El extranjero (2025), película dirigida por François Ozon, es una adaptación moderna y audaz de la icónica novela de Albert Camus, que explora temas de absurdo, moralidad y la búsqueda de significado en un mundo indiferente. El extranjero sigue a un joven que comete un crimen sin motivo aparente en la playa de Argel, y se enfrenta a las consecuencias de sus acciones en un juicio que revela más sobre la sociedad que sobre su propia psique. Se trata de una reinterpretación contemporánea del texto existencialista, con el estilo provocador e íntimo que caracteriza a Ozon. Estreno el 19 de diciembre de 2025 en salas de cine españolas tras haberse presentado mundialmente en la Sección Oficial del Festival de Venecia, donde compitió por el León de Oro y tras participar en la Sección Perlak de la 73ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Crítica de 'El extranjero (2025)'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El extranjero
Título original: L'Étranger / The Stranger
Reparto:
Benjamin Voisin (Meursault)
Rebecca Marder (Marie Cardona)
Pierre Lottin (Raymond Sintès)
Denis Lavant (Salamano)
Swann Arlaud (Capellán de la prisión)
Benjamin Hicquel (Gendarme del Palacio de la Justicia)
Jean-Charles Clichet (El abogado)
Jean-Benoît Ugeux (El director del asilo)
Año: 2025
Duración: 122 min.
País: Francia
Director: François Ozon
Guion: François Ozon. Novela: Albert Camus
Fotografía: Manuel Dacosse (B&W)
Música: Fatima Al Qadiri
Género: Crimen. Drama judicial
Distribuidor: BTeam Pictures
Tráiler de 'El extranjero (2025)'
Sinopsis
Argel, 1938. Meursault (Benjamin Voisin), un hombre tranquilo y reservado de unos treinta años, asiste al funeral de su madre sin derramar una lágrima. Al día siguiente, inicia una aventura con Marie (Rebecca Marder), una compañera de trabajo, y vuelve a su rutina con aparente normalidad. Pero su vida se ve alterada por su vecino, Raymond Sintès (Pierre Lottin), que lo involucra en sus oscuros asuntos personales. Bajo un sol sofocante, en una playa desierta, un encuentro fortuito desencadena un trágico suceso que cambiará su destino…
Dónde se puede ver la película en streaming
La indiferencia como condena
El extranjero (2025) traslada a la pantalla una de las novelas más influyentes del siglo XX, el texto de Albert Camus que convirtió la apatía y el absurdo en materia literaria. El extranjero respeta en líneas generales la estructura del relato original, pero ahí reside también uno de sus principales problemas. La adaptación se limita a reproducir los hechos sin encontrar nunca una representación cinematográfica potente para el monólogo interior que sostiene la novela.
El resultado es un relato frío, deliberadamente distante, que transmite el vacío existencial de su protagonista, pero que a menudo lo hace a costa del interés narrativo. La reflexión sobre la justicia, la moral social y la hipocresía colectiva sigue siendo pertinente, pero la película no consigue que esa vigencia se traduzca en tensión dramática sostenida.
Ozon en clave contenida
François Ozon adopta una dirección austera, consciente del peso filosófico del material de partida. Su puesta en escena evita el exceso y se apoya en la repetición, la quietud y la observación distante para reforzar la idea de absurdo y alienación. Ozon parece más preocupado por ser fiel al espíritu de Camus que por encontrar una voz cinematográfica propia para el relato.
El extranjero avanza con un ritmo monótono que refuerza el estado mental de Meursault, pero que también genera una sensación de estancamiento. La dirección es coherente, pero poco estimulante, como si la película se resignara a ser una representación respetuosa más que una reinterpretación viva.
Atrapado en su silencio
Benjamin Voisin, que interpreta a Meursault, asume un reto complejo, encarnar a un personaje cuya principal característica es la ausencia de emociones visibles. Su trabajo es preciso y controlado, pero también limita la posibilidad de empatía.
Esa falta de expresividad es fiel al personaje, pero en el contexto cinematográfico provoca un distanciamiento constante con el espectador. El reparto secundario cumple correctamente, especialmente en las escenas de la segunda mitad de la película, donde la hipocresía social y el moralismo colectivo emergen con mayor claridad.
El peso moral
En el apartado técnico, El extranjero destaca por su fotografía, que utiliza el blanco y negro como elemento opresivo. El "sol argelino" no es un simple fondo, sino una presencia constante que aplasta a los personajes y condiciona sus decisiones, en clara sintonía con la novela.
El montaje es pausado y funcional, sin buscar sobresaltos, y la música aparece de forma muy medida. Todo contribuye a crear una atmósfera asfixiante y seca, aunque también refuerza la sensación de rigidez.
Conclusión de 'El extranjero'
El extranjero (2025) es una adaptación respetuosa y coherente con la obra de Albert Camus, pero también es una película que se queda atrapada en su propia fidelidad. Transmite bien la idea del absurdo y la indiferencia existencial, pero lo hace de una forma demasiado plana para resultar verdaderamente interesante.
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