El lobo de Snow Hollow (The wolf of Snow Hollow) es un thriller sobre licantropía que toma como punto de partida una serie de brutales asesinatos en un pueblo de Utah (Estados Unidos), con la hipótesis de que un presunto hombre lobo sea el ejecutor. Dirige la película Jim Cummings (Thunder road), que además interpreta el rol principal. En el reparto también aparecen Riki Lindhome (Puñales por la espalda, Lo que esconde Silver Lake), y Robert Foster (Jackie Brown, Mullholland Drive). La película tuvo un estreno limitado en algunos cines de Estados Unidos el pasado 9 de octubre. En España llegará a través de Movistar+, directamente a VOD, el próximo 10 de julio.
Crítica de 'El lobo de Snow Hollow'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El lobo de Snow Hollow
Título original: The Wolf of Snow Hollow
Reparto:
Jim Cummings (John Marshall)
Riki Lindhome (Detective Julia Robson)
Robert Forster (Sheriff Hadley)
Chloe East (Jenna Marshall)
Will Madden (Paul Carnury)
Annie Hamilton (Brianne Paulson)
Jimmy Tatro (PJ Palfrey)
Año: 2020
Duración: 83 min.
País: Estados Unidos
Director: Jim Cummings
Guion: Jim Cummings
Fotografía: Natalie Kingston
Música: Ben Lovett
Género: Terror. Comedia
Distribuidor: Movistar+
Tráiler de 'El lobo de Snow Hollow'
Sinopsis
Un policía de un pequeño pueblo (Jim Cummings), que lucha con un matrimonio fallido, una hija rebelde y un equipo mediocre de oficiales, tiene la tarea de resolver una serie de brutales asesinatos que están ocurriendo en la luna llena. Mientras está consumido por la búsqueda del asesino, lucha por recordarse a sí mismo que no existen los hombres lobo... (Warner Bros)
Dónde se puede ver la película en streaming
Rastros de sangre en la nieve
De El lobo de Snow Hollow (The wolf of Snow Hollow), si leemos su sinopsis, vemos su carátula, o algún fotograma estratégicamente escogido, puede parecer una película de terror. Pero es solo chapa y pintura. Sí que es cierto que la premisa inicial tiene un parentesco con lo macabro. En un pequeño pueblo de Utah, llamado Snow Hollow, comienzan a ocurrir una serie de violentos asesinatos que pondrán en estado de jaque a la población y a las autoridades locales. La brutalidad de los ataques hace saltar la chispa, un tanto paranoica, de que las muertes pueden ser ejecutadas por un licántropo.
Al mando de la investigación se coloca el ayudante del sheriff, John Marshall (Jim Cummings) un hombre atribulado por toda suerte de problemas personales que, en un momento bastante bajo, ha de enfrentarse a unos crímenes francamente espinosos. El sheriff es su padre, Hadley (Robert Foster), un anciano enfermo y evidentemente incapacitado para seguir ejerciendo su labor, que se resiste a dejar su puesto y a sentirse inútil. La relación con John es difícil, partiendo de la base de que éste siente que debe impresionar a un progenitor que presupone que no le aprecia lo suficiente.
Los problemas de John no acaban ahí. La relación con su hija, Jenna (Chloe East), es manifiestamente mejorable. Una vez dispuestas las bases del planteamiento vemos que los problemas personales acotan un espacio tan grande o mayor que la trama de los asesinatos de origen desconocido. La ambientación en un pequeño pueblo nevado debería ayudar a contribuir a la intriga, pero todo tiene sus matices.
Un agente de la ley sobrepasado
El lobo de Snow Hollow (The wolf of Snow Hollow) juega a tener un manojo de referencias a las que no acaba de hacer honor. La historia del hombre lobo, en sus trazas modernas, podría llevarnos a pensar en parecidos con Aullidos (1981) o Un hombre lobo americano en Londres (1981). No obstante, la película no se adentra en el género de terror, o lo hace de una manera tan sutil que resulta inane. La idea de los letales ataques licantrópicos casi parece conformar un macguffin para realzar las malandanzas familiares y personales de John Marshall.
Tomando la vía del humor negro, y el hecho telúrico de que la acción se sitúe en un pueblo nevado, hace que olfateemos algún parentesco con Fargo (1996). La película además sí que recurre a la comedia basada en el patetismo de unos personajes medianamente pintorescos, pero tampoco acaba de captar el espíritu de los hermanos Coen. Si nos paramos a pensarlo, quizá de forma involuntaria, la película se aproxima a Aflicción (1997), de Paul Schrader. Por supuesto, sin el peso de aquella.
Los asesinatos nos recuerdan de vez en cuando el parentesco con el género de terror, pero parece más un intento de llenar los intersticios de un drama familiar salpicado de humor que otra cosa. La parte buena es que El lobo de Snow Hollow (The wolf of Snow Hollow) tiene cierta visión, una mirada autoral no muy afecta a la comercialidad, a pesar de sus parecidos razonables. Digamos que hemos dado con un ejemplar de tragicomedia indie.
Factura y actuaciones
El lobo de Snow Hollow (The wolf of Snow Hollow) tiene una fotografía elegante y una puesta en escena razonablemente cuidada. Capta con acierto cierto pintoresquismo, como de estampa bucólica de la América profunda. Los asesinatos están filmados con oficio, si bien el fuerte de la película no es la atmósfera de miedo. Aun así, cierta sensación de incomodidad sobrevuela la película de vez en cuando. Jim Cummings es el gran artífice de El lobo de Snow Hollow. Es el encargado de tres niveles básicos: dirección, guion y actuación principal.
Gran parte del humor que pretende crear El lobo de Snow Hollow, se fundamenta en el crescendo de histeria del personaje de Cummings, cuyas exageradas reacciones y decadencia continua (añadamos el alcoholismo a sus problemas) se basan en lo grotesco. Al final de todo, la actuación es vocinglera y se mueve en la delgada línea del histrionismo. Como humor negro funciona a medias. El personaje de su padre, el figurativo sheriff Hadley, interpretado por Robert Foster, produce una sensación de afecto melancólico. Se echa de menos su presencia en algunos momentos, pero deja un buen sabor. Fue su último papel antes de morir.
Otro personaje importante es el de la detective Julia Robson (Riki Lindhome). Está refrendado por una buena actuación, pero acaba teniendo un peso relativamente escaso. Nos cae bien, pero esperábamos una presencia de mayor enjundia. Por su parte, Chloe East, en el papel de hija de John, hace de catalizador de su histeria y refuerza el ligero malestar que merodea la película. Hablamos de un film, en fin, que cercado de influencias más o menos reconocibles, va al ritmo de Jim Cummings y resulta algo extraña.
Conclusiones de 'El lobo de Snow Hollow'
El lobo de Snow Hollow (The wolf of Snow Hollow) es una película algo frustrante. Todas sus virtudes parecen quedarse a mitad de camino, lejos de la orilla. Como película de género adolece de mordiente; como comedia se apoya en un humor demasiado histérico. Aunque la sensación de incomodidad está más o menos bien lograda, no se materializa en nada particularmente inquietante o turbador. Es evidente que la mezcla de géneros e influencias ha pasado por el personal filtro de Cummings. Lástima que el resultado final nos deje tan fríos como el nevado paisaje de la película.
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