El Exorcista del Papa, película dirigida por Julius Avery y que cuenta con el ganador del Premio Oscar Russell Crowe en el papel protagonista de la historia. El Exorcista del Papa llegará en Semana Santa a las salas de cine españolas, estrenándose exclusivamente en cines el 5 de abril de 2023. Se puede leer AQUÍ la crítica realizada por Cinemagavia de esta película.
Resumen
'El Exorcista del Papa' llega a los cines
El Exorcista del Papa, película de terror basada en los hechos reales vividos por el Padre Gabriel Amorth, Exorcista jefe del Vaticano durante varios años, y quien contó a través de sus relatos en primera persona sus experiencias luchando contra el mal.
Ficha Técnica
Título original: The Pope's Exorcist
Año: 2023
País: Estados Unidos
Dirección: Julius Avery
Guion: Chester Hastings, R. Dean McCreary, Evan Spiliotopoulos
Reparto: Russell Crowe, Franco Nero, Ralph Ineson, Alex Essoe, Peter DeSouza-Feighoney, Daniel Zovatto, Paloma Bloyd, Laurel Marsden, Carrie Munro, Cornell John
Compañías: 2.0 Entertainment, Jesus & Mary, Loyola Productions. Distribuidora: Screen Gems
Género: Terror
Sinopsis
Inspirada en los archivos reales del Padre Gabriel Amorth, Exorcista jefe del Vaticano (interpretado por el ganador del Premio Oscar de la Academia® Russell Crowe), El Exorcista del Papa cuenta cómo Armorth investiga la terrorífica posesión de un joven niño y cómo termina descubriendo una conspiración secular que el Vaticano ha tratado de mantener oculta desesperadamente.
Tráiler de 'El Exorcista del Papa'
Notas de producción
Los acontecimientos en El Exorcista del Papa se hacen cada vez más terroríficos a medida que la posesión demoníaca se intensifica, algo que requirió un elaborado trabajo con dobles de acción. La posesión de Henry requirió muchos movimientos antinaturales, así que contrataron a un bailarín contorsionista de ballet. DeSouza-Feighoney disfrutó cada uno de los momentos en lo que interpretó al demonio, desde que está en la cama hablando con voz de poseído hasta que la cama empieza a saltar por los aires y se desata el caos.
Sin compasión por el diablo
Conocido por algunos como el decano de exorcistas y por otros como el exorcista del Vaticano, el padre Gabriele Amorth representó para miles de personas una luz en la oscuridad. Fue un hombre dentro de la iglesia responsable de miles de exorcismos. El padre Amorth emprendió una cruzada contra el mal que relató en dos memorias, documentos que van más allá de las espeluznantes anécdotas y exploran cómo la humanidad está amenazada por demonios.
Ahora podemos ver las hazañas del padre Amorth por primera vez en la gran pantalla en El exorcista del papa. Russell Crowe es el encargado de interpretar al legendario cura. “El puesto de exorcista jefe existe de verdad en el Vaticano”, explica. “El padre Gabriele Amorth fue un hombre real que defendió su puesto durante 36 años y participó en decenas de miles de exorcismos”.
Cuando haces algo miles de veces acabas convirtiéndote en alguien muy muy bueno. No había cazador de demonios mejor que el padre Amorth y le necesitaremos en nuestra batalla contra los demonios. “Nuestro director Julius Avery siempre ha hablado de la película como una batalla entre dos depredadores alfa: el diablo y el padre Amorth”, dice el productor Doug Belgrad.
En la película, Amorth es un hombre de fuertes convicciones religiosas y un investigador tenaz. Tras aceptar luchar contra una de las posesiones demoníacas más poderosas de su carrera, descubre un secreto escondido durante siglos que, a pesar de las advertencias del Vaticano, desvelará una conspiración aún mayor. “No hay duda de que sea un hombre de fe, aunque también tiene su propia manera de pensar”, dice Russell Crowe. “Es un hombre abierto y directo y no le da miedo ese lado oscuro de la humanidad. Acepta todas las manías y peculiaridades de la gente. Esa honestidad hace que pueda hacer tan bien su trabajo”.
“Es una de esas personas que aunque pertenezcan a una institución van por libre. Es un iconoclasta que reta continuamente el status quo”, dice el director Julius Avery. “Le admiro. Durante todo el tiempo que fue jefe exorcista del Vaticano fue una figura controvertida. Alzaba la voz. Es un personaje muy interesante”.
