El pasado 2 de junio finalizó temporada Devastación, obra escrita por Álvaro Panadero, bajo la dirección de Hagar Mohamed. Esta pieza ha logrado tener una recepción positiva por parte del público, quién la ha podido disfrutar en El Pasillo Verde, La Encina Teatro y se espera próximamente en julio en la Sala AZarte. Protagonizada por Asia Paletskaya y Álvaro Panadero, es un thriller emocional que mantiene al espectador atento ante lo que ocurre en escena.



Estreno de Devastación

Crítica de 'Devastación'

Ficha Técnica

Título: Devastación
Título original: Devastación

Reparto:
Álvaro Panadero
Asia Paletskaya

Duración: 60 min. apróx.
Dirección: Hagar Mohamed
Dramaturgia: Álvaro Panadero
Producción: Compañía Vicio Escénico

Tráiler de 'Devastación'

Sinopsis de 'Devastación'

Devastación nos lleva a enero de 2021. Primer invierno de pandemia. Noche fúnebre. Un joven matrimonio regresa a su hogar tras una incineración. Amaya (Asia Paletskaya) quiere discutir. Rodrigo (Álvaro Panadero) quiere conversar.

Ambos terminarán confrontando la realidad de su aquí y ahora, palabra a palabra, y cuerpo a cuerpo. Esta noche, será determinante para el resto de sus vidas. (SALA AZARTE). 



Devastación obra
Foto de Moisés Fernández Acosta

La fractura

Álvaro Panadero se enfrenta en Devastación a un relato lleno de tensión y de sentimiento, mediante una historia que se aleja del mero naturalismo para ir más allá y ofrecer un auténtico frenesí de sensaciones. Lo esencial y uno de los puntos más destacables de esta dramaturgia es el uso de la palabra, mediante diálogos audaces, con inteligencia, afilados y llenos de acidez. Además, se adereza con un equilibrio entre esa comedia más negra, esa comedia que busca la risa a través de lo oscuro, con lo visceral, con el sentimiento. Gracias a ello, contiene reminiscencias de clásicos muy bien valorados como “Secretos de un matrimonio” o, en menor medida, “¿Quién teme a Virginia Woolf?”. Por lo cual, se aplaude que se arriesgue con una historia que, a pesar de saber que su fuerte es la palabra, no deja de lado la acción.

La construcción de los personajes reflejan las heridas abiertas de forma personal, que logran infectar la convivencia entre sendos personajes. No busca crear buenos o malos, sino el retratar la decadencia que azota a ambos personajes y a la pareja. Con lo cual, el espectador espera esa explosión entre los dos, que se va gestando de una manera consistente. Por ello, el final de la pieza es todo un acierto, reflejando como la destrucción es el puente entre los dos sin maniqueísmos. También hay que hablar del uso de los silencios, permitiendo asentar el contenido. Únicamente, en las primeras escenas, el arranque podría sentirse como que se tarda algo más de lo que debiera, así como las primeras interacciones. Aun así, una vez logra encaminarlo, no se vuelve a presentar esta sensación.

Vicio Escénico
Foto de Moisés Fernández Acosta

Duelo de interpretaciones

Álvaro Panadero no solo es la mente pensante de Devastación, sino también el encargado de protagonizar la pieza junto a Asia Paletskaya. En primer lugar, Panadero logra una interpretación contundente, con fuerza, emoción, visceralidad. Contiene una personalidad que le permite dejar salir ese remolino de situaciones que vive. Gracias a ello, esa transformación del hombre tranquilo a un alma en guerra se hace muy disfrutable ante la escena. La expresividad, así como la gestualidad y el movimiento sobre el escenario, lo lleva a cabo con puro talento. Como apunte, las escenas que exigen mayor violencia escénica, son aquellas en las que más brilla, revelando un realismo que deja al espectador sorprendido. De esta forma, da cuerpo y solidez a su labor sobre las tablas.

Asia Paletskaya se convierte en la partenaire de Panadero, poniéndose al mismo nivel y con el mismo compromiso que su compañero. Por un lado, se aprecia la contención que debe realizar en varios momentos, frente al impacto de aquellas escenas en las que se deja cuerpo y alma en su desesperación. También hay que remarcar su lenguaje no verbal, siendo muy descriptivo en varios momentos. Junto con su compañero, fomenta una química y una fluidez, que hace que los dos formulen un tándem muy efectivo. Como mejora, debería intentar controlar más la voz, dado que el tono no está medido en todo momento, lo que hace que le pase factura. Asimismo, se espera algo más de seguridad en algunas partes, donde se queda algo difuminada.

Vicio Escénico
Foto de Moisés Fernández Acosta

Sutil y efectiva

No es fácil saber qué puesta en escena seleccionar ante una obra que basa su mayor peso en el texto, en la palabra, en los diálogos. La razón no es otra que se busca confeccionar una propuesta que ponga el foco, en especial, en sus intérpretes, pero sin dejar vacío el espacio escénico. Por ello, en Devastación, han sabido elegir una escenografía sencilla, cotidiana, que se hace familiar ante el público. No obstante, han sabido cuidar detalles como los libros que aparecen, las partituras, el teléfono... Son pequeñas decisiones, que marcan el sello de identidad que buscan. De esta forma, el salón de una casa acaba por ser el escenario perfecto para una guerra emocional de alto nivel, sin necesidad de grandes artilugios.

El ritmo de la obra presenta momentos de auténtico frenesí, es cierto que hay partes en las que se presenta cierta irregularidad y no fluye de la misma forma. En consecuencia, dentro de ese maremoto de emociones, hay algunas escenas en las que el cambio se produce de forma abrupta. A pesar de ello, en términos generales, logra un montaje potente, diferente. Por otro lado, se entiende la función del tabaco sobre la escena, pese a tener un efectismo atractivo, la redundancia con la que continúa sobre el escenario le pasa algo de factura. Pese a ser muy cinematográfico, pero de forma teatral puede llegar a utilizarse en exceso. En resumen, un montaje que ha sabido aprovechar sus fuertes y dar en la tecla con la tensión y la emoción.

Devastación obra
Foto de Moisés Fernández Acosta

Conclusión

Devastación es sentimiento, visceralidad, enfrentamiento, carácter y potencia. Por tanto, contiene un texto audaz, lleno de diálogos de calidad, donde se ve una guerra emocional que triunfa sobre la escena. Junto a él, Álvaro Panadero y Asia Paletskaya forman un tándem exquisito, donde su compromiso es absoluto, se entregan tanto expresivamente como en acción y movimiento. También se aplaude una puesta en escena minimalista, que le sienta bien esa sencillez. Únicamente, el ritmo presenta alguna irregularidad, así como el uso excesivo de algunos elementos. La decadencia marital de una pareja que pone toda la carne en el asador y traspasa el impacto hasta el patio de butacas.

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CINEMAGAVIA
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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
devastacion-critica-teatroSentimiento, visceralidad, enfrentamiento, carácter y potencia. Por tanto, contiene un texto audaz, lleno de diálogos de calidad, donde se ve una guerra emocional que triunfa sobre la escena. Junto a él, Álvaro Panadero y Asia Paletskaya forman un tándem exquisito, donde su compromiso es absoluto, se entregan tanto expresivamente como en acción y movimiento. También se aplaude una puesta en escena minimalista, que le sienta bien esa sencillez. Únicamente, el ritmo presenta alguna irregularidad, así como el uso excesivo de algunos elementos. La decadencia marital de una pareja que pone toda la carne en el asador y traspasa el impacto hasta el patio de butacas.

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