Cuando pasan las cigüeñas, dirigido por Mikhail Kalatozov (1903 - 1973). Este director cuenta con películas memorables como La Tienda Roja (1969), Soy Cuba (1964) o, La Carta que nunca fue enviada (1960), entre otras obras de gran trayectoria y reconocimiento internacional.
En este caso, Cuando pasan las cigüeñas se ha convertido en todo un hito de la cinematografía. Una de las películas de obligado visionado siendo altamente recomendable para su disfrute por su novedoso lenguaje visual que impera a lo largo de toda la cinta.
Es arte, y conecta con todo aquel que vea con sumo detalle este film de en aquel entonces, la Unión Soviética (URSS). El guion corre a cargo de Viktor Rozov conocido por Good Luck! (1957) o Letter Never Sent (1960). Ambas, romances de la época con una buena estructura en su haber. Cuando pasan las cigüeñas fue una película rodada en los estudios Lenin, Mosfilm, en 1957 pero también se rodó en escenarios reales de Moscú. Aquí tienes otras cinco películas que tratan sobre la Segunda Guerra Mundial.
Resumen
Crítica de ‘Cuando pasan las cigüeñas’
Ficha Técnica
Título: Cuando pasan las cigüeñas
Título original: Letyat Zhuravli (The Cranes are Flying)
Reparto:
Tatyana Samoylova (Veronika)
Aleksey Batalov (Boris Fyodorovich)
Vasily Merkurev (Fyodor Ivanovich)
Aleksandr Shvorin (Mark Aleksandrovich)
Svetlana Kharitonova (Irina Fyodorovna)
Año: 1957
Duración: 94 min.
País: Unión Soviética
Director: Mikhail Kalatozov
Guion: Viktor Rozov
Fotografía: Sergei Urusevsky
Música: Moisey Vaynberg
Género: Drama. Guerra
Trailer de ‘Cuando pasan las cigüeñas’
Sinopsis de ‘Cuando pasan las cigüeñas’
Boris (Aleksey Batalov) y Verónica (Tatyana Samoylova) son dos jóvenes moscovitas profundamente enamorados que se ven obligados a separarse cuando estalla la Segunda Guerra Mundial y Boris es llamado al frente como voluntario. Boris y Verónica no pueden despedirse pese a que la separación será mucho más larga de lo que ellos dos piensan. Una película que refleja la crueldad de la guerra y el sufrimiento que esta provocó al pueblo soviético. Basada en una obra de Viktor Rozov. (Filmin)
Premios
- Festival de Cannes: Palma de Oro. 1958
- Premios BAFTA: Nominada a mejor película y actriz extranjera (Samoylova). 1958
Dónde se puede ver la película
Una historia tradicional
Cuando pasan las cigüeñas es una tradicional historia de amor y guerra que tantas veces nos ha brindado el cine la oportunidad de conocer. Claro está, el cine clásico todavía no había ahondado en estos temas con suma profundidad. Aun así, esta película sirvió de antecedente para otras muchas películas de Hollywood que cuentan con un drama y romance que beben directamente de Cuando pasan las cigüeñas.
La cinta está basada en una obra de teatro de Rozov y cuenta como la destrucción bélica incide en la vida sentimental de muchas familias. En este caso y en representación de otros muchos romances y familias separadas por la guerra, tenemos a Verónica (Samojlova) y Boris (Batalov). Dos jóvenes enamorados que la guerra separará.
En la retaguardia la joven Verónica, interpretada por Tatyana Samojlova, sufre por su amado que no envía cartas ni noticias desde el frente. A su vez, el primo de Boris se interpone en los sentimientos de Veronica que cede ante sus repetidos y múltiples acoses. Una trama y un tema muy clásico en y para la época, dado que recientemente el eco de la segunda guerra mundial todavía resonaba y chirriaba entre la población. Por lo tanto, los temas recurrentes se acercaban en algunos casos a contar diferentes perspectivas de una gran guerra que se libró no hace mucho para aquellos tiempos de mediados del siglo XX.
Increíbles planos
Los planos de Cuando pasan las cigüeñas son increíblemente maravillosos. La despedida de Boris esperando a su amada Verónica, con ese travelling lateral haciendo ver que muchas familias pasaron por lo mismo. En consecuencia y a vísperas de una gran guerra, nos conceden carreras frenéticas de Verónica entre la multitud para llegar sin acierto a su amado, sin diálogos ni medias tintas. Directo al corazón.
O por ejemplo, el aviso de bombas aéreas en la casa de los familiares de Boris mientras Verónica se niega con rotundidad a ir al subterráneo para protegerse de las posibles bombas y acaba eclipsando con la declaración de amor del primo de Boris hacia Verónica.
Por consiguiente en Cuando pasan las cigüeñas, observamos también los seguimientos de cámara al hombro a Boris en la guerra, al rescatar a un compañero herido del campo de batalla. Estos seguimientos hacen gala y son muestra, de lo bien pensada que está la escena que supone además un punto de inflexión en la película porque es, en ese preciso instante donde Boris, al borde de la muerte se le superponen dos escenarios en su mente. Uno, que es, en el que el mismo se encuentra, y otro escenario: el imaginativo; que supone un manifiesto de lo que pudo haber sido con su amada Veronica mezclando pensamientos y sueños entre delirios de su mas profundo ser.
Riqueza visual
Cuando pasan las cigüeñas cuenta por si fuera poco, con una gran iluminación en los rostros de los protagonistas. Sobre todo en Verónica, una bella mujer que llena la pantalla y endulza sus sentimientos nostálgicos entre añoranzas y suma melancolía. Nos brindan también grandes planos en grúa y travelling con una delicadeza abrumadora. Un gran alarde de medios que hacen que esta historia cobre un aroma especial y que todavía hoy se recuerde con gran dedicación y romanticismo.
En esta historia se destaca la riqueza visual y su imperiosa modernidad a la hora de montar el film. El dinamismo de la película es exquisito. Jovial, romántico y desesperanzado. En el montaje se encarrila la cinta en cuanto a dar forma y carisma a la cámara, la iluminación y el sonido. Un vertiginoso y extraordinario uso de los distintos tipos de planos muestran un espíritu danzante y además, se culmina con una coreografía y escenografía muy bien elaboradas.
Conclusión
Una obra muy bien realizada en sus escenas de acción sí hablamos de que esta cinta se estrenó en 1957. Podemos decir que en esa época ya el cine se ejecutaba de manera inteligente y se tenía muy presente a donde se quería llegar con esta historia. Cuando pasan las cigüeñas, es un cine clásico muy especial, desenfadado y rico en su lenguaje visual que se aleja de las formalidades lingüísticas cinematográficas para ir hacia algo mucho más personal.
En aquella época supuso un antes y un después. En la actualidad, el cine de Wes Anderson. Para aquella época, el cine de Mikhail Kalatozov. Sin duda, un cine moderno aunque clásico, lleno de grandes cosas.
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Muy buen artículo. De verdad da gusto leer este tipo de reseña y crítica.
Saludos.
Muchas gracias por tus palabras. Un saludo 🙂 Espero verte más por aquí.