El cineasta, escenógrafo y escritor francés Sébastien Marnier, mención especial en el Festival de Sitges por La última lección (2018), regresa a la gran pantalla con su tercer largometraje El origen del mal. Este thriller psicológico bebe de la célebre fábula de Tolstoi y explora los límites de la maldad en las entrañas de una familia atípica y un tanto perversa. Tras su paso por el Festival de Cine de Venecia, donde estuvo nominada al León Queer y al Premio del Público de la sección Horizonte Extra, y también del Festival International du Film Francophone de Namur, El origen del mal llega a las salas de cine españolas el 7 de julio de 2023 de la mano de VerCine.
Crítica de 'El origen del mal'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El origen del mal
Título original: L'origine du mal
Reparto:
Suzanne Clément (Stéphane Marson)
Laure Calamy (Nathalie Cordier)
Doria Tillier (George Dumontet)
Jacques Weber (Serge Dumontet)
Naidra Ayadi (Samira)
Dominique Blanc (Louise Dumontet)
Céleste Brunnquell (Jeanne Patterson)
Clotilde Mollet (La casera o la propietaria)
Véronique Ruggia (Agnès)
Año: 2022
Duración: 125 min.
País: Francia
Director: Sébastien Marnier
Guion: Sébastien Marnier
Fotografía: Romain Carcanade
Música: Philippe Brault, Pierre Lapointe
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: VerCine
Tráiler de 'El origen del mal'
Sinopsis
En una lujosa villa junto al mar, una modesta joven encuentra una extraña familia: un padre desconocido y muy rico, su caprichosa esposa, su hija, una ambiciosa empresaria, una adolescente rebelde y una inquietante sirvienta. Alguien está mintiendo. Entre sospechas y mentiras, el misterio se instala y el mal se extiende... (VerCine)
Dónde se puede ver la película en streaming
Tela de araña de personajes
La película de título original en francés El origen del mal, está planteada, en su guion elaborado por su director, como una fábula moral sobre las complejas y retorcidas relaciones de una familia de clase socioeconómica alta. El principal protagonista Serge, Jacques Weber, es el patriarca de la familia, hombre emprendedor que ha conseguido un emporio de propiedades hosteleras diversas a lo largo de su vida como empresario.
Paralelamente también ha ido acumulando un sucesivo historial de amantes y parejas hasta llegar a la actualidad, donde convive con una de sus primeras parejas, Louise, Dominique Blanc, mujer de fuerte carácter y personalidad ambigua. Con ellos viven, su hija George, Doria Tillier, que lleva la dirección económica del holding de empresas hosteleras, y Jeanne, Céleste Brunnquell, joven de diecisiete años hija de George y entusiasta de la fotografía.
La familia es atendida por Agnés, Véronique Ruggia, mujer de mediana edad que se ocupa de todas las tareas domésticas de la casa, teniendo un gran poder en el funcionamiento de la familia. Fuera de la gran mansión de lujo junto a la costa donde viven, están dos personajes femeninos importantes cumpliendo condena en una cárcel de mujeres por sus vidas turbias. Stéphane, Suzanne Clément, y su compañera en la prisión, Blandine Laignel.
En la primera parte de El origen del mal queda planteado el conjunto de protagonistas para luego ir desgranando sus complejas relaciones, que dejan ver complicidades y rivalidades motivadas por sus intereses personales muy diferentes.
Una familia con grietas
Stéphane desde la cárcel comienza a indagar sobre sus orígenes familiares, que en su intensa búsqueda le lleva hasta la exclusiva finca junto al mar, donde está la gran mansión abundante en las aguas turbulentas de la familia de Serge. El trabajado guion va dosificando minuciosamente la trama de ésta tormentosa familia que cada vez se parece más a un nido de víboras. Poco a poco van apareciendo evidencias de secretos familiares, celos, rivalidades, verdades ocultas, complicidades, ambiciones económicas, complots y falsas apariencias.
Mientras tanto, el inestable ecosistema familiar en torno al patriarca Serge se va agrietando en su estructura, a medida que la reclusa Stéphane cada vez tiene una mayor presencia en la vida familiar. Sus estancias en los días sueltos de permisos carcelarios son recibidas de manera muy diferente por los distintos miembros de la familia, entre su cada vez mayor acercamiento a Serge y la celosa desconfianza de George.
De manera simultánea, El origen del mal muestra las relaciones ambivalentes de Stéphane con su compañera de prisión, entre la pasión y la posesividad. También las relaciones con las otras presas y sus vigilantes carcelarias, Laurence Huby y Sheila Maeda.
El guion está bien elaborado manteniendo la coherencia y el interés a lo largo del metraje, haciendo varios giros de la trama que hacen que debamos estar muy atentos para seguir la acción de los protagonistas. El sistema familiar es una maraña de personajes peleando, en tensión continua por sus propios intereses personales muy por encima de los colectivos. A su vez las apariciones cortas frecuentes de Stéphane que viene del exterior, lejos de traer aire limpio para el cerrado contexto familiar añade aún más toxicidad al de por sí claustrofóbico ambiente.
Una entretenida película con sorpresas finales
La ambientación es una de las partes mejor desarrolladas en El origen del mal, con una cuidada dirección de Arte, revalorizada por la gran fotografía de Romain Carcanade.
El guionista y director Sébastien Marnier ha cuidado mucho los detalles de sus protagonistas en sus complejas personalidades. Es muy simbólico que el personaje de Louise, pareja actual de Serge, esté caracterizada con su “silogomanía”, obsesión compulsiva por coleccionar todo tipo de objetos que almacena por toda la gran mansión, sótanos incluidos. También a ésta avaricia de nueva rica, el guion añade la cleptomanía de Agnés, desde su posición de privilegiada conocedora de los secretos familiares, con un creciente poder consolidado a través de sus años de trabajo en la mansión.
Las turbulencias y zozobras del sistema familiar son aguijoneadas por una misteriosa Stéphane, que está entre el mundo interior de la isla y el externo de la lejana prisión. Hay una señal más del cerrado ambiente donde todos los personajes están inmersos, el tener que desplazarse en yate para salir de la mansión y acceder al mundo exterior.
Mientras sigue el desarrollo del largometraje aumenta la tensión entre sus personajes, volviéndose más complejas e interesadas sus relaciones personales, a la vez que van emergiendo a la luz algunos secretos familiares. El desvelamiento de alguno de esos secretos va aclarando el por qué de ese ambiente de víboras, en un pequeño ecosistema familiar mayoritariamente de mujeres en torno al omnipotente pero cuestionado patriarca de la figura masculina de Serge.
El origen del mal también contiene otras secuencias diferentes, como la de la deriva judicial que toma la dinámica familiar, las suplantaciones de personalidades, revelaciones que salen a la luz, investigaciones policiales y un desenlace que sorprende. Todos éstos ingredientes tan variados hacen que la película sea bien recibida por el público que mantendrá la atención e interés hasta su final.
Conclusión de 'El origen del mal'
El origen del mal es una entretenida película, bien construida en su guion que mantiene su interés durante sus dos horas hasta un final con sorpresas. La compleja familia en torno a Serge, la única figura masculina, es un nido donde se entrecruzan los celos, complicidades y rivalidades.
Una buena ambientación bien fotografiada, además de la correcta interpretación de sus personajes principales hace que la película sea bien seguida hasta su final, sin hacerse larga por sus dos horas de metraje.
Reportaje de El origen del mal en Días de Cine TVE
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM