La rompedora mirada de Lynne Ramsay, una de las más esperadas en la pasada edición del Festival de Cannes donde tuvo su estreno mundial, regresa a nuestros cines con un enfoque oscuro y provocador sobre la maternidad. En Die my love, Robert Pattinson y una sublime Jennifer Lawrence (No mires arriba, Sin malos rollos), se adentran en una dura y desafiante propuesta que apunta a colarse en la lista de nominadas en la próxima temporada de premios. La película, que se estrenará en salas de cine españolas el 14 de noviembre de 2025 se pudo ver en el Festival de San Sebastián, donde su protagonista, Jennifer Lawrence, recibió el premio Donostia. Se trata del retrato de una mujer inmersa en el amor y la locura.
Crítica de 'Die my love'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Die My Love
Título original: Die My Love
Reparto:
Jennifer Lawrence (Grace)
Robert Pattinson (Jackson)
Lakeith Stanfield (Karl)
Sissy Spacek (Pam)
Nick Nolte (Harry)
Sarah Lind (Cheryl)
Victor Zinck Jr. (Tom)
Phillip Lewitski (Charlie)
Luke Camilleri (Greg)
Debs Howard (Marsha)
Kennedy Calderwood (Bebé)
Victoria Calderwood (Bebé)
Gabrielle Rose (Jen)
Año: 2025
Duración: 118 min.
País: Estados Unidos
Director: Lynne Ramsay
Guion: Lynne Ramsay, Enda Walsh, Alice Birch. Libro: Ariana Harwicz
Fotografía: Seamus McGarvey
Música: Raife Burchell, Lynne Ramsay, George Vjestica
Género: Drama. Thriller
Distribuidor: Mubi
Tráiler de 'Die My Love'
Sinopsis
Una pareja joven y enamorada, cargada de ilusiones (Grace y Jackson), se muda de Nueva York a una casa heredada en el campo.
Grace intenta encontrar su identidad con un nuevo bebé en ese entorno aislado. Pero al redescubrirse a sí misma tras un periodo de desmoronamiento, no lo hace en la debilidad, sino en la imaginación, en la fortaleza y en una impresionante e indómita vitalidad. (Mubi)
Dónde se puede ver la película en streaming
Jennifer Lawrence lidera un infierno disfrazado de paraíso
Grace y Jackson son una joven pareja que parten de un hogar destruido para explorar una libertad idílica, creando un mundo propio del que ellos mismos se sentirán prisioneros. El romance, marcado por la pasión más instintiva, pronto llevará al límite a nuestros personajes ante el nacimiento de un bebé. De nuevo, la directora de Tenemos que hablar de Kevin o En realidad, nunca estuviste aquí vuelve a diseñar un relato en el que todo lo que se muestra es sólo la superficie.
Siguiendo en esta línea, un formato 4:3 cobrará más sentido al atrapar a los protagonistas, alejándolos de su entorno y favoreciendo su angustia y sufrimiento. Y es que todo lo que sube, baja. Sino que se lo digan a Jennifer Lawrence que se entrega por completo a una anti heroína salvaje y compleja y que, gracias al intimismo que rebosa el film, nos da la sensación de haber dejado todo atrás.
Su comportamiento psicótico e incluso infantil (casi animal) se apoya en un correcto y bienintencionado Robert Pattinson, quien no deja de sumar grandes actuaciones a su filmografía y, en este caso, supone el contrapunto perfecto ante su incapacidad para dominar a su esposa, reforzando la soledad de Grace.
Se toma demasiado en serio su autodestrucción
Dicho esto, uno de los grandes aciertos de Die my love es cimentar sus pilares sobre el irreverente comportamiento Jennifer Lawrence y mimetizarse con él. Sin embargo, habría que decirle a Lynne Ramsay que no debería haberse tomado tan en serio esa naturaleza autodestructiva ya que, irónicamente, el resultado llega a ser demasiado literal.
Si bien es cierto que su narrativa poética y sus imágenes oníricas dotan a la obra de un mayor atractivo, en diferentes ocasiones nos topamos con un texto reiterativo, de escenas prácticamente idénticas, sin aportar ningún elemento nuevo al drama. Por no mencionar su extenuante tramo final.
Si al principio percibimos pequeñas píldoras de una relación tóxica de manual y un arco de los personajes más interesante, su desenlace es tan excesivo como irregular. Le cuesta tanto encontrarse como al personaje principal. Pero oye, si esa era la intención, logro conseguido.
Conclusión de 'Die my love'
Sería injusto condenar Die my love al completo, pero es innegable que la intencionada incomodidad y discusión de la película no terminan de calar. No obstante, Lynne Ramsay planta por el camino detalles atractivos para el espectador, como la inquietante presencia del motorista o la peligrosidad del comportamiento de Jennifer Lawrence para la integridad del bebé; y todo ello sin perder de vista que ella es la verdadera víctima.
Por mucho que su primer tramo quede devaluado durante el visionado, estamos ante un film sin miedos y con todos los riesgos por delante. Mención especial a las pequeñas pero acertadas aportaciones de Sissy Spacek y Nick Nolte.
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