El mundo de ayer es un drama político dirigido por Diastème ("Juillet aout"), que adapta la novela homónima de Stefan Zweig. La trama se centra en los días previos a la primera vuelta en las elecciones a la presidencia francesa. Con un candidato de la extrema derecha que amenaza la futura estabilidad de la república francesa. La cinta está protagonizada por Léa Drucker ("Custodia compartida"), Denis Podalydès ("Fantasías de un escritor") y Alban Lenoir ("Big Bug"). La película llega a los cines españoles el 29 de abril de 2022.



El mundo de ayer

Crítica de 'El mundo de ayer'

Ficha Técnica

Título: El mundo de ayer
Título original: Le Monde d'hier

Reparto:
Léa Drucker (Isabelle de Raincy)
Denis Podalydès (Franck L'Herbier)
Alban Lenoir (Patrick Hérouai)
Benjamin Biolay (Didier Jansen)
Emma de Caunes (Lucie)

Año: 2022
Duración: 89 min.
País: Francia
Director: Diastème
Guion: Diastème. Novela: Stefan Zweig
Fotografía: Philippe Guilbert
Música: Valentine Duteil
Género: Drama. Política
Distribuidor: Adso Films

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Tráiler de 'El mundo de ayer'

Sinopsis

Mientras se prepara para dejar la política, Elisabeth de Raincy, presidenta de Francia, descubre que un escándalo afectará a su sucesor designado y dará la victoria al candidato de extrema derecha. Ella y su equipo tienen tres días para cambiar el curso de la historia por todo tipo de medios y estrategias. (Adso Films)

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Adaptando a Stefan Zweig

El mundo de ayer es una adaptación de la novela célebre, del mismo nombre, del escritor austriaco Stefan Zweig. Una novela autobiográfica, publicada en los años cuarenta, que recopilaba los fragmentos de un mundo que su autor veía finiquitado. Un testimonio que aquí se adapta a los intrincados pasillos del Elíseo. En los días previos a la primera vuelta de unas elecciones francesas que pueden ser históricas, en el mal sentido. Ya que tras una filtración, el asesor de la presidenta le confiará una terrible noticia. El candidato a la extrema derecha ganará las elecciones, si el sucesor del partido republicano no se aparta.

Una situación que sacará los peores instintos de los poseedores del poder galo. Liderados por Elisabeth (Léa Drucker), la presidenta saliente de los republicanos. Luc Gaucher, el candidato republicano a relevarla, protagonista del fatal escándalo. Didier, el primer ministro, y Franck, el asesor supuestamente fiel de la presidenta. Junto a los que destacará Patrick, el escolta de Elisabeth y testigo directo de gran parte de las maquinaciones presidenciales.

El mundo de ayer
Copyright Adso Films

Lo más rastrero de la política

Argucias que a El mundo de ayer le sirven para reflexionar, entre otros aspectos, sobre la moralidad de ciertos actos. ¿Está todo permitido a la hora de luchar contra el ascenso de la extrema derecha? ¿Se debe plantar cara a este tipo de populismos haciendo uso de lo más bajo de la política? Dilemas éticos que todos los personajes parecen tener muy claro. Demostrando que hay un momento en el que el poder engancha. De modo que más allá de los ideales que les llevaron hasta la alta política, parece que todos han sucumbido al poder. Y si bien, la amenaza interna que puede suponer un presidente de extrema derecha es muy aterradora. Los personajes que transitan por esta película parecen tener su ego por encima de la famosa libertad, igualdad y fraternidad.

En un viaje a las cloacas del estado francés, de apenas unos días, que valdrá para agudizar los peores instintos. Y que además propiciará una humanización inesperada del personaje de la presidenta francesa. Una mujer, que aunque se niegue a ello, más allá de política es humana. Un ser humano que recibe las llamadas preocupadas de su hija y que vive esta carrera contrarreloj por partida doble. Ya que se enfrenta a una verdadera lucha fratricida por su vida. Lucha que su sed de poder le hace mantener en la sombra, demostrando su pérdida de juicio. O simplemente su ciega ambición.

Le Monde d'hier
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Oscura, angustiosa y pertinente

Ambiciones y trapos sucios que El mundo de ayer encuadra siempre desde la oscuridad.  Creando un ambiente muy opresivo e insano, facilitado por el predominio de interiores. Sin olvidar mencionar una música no diegética clásica, casi otra protagonista, que le da un toque marcadamente crepuscular a la historia. Con muchas secuencias que se cimentan en torno a su retorcido guion. Viéndose un marcado tono teatral que quizás no acaba de destacar dentro del lenguaje cinematográfico. En ocasiones, un tanto rutinaria. Aunque muy actual, con esa injerencia rusa. Y con esa segunda vuelta de las elecciones francesas, que disputa Marine Le Pen.

A pesar de ello, sin duda, la película cuenta con una magnífica interpretación de Léa Drucker. Muy veraz en su papel como presidenta francesa en sus últimos estertores políticos. Siempre con un rostro enigmático, muy difícil de descifrar. Y llevando en un segundo plano dramático su amenaza interior. Sin embargo, ese magnífico papel echa en falta un mejor acompañamiento. Porque ninguno de los hombres que la secundan están dotados de un gran magnetismo. Siendo incapaces de despertar una gran empatía o aversión en el espectador. Lo que al final influye en las intrigas y embrollos políticos que todos tejen con dedicación. Ya que le resta intensidad a todo ello.

Le Monde d'hier
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Conclusión 'El mundo de ayer'

En resumen, El mundo de ayer es una curiosa película sobre las recovecos del poder. Con una presidenta saliente y su camarilla enfrentados a la amenaza de un candidato de extrema derecha. Un personaje que puede poner en jaque los designios de la república francesa y que activará la maquinara más oscura para desbancarle de las elecciones. En un retrato muy oportuno, que llega con Francia aguantando la respiración ante la cercanía de Le Pen. Y que adapta la novela crepuscular del escritor austriaco Stefan Zweig.

De marcado tono teatral, destaca por su interpretación protagonista, sencillamente magnífica. Aunque anda falta de otros personajes con los que alimentar la sed del espectador. Un espectador que quizás también puede acabar un poco aletargado, por la puesta en escena de la cinta. Siempre opresiva y oscura, de un realismo feroz, pero posiblemente un poco desnortada en el universo cinematográfico.

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