Crímenes del futuro es la nueva perturbadora y retorcida película nacida de una mente como la de Cronenberg. Tras su paso por el Festival de Cannes esta historia protagonizada por Viggo Mortensen y Léa Seydoux llega a los cines españoles el próximo 23 de septiembre. Además, David Cronenberg está por recibir el Premio Donostia de la 70ª edición del Festival de Sebastián, un galardón que pretende reconocer su singular carrera. La cita tendrá lugar el próximo 21 de septiembre en el Teatro Victoria Eugenia, tras ello se proyectará su película Crímenes del futuro. AQUÍ puedes leer otra crítica de la película realizada por Cinemagavia
Crítica de 'Crímenes del futuro'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Crímenes del futuro
Título original: Crimes of the future
Reparto:
Viggo Mortensen (Saul Tenser)
Léa Seydoux (Caprice)
Kristen Stewart (Timlin)
Scott Speedman (Lang Dotrice)
Welket Bungué (Cope)
Don McKellar (Wippet)
Lihi Kornowski (Djuna)
Tanaya Beatty (Berst)
Nadia Litz (Router)
Yorgos Pirpassopoulos (Dr. Nasatir)
Denise Capezza (Odile)
Ephie Kantza (Adrienne Berceau)
Jason Bitter (Tarr)
Año: 2022
Duración: 107 min.
País: Canadá
Director: David Cronenberg
Guion: David Cronenberg
Fotografía: Douglas Koch
Música: Howard Shore
Género: Ciencia ficción. Fantástico
Distribuidor: VerCine
Tráiler de 'Crímenes del futuro'
Sinopsis de 'Crímenes del futuro'
A medida que la especie humana se adapta a un entorno sintético, el cuerpo sufre nuevas transformaciones y mutaciones. Saul Tenser (Viggo Mortensen), célebre artista de performance, muestra públicamente la metamorfosis de sus órganos en actuaciones vanguardistas con su compañera Caprice (Léa Seydoux). Timlin (Kristen Stewart), una investigadora del Registro Nacional de Órganos, sigue obsesivamente sus movimientos. Es entonces cuando un grupo misterioso aparece: desean aprovechar la fama de Saul para revelar al mundo la próxima etapa de la evolución humana. (VerCine)
Dónde se puede ver la película en streaming
El regreso al body horror
Tras Maps to the Stars, el retorcido director de memorables obras como La Mosca o Inseparables hace viajar a su audiencia en el tiempo. Crímenes del futuro nos presenta un momento en el que el cuerpo humano ha aprendido a no sufrir ningún tipo de dolor, a excepción de una nueva clase de humanos capaces de crear nuevos órganos.
Todo ello desencadena un mundo de espectáculo carnal en un mar de bisturís, vísceras y al parecer mucho placer donde el horror biológico vuelve a ser el centro de atención para el director canadiense. La naturaleza visceral de la película alejará a muchos de los espectadores que pretendan acercarse por primera vez a este director. Sin embargo, es un reclamo al que ya nos tiene acostumbrados con su filmografía, y, por lo tanto, no debe ser motivo de alarma o sorpresa.
El body horror será un regalo para los amantes de la temática que acudan a la nueva obra de Cronenberg quien promete con ella una reflexión. Disecciona la mente de estos espectadores, que, aun sobredimensionándolo, reciben algún tipo de satisfacción, es decir placer, al acudir a tramas donde las mutaciones y la visceralidad de la propia carne asusta, pero atrae a la vez.
De manera inexplicable, Cronenberg trata de dar sentido a las razones por la que nosotros, los espectadores, nos sentamos voluntariamente a ver un cine retorcido, un espectáculo que vive de las vísceras y la sangre buscando algo que nos llene y satisfaga, a veces incluso atraídos involuntariamente por este tipo de historias.
El bisturí es la nueva pluma
Más allá de toda lectura superflua del placer por el body horror y de dar un sentido racional a ese instinto que nos conduce a satisfacer nuestra mente con estas historias. Crímenes del futuro plantea una visión mucho más interesante, la expresión del artista. Según el universo planteado por Cronenberg, la clase de seres humanos que son capaces de generar nuevos órganos son vistos como artistas. Todo ello se produce por instinto de su propio organismo, que a posteriori sirve para ofrecer toda una performance ante un público sediento de placer.