“Lo que llama la atención de Amorth son sus creencias aparentemente contradictorias, aunque en realidad son completamente lógicas”, dice Julius Avery. “Es un hombre con educación, un escéptico versado en psicología moderna y un ferviente creyente en el poder de Dios y el Diablo. Creo que la ciencia puede explicar el 98% de las cosas, aunque hay un 2% que no. Es de eso de lo que hablamos en esta película”.
“Mucha gente buscó su ayuda y a la mayoría les recomendó un tratamiento médico o psicológico. Sus síntomas tenían una explicación. Pero había algún caso que no se podía explicar”, dice Doug Belgrad. “En esos casos comprobó que las posesiones eran reales y que el Diablo es capaz de poseer a personas vulnerables haciendo que se adentrasen en la oscuridad. Su trabajo consistía en intentar salvarlas, salvar su alma y deshacerse de la invasión demoníaca”.
El padre Amorth refleja en dos libros su sinceridad genuina, su sentido del humor y su experiencia con algunos de los rituales más secretos de la iglesia: An Exorcist Tells His Story y An Exorcist: More Stories. El productor Michael Patrick Kaczmarek tuvo la oportunidad de hacerse con los derechos de ambos libros antes de que el padre Amorth muriese en 2016.
Otros productores intentaron convencer a Amorth en convertir sus memorias en películas, pero fracasaron. “Pude convencer al padre Amorth de mi profunda devoción religiosa, creo que por eso tuve éxito donde otros productores no”, explica Kaczmarek. “A lo largo de todas nuestras conversaciones fui capaz de convencerle de que si trabajaba conmigo me aseguraría de que la moral católica y su persona se respetasen en la película”.
“Las memorias son como un tesoro. Hay cientos de historias, anécdotas y casos reales en los que el padre Amorth exorciza demonios. Había infinidad de historias que podíamos contar”, dice Kaczmarek. “Mis colegas productores y yo siempre vendimos la idea definiéndole como el James Bond de los exorcistas. En estas dos memorias hay un gran abanico de historias y todo un universo del que inspirarnos”.
“Contar una historia de exorcismos a través de los ojos del Vaticano, con sus intrigas y conspiraciones, es algo fresco y nuevo”, comenta el productor Jeff Katz. “A la gente le intriga las sociedades herméticas, y mucho más una tan poderosa como el Vaticano. La gente suele sospechar de las instituciones y demás maquinaciones del poder. Eso hace que un personaje como Amorth, un rebelde, sea mucho más atractivo”.
Con las memorias de Amorth bajo el brazo, los productores contactaron con el guionista Michael Petroni para que escribiese una historia original.
“Fue muy fácil conectar con Michael”, dice Kaczmarek. “Entendió a la perfección el universo y el lenguaje de un exorcista. Hizo un gran trabajo incorporando rezos en latín sacados del libro real que usan los exorcistas católicos cuando trabajan. Ha hecho que toda la historia pareciese auténtica”.
Aunque en el proceso, el guionista también creó una historia completamente terrorífica. “Queríamos contar la razón por la que el demonio ataca a este chico y su familia. ¿Qué es lo que está planeando?”, explica Kaczmarek. “Para ello el personaje del padre Amorth debe hacer una gran labor de investigación, hasta que descubre una historia olvidada y encuentra la conexión entre el demonio y sus apariciones anteriores”.
En la película podemos ver como el padre Amorth y su compañero, el padre Esquibel (interpretado por Daniel Zovatto), investigan una posesión en la abadía de San Sebastián en España, donde una familia está empezando de cero reformando un viejo edificio. “La abadía lleva mucho tiempo perteneciendo a la iglesia católica y descubren algunas cosas que ocurrieron ahí”, dice Crowe. “Son eventos que ocurrieron durante la época más oscura de la iglesia católica, una época en la que se le infligían castigos a las personas que no demostraban una profunda religiosidad. Pensamos que esa era una forma excelente de ahondar en la historia de España”.
En esta historia los cineastas han contado con el concepto de los ángeles caídos. “La premisa principal de la película parte de una descripción incluida en la Biblia sobre Lucifer y los ángeles caídos”, dice Crowe. “La forma en la que se les echa del paraíso y son encerrados bajo tierra. ¿Han sido derrotados? Ese es el gran argumento que se revela a medida que avanza la película, cuando los curas descubren con quién están lidiando”.
Dentro del equipo de cineastas podemos encontrar como productor ejecutivo a Edward Siebert, un cura jesuita fundador de Loyola Productions. “Mi objetivo es contar historias que importen. Historias que entretengan, que eduquen y que inspiren”, aclara Siebert.
