"El canto del lobo": El sonido de la muerte

El canto del lobo (2019), o como a mí me gusta llamarla El sonido de la muerte, es un correctísimo drama bélico y de suspense, de nacionalidad francesa, escrito y dirigido por Antonin Baudry.

Estrenada comercialmente solo en Francia, en febrero de 2019, tuvo un relativo éxito de taquilla, aunque recaudó solo la mitad de lo que costó, que fueron casi 23 millones de dólares.

Comprada en exclusiva por la plataforma Netflix, para ser distribuida a nivel mundial a partir del 20 de Junio de 2019.

Nos encontramos ante una producción francesa de gran envergadura, con un presupuesto bastante alto para el país vecino y que se acerca más al cine hollywoodiense que a las típicas producciones francesas.

Crítica 'El canto del lobo'

Ficha técnica

Título: El canto del lobo
Título original: Le chant du loup

Reparto:
François Civil (Chanteraide)
Omar Sy (D'Orsi)
Mathieu Kassovitz (Alfost)
Reda Kateb (Grandchamp)
Paula Beer (Diane)

Año: 2019
Duración: 115 min.
País: Francia
Dirección: Antonin Baudry
Guion: Antonin Baudry
Fotografía: Pierre Cottereau
Música: Tomandandy
Género: Drama, Bélico
Distribuidora: Netflix

Filmaffinity

IMBD

Tráiler de 'El canto del lobo' en versión original con subtítulos en Inglés

Sinopsis 'El canto del lobo'

Tras un incidente, entre un submarino nuclear francés y un presunto submarino nuclear ruso, ya descartado para el servicio y descubierto por un analista militar y técnico de sonar de la marina francesa, Rusia decide invadir unas islas que pertenecen a territorio finlandés.

Ante la pasividad USA, el presidente francés decide enviar ayuda militar a Finlandia; dos submarinos nucleares de la Armada francesa.

Dónde se puede ver la película

Antecedentes y ejecución

Con un reparto más que acertado, que después desglosaremos, El canto del lobo y no lo digo como reproche, más bien como halago, bebe, de todas y cada una de las cintas precedentes del género; El submarino (1981), La caza del Octubre Rojo (1990) y Marea Roja (1995), por citar solo algunos ejemplos.

No hay que olvidar tampoco, sus influencias de las novelas del autor estadounidense, el fallecido Tom Clancy; espionaje e inteligencia militar en plena guerra fría, llevado con pleno acierto a millones de lectores.

Para concluir con este apartado, solo decir que estamos ante una buen thriller bélico, bien interpretado y sobre todo, bien ejecutado técnicamente, los dólares hay que saber gastarlos, y esta producción se jacta de haberlos empleado con sumo cuidado.

No defraudará a los amantes del género y supone un nuevo paso adelante en la política de Netflix, de adquirir películas de cierta calidad, para su distribución. Esperemos que dure.

Eso sí, lo advierto, no como algo negativo, sino más bien cuasi necesario, el lenguaje técnico, usado en la cinta, precisa de su absoluta atención y aún así, incluso se pueden perder, oído al parche.

El preámbulo

Nuestro protagonista Chanteraide (Francois Civil), técnico de sonar, experto en Audiometría y con un conocimiento cuasi bíblico de la armamentística submarina, descubre, tras llegar a tierra, después del primer incidente, que se han enfrentado a un submarino nuclear ruso, ya retirado por la Armada de dicha nación.

Pero, tras llegar a tierra, el oído de oro, como le llaman algunos, la otra idiotez ni merece mencionarla, no sé ni para qué la han traducido o si la han traducido erróneamente, con mejor ídem que el apache con sonotone que avisaba a Gerónimo de la visita de los yankees, se enfrenta a la invasión de unas islas finlandesas por parte del ejército ruso.

Un breve romance, menos creíble que un político en campaña, le traerá una tremenda repercusión, que lo dejará fuera de los dos submarinos nucleares que acuden en defensa de Finlandia, por cierto ¿Y el resto de los países europeos?

Si alguien piensa, que no hay nada mejor después del acto sexual que un buen cigarro, pues que recapacite y a ver la marca que compra.

Los dos submarinos nucleares franceses parten a su destino, el comandante Grandchamp (Reda Kateb), su principal valedor, lo deja en tierra y todo empieza a complicarse.

La crisis

Cuando Rusia lanza un misil nuclear contra Francia, desde el famoso submarino, todo el mundo enloquece, pero Chanteraide está allí, en tierra y con su oído, lo que le llevará a descubrir una de las más temibles conspiraciones para que dé inicio la tercera guerra mundial.

