esas increíbles fortunas que se han amasado en Asia. Los otros dos libros prometen no menos divertidos y estúpidamente millonarios episodios: “La loca novia millonaria “,”Problemas de la gente Rica”. Todavía no tenemos fecha de estreno en España.



Crazy Rich Asians

Crítica de Crazy Rich Asians (Locamente millonarios)

Ficha Técnica

Título: Crazy Rich Asians (Locamente millonarios)
Título original: Crazy Rich Asians

Reparto:
Constance Wu (Rachel Chu)
Michelle Yeoh (Eleanor Young)
Henry Golding (Nick Young)
Gemma Chan (Astrid Young Teo)
Awkwafina (Peik Lin Goh)
Chris Pang (Colin Khoo)
Sonoya Mizuno (Araminta Lee)
Jing Lusi (Amanda Ling)
Pierre Png (Michael Teo)
Fiona Xie (Kitty Pong)
Kheng Hua Tan (Kerry Chu)
Harry Shum Jr. (Charlie Wu)
Ken Jeong (Wye Mun Goh)
Jimmy O. Yang (Bernard Tai)
Nico Santos (Oliver T'sien)
Amy Cheng (Jacqueline Ling)
Selena Tan (Alix Young)
Janice Koh (Felicity Young)
Karanbir Hundal (Personal del aeropuerto / taxista)

Año: 2018
Duración: 120 min.
País: Estados Unidos
Director: Jon M. Chu
Guion: Pete Chiarelli, Adele Lim (Novela: Kevin Kwan)
Fotografía: Vanja Cernjul
Música: Brian Tyler
Género: Comedia romántica
Distribuidor: Warner Bros Pictures España

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Sinopsis

La historia relata el viaje que Rachel Chu (Constance Wu) hace de Nueva York a Singapur, para acompañar a su novio, Nick Young (Henry Golding ), a la boda de su mejor amigo. Rachel está emocionada por viajar por primera vez a Asia, pero también está nerviosa porque conocerá a la familia de Nick... y se siente poco preparada cuando él le confiesa que olvidó mencionar pequeños detalles sobre su origen: resulta que Nick no es solamente el heredero de la fortuna de la familia más poderosa y millonaria de Singapur, sino también es el soltero más codiciado de la región.

Ir del brazo de Nick la convierte en el blanco de la furia de mujeres celosas que desaprueban la relación; pero la peor es la madre de Nick (Michelle Yeoh ). Y cada vez queda más claro que si bien el dinero no puede comprar el amor verdadero, sí puede complicar mucho las cosas. (Warner Bros Pictures España)

Dónde se puede ver la película



Situemos la acción

Rachel Chu (Constance Wu) es una chica neoyorkina, quien como muchos otros hijos de inmigrantes, jamás ha estado en la tierra de sus antepasados. Rachel tiene un novio: Nick Young (Henry Golding ) desde hace mucho tiempo y cuando él le propone que lo acompañe a Singapur a la boda de un amigo, Rachel tiene una idea muy diferente de qué es lo que va a descubrir cuando realicen ese viaje. Asustada por enfrentarse por primera vez con la familia de su novio, Rachel lleva un montón de expectativas, las cuales no precisamente van a resultar, ciertas.

En primera porque por más que “lidiar con la suegra” (Michelle Yeoh) sea una negra leyenda urbana, ella jamás imaginó lo que iba a encontrar…

Una de las cosillas “sin importancia” que Nick se “olvidó” de mencionar a su novia es el hecho de que su familia es pornográficamente rica, y obvio, él es un trofeo para cualquiera de las jóvenes casaderas de… bueno, media Asia.

Nueva historia de Cenicienta

Qué puede ser más usado dentro del género del romance, ya sea cinematográfico, literario o televisivo que la historia de la Cenicienta? Nada. Así que pensar en una cinta de romance cenicientesco a estas alturas pudiera resultar algo que produciría un sopor espectacular.

Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) da una vuelta maravillosa y espectacular a todas las preconcepciones de esto.

Por qué? Porque no es nada “Nuevo bajo el sol”,  y sin embargo funciona maravillosamente.

Tenemos a  Rachel (Constance Wu) una protagónica adorable, inteligente, preparada (da clases de economía en la universidad) buena, trabajadora, con una belleza completamente con los pies en la tierra y que además no duda ni cinco minutos en saber apreciar la buena mesa! Qué más se puede pedir?

Rachel es novia de Nick (Henry Golding ) un chico simpático, guapo, ejecutivo, quien  siempre acaba comiéndose el postre de Rachel cuando van a cenar, y  quien aparentemente tiene una vida normal. Rachel y Nick han sido pareja por más de un año, pero él no le ha revelado el pequeño secretillo de que es una especie de príncipe heredero de Singapur y sus alrededores, aunque  al convencer a Rachel de acompañarlo a la boda de su amigo el secreto es revelado, dejando a Rachel un poco en shock; pero lo toma con inteligencia. Realmente  lo más importante no son los millones de Nick, sino que lo ama.

Crazy Rich Asians

Aquí subyace uno de los secretos encantadores de la trama: esta “Cenicienta revisitada” toma sus nutrientes del melodrama básico. Pero con certeza y juicio, los adapta a una fase menos “sufrida” y más racional: en lugar de sufrir hay que luchar y si se tiene que ganar, aceptar graciosamente la victoria.

Para ello toma a sus personajes femeninos y los coloca en una arena nueva, donde el juego es ganar en la integración que los tiempos exigen; se sea  hombre o mujer. Hay que conciliar entre amor, familia, tradición y modernidad.

De esta forma se redefinen las características de los personajes, en especial de las mujeres y se les hace entrar en un nuevo escenario; la historia del mundo real se integra a los mundos ficticios: nuevas necesidades y nuevas actitudes son requeridas para poder afrontar esos retos y estos personajes los poseen.

Una película con mucho glam

Jon M. Chu sabe que su público primario es femenino y sabiamente hace que Nick sea lo suficientemente seductor y atractivo (sin ser letal) no solo basta ser estúpidamente multimillonario como para llamar la atención, hay que ser sencillo, discreto y sensible (además de aparecer sin camisa) pero más allá, Nick es un prototipo del hombre seductor actual, es un hombre con sentimientos; es leal y puede llegar a confrontar a su misma abuela y madre por amor a Rachel.

Hemos visto por décadas, de una forma u otra, como las vidas de los super ricos/poderosos/famosos son puestas en la vitrina de los shows televisivos, pero esos son shows. Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) posee todo el glam, el derroche y el lujo que sabemos que existe, pero lo nutre con un elemento indispensable, la escena del sentimiento humano: el amor, el apego a la tradición, la alegría, la decepción, y la intolerancia. Entonces aunque no todas las audiencias del mundo tengan millones y millones de dólares/euros/libras y jamás puedan costear una fiesta dada en la terraza superior de algún edificio decadéntemente esplendoroso, todos tienen sentimientos. Por eso se relacionan con los personajes.

Crazy Rich Asians

Indudablemente Chu dirige la cinta haciendo brillar con todos los elementos de lo más sofisticado del glam las locaciones son fastuosas, las joyas, el vestuario, pero sobre todo la descripción gráfica de las comidas y tradiciones de Singapur, (cuando visitan el único mercado de comida popular que ha ganado estrellas Michelin dicen en la película)  con eso se nos hace agua la boca imaginando los sabores pero más allá, fundamentalmente está el hecho cierto de que alrededor de la mesa (y el compartir la comida) se fundamenta un pilar de la socialización: comida, tradición y cultura fluyen siempre alrededor de una mesa.

Especial fuerza en todos sus personajes femeninos

Obvio está decir que pone especial fuerza en todos sus personajes femeninos; no solo Rachel, sino la magnífica Eleanor como la suegra glacial y la multimillonaria pero frágil. Astrid, haciendo que más allá del dinero y el poder el relato sea de amores, familia y lucha. Una competencia que todos pueden vivir.

Y en especial hay que mencionar la actuación de la experimentada Yeoh como Eleanor donde a cada paso ni siquiera necesita decir nada, su sola actitud como muralla de hierro podría helar el corazón de la reina de las nieves. No es simplemente  oponerse  económicamente. es confrontar  dos mundos diferentes sobre la concepción de “ser” en occidente se pone empeño en seguir la pasión de lograr “ser”, en Oriente en que ese “ser”  perdure … y aparentemente no hay conciliación posible. Sin embargo  la justificación  de Eleanor se da de una manera directa y lógica cuando se debe de dar y el personaje se redime en una victoria poética.

Por el otro lado de la historia de cuento de hadas también está la parte real y un tanto tenebrosa y esta le toca a la atribulada Astrid (Gemma Chan) quien se atrevió a desafiar las reglas del poder y se casó con un hombre que no tenía nada. Y aunque ella es prácticamente una princesa y un ángel de bondad, hay abismos que son imposibles de surcar cuando el amor comienza a flaquear.

Crazy Rich Asians

Finalmente hay otras dos mujeres vitales para completar el cuadro: La mejor amiga de Rachel: Peik Lin (Awkwafina) que es el otro lado del espejo de la protagonista; fue una estudiante que regresó a Singapur después de sus estudios (y cuya familia posee todos los excesos de los nuevos ricos “contaminados” por la influencia “Occidental”) que realiza ese gancho de comunicación entre lo “oriental y lo occidental” dando el descanso cómico de una manera natural.

La madre de Rachel, (Hua) una mujer humilde, que emigró de China y que a base de trabajo dio a su hija un porvenir diferente al suyo y que la ha criado inserta en occidente con algunas raíces en su nacionalidad. (Rachel habla algo de su lengua materna y sabe de algunos juegos de estrategia ancestrales)

Reivindicación étnica y nostalgia a otras épocas

El siguiente aspecto para mencionar  en el que Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) se coloca en el plano de actualidad candente es su reivindicación étnica. En un periodo donde el cine hollywoodense ha volteado a ver a las “minorías”; ya lo hicieron con los afroamericanos, los gays y los latinos, ahora da otra mirada a las comunidades asiáticas que han poblado ya Norteamérica y Canadá, esta ventana y la interculturalidad renuevan a Cenicienta de manera increíble, sobre todo cuando con integridad absoluta Rachel concientiza sobre su identidad como  hija de inmigrantes, nacida en Estados Unidos.

Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) posee también una vena irrefutable de nostalgia, la nostalgia de la tierra de la que se emigró, y nostalgia de ese lujo de la época de las grandes producciones cinematográficas, con elaboradas coreografías y movimientos de cámara donde cada detalle de la magnificencia quepa.

Chu hace tomas de grandes fiestas, grandes decorados nupciales, grandes edificios, grandes panoramas de Singapur y los combina con un toque de los gloriosos años veinte; de repente no hubiera sido nada raro entrar a una gran escena de musical. (No. No hay ningún protagonista que cante) aunque sí que hay un soundtrack realmente bueno.

Conclusión de Crazy Rich Asians (Locamente millonarios)

Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) es una divertida y excéntrica muestra perfectamente sincronizada con la actualidad de que la historia de amor es primordial para ofrecer una película que enganche a las audiencias, no importa si es “Cenicienta a estilo del siglo XXI”. Dándole la vuelta adecuada en el tratamiento a la historia, respondiendo a lo que el público pide, empoderando personajes y sirviendo de escaparate para conocer culturas y formas de pensar, siempre será válida.

Si además se le viste con lujo, nostalgia, comedia, cantidades idílicas de poder y la intriga suficiente, donde más allá del dinero los sentimientos sean la arena de conflicto, va a atrapar al público.

A pesar de todo; mientras más cambian las cosas, más siguen siendo las mismas en el fondo.

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