En 1999 llegó a los cines El proyecto de la bruja de Blair, de manos de Daniel Myrick y Eduardo Sánchez. Causó un gran impacto entre los espectadores por el realismo que se consiguió en la realización de la película. Por dicha razón, se convirtió en todo un éxito entre el público y, sorprendentemente, también obtuvo una muy buena recepción por parte de la crítica especializada.
Además, se hizo con premios de gran importancia como el Premio de la Juventud a la mejor película internacional en el prestigioso Festival de Cine de Cannes o el galardón a la mejor ópera prima en los Independent Spirit Awards. No obstante, paradójicamente, también consiguió el dudoso reconocimiento a la peor actriz para Heather Donahue y la nominación a la peor película en los Premios Razzie. Se estrenó originalmente en España el 29 de octubre de 1999.
Crítica de 'El proyecto de la bruja de Blair'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El proyecto de la bruja de Blair
Título original: The Blair Witch Project
Reparto:
Heather Donahue (Heather Donahue)
Joshua Leonard (Josh Leonard)
Michael C. Williams (Mike Williams)
Bob Griffin (Pescador)
Patricia DeCou (Mary Brown)
Año: 1999
Duración: 81 min
País: Estados Unidos
Dirección: Daniel Myrick y Eduardo Sánchez
Guion: Daniel Myrick y Eduardo Sánchez
Música: Antonio Cora
Fotografía: Neal Fredericks
Género: Terror
Distribución: Filmin
Tráiler de 'El proyecto de la bruja de Blair'
Sinopsis de 'El proyecto de la bruja de Blair'
La película que revolucionó el cine de terror para siempre. Una de las más rentables de la Historia del Cine. Tres amigos en el bosque, una cinta de vídeo y una terrible maldición se reúnen en El proyecto de la bruja de Blair.
El 21 de octubre de 1994, Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams entraron en un bosque de Maryland para rodar un documental sobre una leyenda local, "La bruja de Blair". No se volvió a saber de ellos. Un año después, fue encontrada la cámara con la que rodaron: mostraba los terroríficos hechos que dieron lugar a su desaparición. (FILMIN).
Dónde se puede ver la película
Los cuentos de la bruja
Desde hace ya muchos años el metraje encontrado se ha convertido en uno de los atributos utilizados en el cine de terror. Sin embargo, El proyecto de la bruja de Blair fue una de las cintas promotoras de la utilización de este tipo de recurso. Por lo cual, durante su estreno, se convirtió en todo un fenómeno, al ser una de las películas que supo sacar partido de ello y apoyó su propia historia en esta forma de ejecutar un film. El libreto no goza de una particularidad excesiva, más allá de los misterios que se forman en torno a un suceso paranormal. Incluso, comparte mucho de las características de otros guiones: un grupo de amigos, un bosque encantado, situaciones sin explicación… Por ende, esta cinta no destaca especialmente por el guion, pero lo que sí hace de una forma notable es adaptarlo al realismo verosímil que se busca.
Es muy posible que el guion no existiera tal y como se produce en el film, sino que se echara mano de la improvisación. Por lo tanto, hay que apreciar la forma en la que se ha estructurado para dar una coherencia y una columna vertebral plausible al film. No se puede negar que hay una idea muy atractiva, en especial, en hacer de lo cotidiano y de lo que podría ser cualquier excursión en una pesadilla. Por esa razón, se valora la disposición de no buscar el susto fácil. Es más, se comprueba que para la propia historia el principal leitmotiv de la historia es la bruja de Blair, pero el transcurso de la narrativa se ve influencia por ella, pero no es la problemática principal. De esta manera, se crea un imaginario que, todavía a día de hoy, queda plasmado en la mente del espectador.
El 'amateurismo' como principal baza
Los tres protagonistas de El proyecto de la bruja de Blair fueron Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael C. Williams, los cuáles también dieron sus propios nombres a los personajes. Para comenzar, Donahue es la columna vertebral de este trío de actores. Por un lado, la actriz hace una interpretación con bastante realismo, inclusive consigue crear cierta animadversión hacia los espectadores. Por lo cual, no se puede negar que su trabajo consiguiera llegar a un buen nivel de naturalidad, lo que hace que la experiencia sea todavía más orgánica. Aun así, hay puntos en los que le falta cierta fuerza, potencia, lo que provoca que su papel como protagonista principal dependa su equilibrio del resto de intérpretes. Por dicha razón, no consigue causar ella, en sí misma, tanto impacto en la audiencia.
Después, Joshua Leonard realiza una interpretación creíble, tiene mayor presencia escénica durante sus secuencias. Gracias a ello, consigue suplir la falta de consistencia del resto de sus compañeros de reparto. También se puede decir que su forma de interactuar frente a la cámara es efectiva y conecta, de alguna forma, con el público. No obstante, al no tener tanto peso, sirve como acompañante de la acción y de su principal protagonista, pero se podría haber explotado más su presencia. Luego, a Michael C. Williams le ocurre lo mismo que Donahue. Por una parte, tiene secuencias realmente buenas y con una gran naturalidad, mientras que en otras se pierde por unos derroteros que no le permiten ir más allá. Por suerte, los tres, en conjunto, forman un buen equipo artístico, que les permite convencer y dar verosimilitud a lo que se está narrando en el film.
Realismo escalofriante
Hablar de El proyecto de la bruja de Blair es, realmente, abordar la forma en la que se hizo el film de forma técnica y creativa. Aunque la idea es plausible, hay un guion con una estructura narrativa curiosa y unos actores con naturalidad, sin los efectos que provoca la artesanía de la imagen hubiera sido una película más. Por esa razón, hay que destacar cómo se llevó a cabo la técnica found footage. Lejos de seguir un esquema equilibrado, enfocado, planos fijos justificados… Se siguió una estructura de cámara en mano absoluta, incluyendo la irregularidad de su manejo en momentos de gran tensión. Gracias a ello, aunque pueda resultar incómodo para algunos espectadores, se le da un realismo que hace que merezca la pena ver el film por dicha razón. Debido a lo cual, da esa sensación de falso documental, que impacta más en la audiencia.
Por otra parte, no hubiera sido posible un buen uso de la cámara sin una organización bien llevada. En concreto, la dirección ha jugado un factor imprescindible, dado que se puede ver una buena ejecución de los elementos artísticos del film. Por un lado, el uso de símbolos y situaciones que crean el misterio, y, por otro, la artesanía de la tensión y de la oscuridad. Es innegable que la iluminación juega un papel fundamental, en especial, por la forma de hacer ese movimiento de luces y sombras, con significado detrás. De tal manera que, el terror no se busca en una consecución de sustos, sino en hacer al espectador partícipe de forma activa de lo que acontece. De esta forma, se envuelve en un terror más mental, donde el público es el que termina por completar el relato.
Conclusión
El proyecto de la bruja de Blair es un film que triunfa por su gran despliegue técnico, con un uso extraordinario del metraje encontrado y, por ende, de la cámara en mano. Además, el imaginario visual que se muestra, la fabricación de la tensión y el uso de la iluminación redondean su resultado. De modo que, el espectador debe formar parte de la película de forma activa. A nivel actoral, se forma un buen grupo, con naturalidad y realismo, aunque hay momentos en los que falta mayor presencia escénica. No obstante, a nivel narrativo no va mucho más allá y se queda en una historia que depende bastante de la realización. Una pesadilla terrorífica más mental, que se convierte en un frenesí de sensaciones escalofriantes.
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