Eso es lo que le atrajo al proyecto en un principio. “Llevamos contando historias del bien y el mal desde el principio de los tiempos,” comenta Siebert, “pero la vida del padre Amorth y su papel luchando contra el mal es algo que se debe saber. Al ser cineasta y jesuita me he encontrado en una posición única para adquirir los derechos de la historia del padre Amorth y ayudar a dar forma al proyecto”.
Obviamente, El exorcista del papa es una historia algo distinta de las películas con tintes religiosos. “Hoy en día los espectadores tienen la capacidad de entender la moraleja del cine de masas sin que tenga que ser contenido tradicionalmente religioso”, explica Siebert. “El exorcista del papa ahonda en algunos de los aspectos más controvertidos de la fe. Cuando arrojamos luz sobre el mal y el pecado nos refleja el dolor de nuestro pasado y presente. Los demonios de la película pueden parecen algo exagerados, aunque las perturbaciones y mal que reside en nuestro interior siguen teniendo la habilidad de tomar el control de nuestra vida. Siempre he pensado que una parte central de la fe es el poder de la oración, saber dar nombre a los demonios, el perdón de los pecados y la superación del mal. Toda historia que termine con la derrota del enemigo es una historia de esperanza”.
Sobre el verdadero Padre Amorth
Gabriele Amorth nació en 1925 en Módena, en el norte de Italia. Era el segundo hijo de un abogado y recibió la llamada de la iglesia desde pequeño, aunque el destino tuvo planes distintos para él. “Su vida es muy interesante desde pequeño”, dice Russell Crowe. “A los 17 años fue a Roma con idea de convertirse en cura, pero le respondieron que era muy joven, que tenía que vivir un poco la vida antes de responder a la llamada de Dios”.
Estalló entonces la Segunda Guerra Mundial y Amorth fue llamado a filas por el ejército italiano, aunque al poco tiempo cambió de bando y emprendió la lucha contra el fascismo y los Nazis. “Eso parece algo típico que haría él”, dice Doug Belgrad. “Cuestionaba la autoridad, cuestionaba las instituciones y luchaba por sus creencias”.
“Acabó luchando contra los fascistas”, continúa Doug Belgrad. “Tras su experiencia en la guerra entró en la escuela de derecho”. Amorth trabajó brevemente para Giulio Andreotti, el futuro primer ministro italiano, en el grupo de juventudes del Partido Democrático Cristiano, un partido católico centrista.
“Aunque nunca se olvidó de la llamada”, dice Russell Crowe. En 1951 Amorth hizo sus votos con la iglesia. “Cuando volvió a Roma tras unos años y con más experiencia le dieron la bienvenida. Tener más experiencia en la vida hace que sea más fácil para un cura dar consejos a una comunidad. Sus colegas se quedaron tranquilos con el arraigo de su fe y su compromiso con la iglesia”.
En 1986 le asignaron desde Roma asistir al padre Cándido Amantini, el exorcista jefe del Vaticano de entonces. Cuatro años más tarde fundó la Asociación Internacional de Exorcistas y en 1992, cuando el padre Amantini murió, Amorth se convirtió en el exorcista jefe.
“Gabriele Amorth tenía una fe tan pura que le dotaba del coraje necesario para desempeñar el trabajo”, continúa Russell Crowe. “Es una labor muy oscura. Tu labor es tratar con gente que está sufriendo profundamente. Muchos necesitan ayuda psicológica, por lo que derivaba prácticamente el 98% de los casos a otros expertos médicos. Él creía que en realidad había muy pocos casos de posesión demoniaca. Gracias a esto era capaz de discernir un caso inexplicable cuando se topaba con él”.
El cura dirigía estos rituales con todas las herramientas de su oficio: crucifijos, agua y aceite benditos, un libro de rezos y su estola morada, que normalmente colocaba alrededor del cuello de la persona afectada.
A pesar de todas estas situaciones tenebrosas, Amorth era un hombre alegre. Empezaba sus rituales literalmente despreciando al demonio. Contaba chistes como: “¿Sabes por qué el Diablo huye cuando me ve? ¡Porque soy más feo que él!”. El cura solía decir que esto lo hacía porque al Diablo no le gustan los chistes.
El padre Gabriele Amorth murió en 2016 a los 91 años, tras lo que todo Italia se puso de luto. “Pero la leyenda del cura sigue viva”, celebra Doug Belgrad. “El padre Amorth era un iconoclasta, un pensador libre con alma valiente que dedicó toda su vida a ayudar a gente afligida”.
Fuente Departamento de Prensa Sony Pictures Entertainment Iberia
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