Pinceladas al aire, termino y ya aviso de que hoy no habrá spoiler, no estamos ante I Am Mother (2019); no son tiempos de guerra fría, no todo es lo que parece, ahora por desgracia, existen otros malos y hay que pensar señores, pensar un poco, antes de......

¿Se pueden enfrentar dos submarinos nucleares de la misma nación, entre ellos mismos?, ¿se deben cumplir las órdenes tan rigurosamente?, ¿Marea roja, con los amigos Gene y Denzel? ¿es de verdad tan fácil, por el precio de un submarino desfasado, provocar una tercera guerra mundial? Y al final, ¿queda vivo el apuntador?

Pues todas estas cuestiones y muchas más, queridos navegantes, las podrán adivinar, visionando El canto del lobo, que no del loco, que también podría ser y como siempre comento para la familia Netflixniana; barato, barato, 116 minutos de angustia o diversión. Ustedes mandan y Netflix a servir, que para eso está.

Los marinos franceses

Chanteraide (Francois Civil), francés, el joven analista acústico, lo lamento confesar, pero un total desconocido para mí, mucha televisión gala, quizás demasiada.

De todas maneras, he de decir, que una perfecta y ajustada actuación que podía haber caído en el tópico o en los excesos y no ha sido así.

Se codea bien con varios pesos pesados del cine francés y no se arruga en ningún momento, más bien se viene arriba. Lo del romance, mejor lo dejamos para la segunda parte, si es que siguen juntos, qué malito por Dios.

El comandante Grandchamp (Reda Kateb), excelente actuación, el mejor de la cinta, actor francés de padre argelino, con varios títulos importantes en su haber como La noche más oscura (2012), Los caballeros blancos (2015) o Enemigos íntimos (2018).

Pues como he dicho, el alma máter de la película; impresionante la escena del comienzo, subido en lo alto del submarino, ante el ataque del helicóptero, muy bien en la corta y casi inexpresiva explicación, al dejar fuera de juego a su protegido y magnífico en el final de la cinta, aunque muchos, no creo que opinen como yo.

El vicecomandante (Omar Sly), papel tremendamente secundario para el Intocable (2011) comediante francés. Fue un éxito tan brutal, que papeles posteriores en películas más que notables como Samba (2014) o Mañana empieza todo (2016), remake de la mexicana, parecen haberle hecho bajar un peldaño, que ha sabido suplir perfectamente con varias intervenciones en superproducciones y blockbusters de Hollywood. Buen actor.

Más que correcto, el resto del reparto y sobre la actriz que enciende la mecha romántica, y no solo eso, mejor que corramos un tupido velo (son dos, tres escenas, tampoco es cuestión de hacer un linchamiento popular, pero querida, hay que aprovechar las oportunidades).

El Almirante

Antonin Baudry (El director), pues ahí va eso; aunque nadie lo diría, es su ópera prima como director, la de este diplomático francés; especialista en temas culturales, cómics y guiones de cine.

Si sumamos un holgado presupuesto, un buen guion (de él mismo), un buen reparto de actores, un diseñador de sonidos oscarizado (Randy Thom) para un película cuyo punto clave es el sonido, precisamente y la música de un maestro en el cine de terror como (Tomandandy), pues casi blanco y en botella, tenía difícil fallar, la verdad sea dicha.

Pero, podía y no lo ha hecho; la película es fluida, pese a sus conceptos técnicos, y las escenas, algunas espectaculares, están repletas de una sobriedad innata.

El habitual confinamiento, cuasi claustrofóbico, de los submarinos, lo resuelve perfectamente, creando una sensación de amplitud donde no la hay y además se sirve de los tonos rojos y azules, para crear la atmósfera propia de los mismos. Director a seguir.

Conclusión

Denle una oportunidad a El canto del lobo, tanto los aficionados a este tipo de géneros, como los no habituales. La cinta es entretenida, tiene su parte de moraleja, los efectos visuales no tienen nada que envidiarle a las producciones USA y la dificultad por el lenguaje técnico, usado a veces, se subsana prestando atención.

No, no es tan buena como alguna de las películas de submarinos citadas anteriormente, pero Petersen, McTiernan y Scott también tuvieron sus óperas primas y no eran precisamente las citadas.

En fin, sobre todo para la familia Netflixniana y agregados, no la dejen escapar, disfrútenla mucho o, quizás algo, y piensen que, salvo el público francés, el resto del mundo ajeno a Netflix no la va a disfrutar u odiar nunca, porque sencillamente, no podrán tener acceso a ella.

" Enhorabuena y bienvenidos al espectáculo "