En el proceso de la performance intervienen dos personas, los denominados artistas de la performance, uno de ellos el que crea los órganos mientras que el otro el que los extirpa. O por denominarlo de otra forma, el guionista y el director. El guionista es esa persona con una mente con la capacidad de generar nuevas ideas y de darle forma, casi instintivamente, sin buscarlo, como el personaje de Mortensen. Por otro lado, el director usa la capacidad del guionista para transformar la materia prima en todo un espectáculo que satisfaga a las masas. Da forma al contenido, lo disfraza bajo su forma de hacer las cosas y con ello seduce a unos espectadores que al terminar reclaman más.
Es una metáfora muy inteligente que puede leerse en la película del director canadiense. En lo personal, Crímenes del futuro es la impresión física del artista y su obra y una disección firme de la relación entre director y guionista en la que Cronenberg asemeja el hacer arte a abrirse en cuerpo y alma a los espectadores.
Más allá de las lecturas
No obstante, más allá de su posible significado para lo que daría debates muy interesantes, la película Crímenes del futuro no creo que deje tan satisfecho a los espectadores como anteriores cintas del director. Su complejidad inicial, y la presentación de un futuro singular provoca que el espectador se pierda en su inicio tratando de dar sentido a lo que está presenciando.
Además, la película posee una falta de claridad a la hora de fijar su travesía, lo que puede acabar dando lugar a una sensación de confusión al navegar sin un rumbo realmente fijo. Sin embargo, la cinta consigue impregnar la atmósfera de un magnetismo adictivo, y los actores más camaleónicos de lo habitual (casi todos) funcionan como piedras angulares del relato. El dúo compuesto por Viggo Mortensen y Léa Seydoux rebosa de química y poseen una alta capacidad de adaptación para convencer tanto por separado como en conjunto.
Por otro lado, la actriz Kristen Stewart en lo personal acaba edulcorando demasiado sus escenas con una nostalgia que desprende tristeza a partir de su mirada. Sus primeros pasos en la historia resultan convincentes, pero con el paso del tiempo la actriz no consigue ofrecer nada destacable. Abusa demasiado de esta mirada nostálgica y su comedido tono de voz que provoca que miremos sus escenas con sensación de extrañeza. Es incapaz de modular su interpretación a lo que requiere cada escena, y se apalanca en un tono interpretativo que convence al inicio, pero termina saturando todo lo que toca al final.
Sensaciones palpables
Yendo a lo visual, la película Crímenes del futuro ofrece una experiencia sensorial singular y atractiva. Los colores ocres envuelven la producción asentando un sentido más terrenal, pero también hace que el futuro que se pinta parezca catastrofista y decadente. Un mensaje apoyado por el diseño de producción que hace ver a los interiores y exteriores deteriorados y abandonados a su suerte, como el ser humano a su evolución.
Lo más destacable son los efectos físicos, la sensación tan realista que provoca estos en la imagen la enriquecen de una forma que hace recordar a las primeras obras del director. Asimismo, se combinan excelentemente bien con el CGI, dando lugar a un entorno de ciencia ficción rico en formas y texturas.
Aun así, es inexplicable cómo una película con tanta identidad y elementos diferenciadores no termina de cuajar en su conjunto. Llega a sentirse espesa, y la idea de un rumbo no tan definido la perjudica. Además, muchos de los mensajes y reflexiones que el director busca poner sobre la mesa, como la capacidad del ser humano de evolucionar para arreglar nuestros errores, adaptarnos a un futuro catastrofista o la unión de la tecnología y el ser humano no parecen llegar con solidez a los receptores ni de proponer una reflexión que merezca la pena destacar tras el visionado.
Conclusión de la película 'Crímenes del futuro'
La película Crímenes del futuro de David Cronenberg no es un obra empacada a la perfección, pero ofrece numerosas posibilidades por la que merece ser una historia para revisitar y debatir. Es el fiel estilo de Cronenberg lo que está de vuelta, y es la razón por lo que merece ser valorada esta historia singular que ofrecerá una experiencia catatónica a sus espectadores.
Reportaje de Crímenes del futuro en Días de Cine TVE
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