Eismayer, ópera prima escrita y dirigida por el director austríaco David Wagner, llegará a las salas de cine españolas el 9 de junio de 2023. Se trata de un emocionante drama basado en una historia de amor real ocurrida en las Fuerzas Armadas austríacas, que obtuvo el Gran Premio a la Mejor Película en la Semana de la Crítica de la Mostra Internacional de Cine de Venecia 2022.
Crítica de 'Eismayer'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Eismayer
Título original: Eismayer
Reparto:
Gerhard Liebmann (Teniente Charles Eismayer)
Luka Dimic (Mario Falak)
Julia Koschitz (Christina Eismayer)
Anton Noori (Striegl)
Karl Fischer (Coronel Kurt Hierzberger)
Christopher Schärf (Capitán Carnaval)
Lion Tatzber (Dominik Eismayer)
Lukas Johne (Jan)
Matthias Hack (Kila)
Harry Lampl (Mader)
Matthias Böhm (Kila)
Thomas Momcinovic (Tomic)
Jagersberger Joshua (Buresch)
Año: 2022
Duración: 87 min
País: Austria
Director: David Wagner
Guion: David Wagner
Fotografía: Serafin Spitzer
Música: Lylit
Género: Drama
Distribuidor: Surtsey Films
Tráiler de 'Eismayer'
Sinopsis
El Sargento Mayor Eismayer es el macho alfa del ejército austriaco y su instructor más temido. Y es precisamente esa fachada la que le permite esconder su condición de homosexual, reprimida a lo largo de los años y en constante conflicto con su concepción de lo que debe ser un soldado ejemplar. Y así transcurre la vida de Eismayer, hasta que se enamora de Falak, un recluta que vive su homosexualidad con total naturalidad, obligándole a poner en cuestión su estilo de vida, sus principios y sus sentimientos. Basada en una historia de amor real. (Surtsey Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
La doble vida de Eismayer
Si en algún lugar impera la cultura machista heteronormativa es en el ejército. A pesar de los frenéticos esfuerzos por hacer que las fuerzas armadas sean más inclusivas, sigue siendo un bastión masculino. Hay tantas subculturas donde la homosexualidad aún no se discute. Además del ejército, pensemos en el mundo del fútbol o del deporte en general, la construcción, la policía, etc.
El sargento mayor Charles Eismayer (Gerhard Liebmann) es un oficial de entrenamiento en el ejército austríaco y un macho alfa con reputación. Es el hombre más temido por todos los jóvenes que quieren entrar al servicio militar. Sin embargo, Eismayer vive desde hace años con un secreto que ha escondido cuidadosamente detrás de la imagen dura como una roca que ha creado: es homosexual. Eismayer exige una obediencia absoluta y un compromiso físico de sus alumnos que no conoce límites. En su intimidad, lleva una vida que cree que es la única adecuada teniendo en cuenta su posición: con su mujer Christina (Julia Koschitz) y su hijo, corresponde al ideal burgués. Mientras tanto, persigue en secreto su atracción física por los hombres, a través del sexo rápido y sin sentimientos.
Cuando se enamora del soldado abiertamente gay Mario Falak (Luka Dimic), Eismayer se enfrenta a una elección difícil. ¿Aceptará su visión tradicional de lo que debe ser un soldado, que es heterosexual, o escuchará sus sentimientos y elegirá el amor?
Hay un momento específico en Eismayer que merece especial atención. Se trata en la cual el protagonista, tras revelarle a su mujer que es gay y haberse separado de ella, se encuentra con su hijo en el parque. “¿Qué hay de malo en tener un amigo? Yo también tengo muchos de ellos en la escuela. ¿Cómo se llama tu nuevo amigo?", el niño le pregunta a su padre. Y muchas veces es precisamente la mirada clara de un niño la solución adecuada para poder aceptarse a uno mismo y poder finalmente vivir una vida feliz.
Señor, si Señor
Eismayer, es el debut cinematográfico del guionista y director David Wagner, que se basa en una historia real, donde se toma muy en serio a sus personajes y se esfuerza por lograr una representación lo más auténtica posible de las Fuerzas Armadas de Austria. El personaje principal, el teniente Charles Eismayer, podría ser fácilmente caricaturizado, pero esa no es la idea. El guión, la puesta en escena y por último, pero no menos importante, el experimentado actor principal Gerhard Liebmann (El vendedor de tabaco) no están interesados en simplemente exponer el comportamiento brutalmente duro del Instructor. Pero tampoco se trata de convertirlo en un héroe inesperado. Más bien, la obra pinta la imagen ambivalente de un hombre que se ha negado a sí mismo durante décadas.
Es inevitable que en algunas secuencias de la película, nos venga a nuestra mente el recuerdo del autoritario Sargento Hartman, personaje de la mítica película La chaqueta metálica, dirigida por Stanley Kubrick.
David Wagner, quien fue recluta en las Fuerzas Armadas de Austria tuvo a su equipo completando un breve entrenamiento militar para preparar la película. El objetivo era capturar el lenguaje y el hábito del entorno para mostrarlo de una manera creíble. Entre otras cosas, Eismayer se ocupa de la masculinidad tóxica y persigue una salida del armario bastante inusual. Sin embargo, no se trata de una película de tesis sobre estos temas, sino de un estudio de personajes agradablemente complejo que no busca nuestras simpatías ni se deleita en lo repulsivo. La película llega al fondo del miedo de su protagonista y capta con precisión sus efectos en todas sus contradicciones.
Personajes de carne y hueso
Las escenas rodadas en interiores, David Wagner opta acertadamente por ambientes oscuros e iluminación tenue que transmiten deliberadamente una profunda sensación de claustrofobia. Eismayer, aunque es una ópera prima, denota sobre todo una gran madurez de dirección y una capacidad nunca predecible para indagar en el alma humana, consiguiendo captar sutilmente cada matiz de la personalidad de los personajes.
La cámara se mueve lentamente a través de un patio vacío. Silencio. Luego, de repente, los gritos del protagonista, que da órdenes a sus jóvenes reclutas. Todo en Eismayer está llevado a un realismo extremo, nada está edulcorado o ficcionalizado de ninguna manera. Ninguno de los personajes se nos presentan como héroes impecables, sino que cada uno de ellos, con todos sus defectos, secretos y debilidades, aparecen como personas de carne y hueso. Al mismo tiempo, David Wagner esquiva hábilmente cualquier retórica escenificando primero un amor turbulento, difícil, casi imposible, haciendo que los objetos, las miradas y los primeros planos intensos hablen por sí mismos, comunicando más que las palabras.
Reportaje de Eismayer en Días de Cine TVE
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