"El psicópata": Una cita especial

Conoce a El psicópata en el Teatro de las Aguas. Un asesino en serie busca llevar su vida y sus muertes a una plataforma de streaming, donde se encuentra con profesionales igual de fríos, calculadores y narcisistas. Todos somos indecentes, hasta que se demuestre lo contrario.

Con frialdad y humor negro, un psicópata asesino repasa su problemática infancia y cuenta cómo Netflix robó su historia, mientras ejecuta su plan más macabro. (MUSAS PRODUCCIONES). 

Historia de una vida fuera de lo normal

La compañía Musas Producciones pone en escena el texto de Fernando Schmidt, El psicópata, un monólogo que se mueve entre la comedia negra y el “true crime” de una forma efectiva. Un reto complicado para el intérprete, dado que es un relato que se apoya completamente en la forma de ejecutarse. Sin embargo, cabe destacar que la pieza en sí tiene momentos realmente hilarantes, así como una conexión entre los diferentes guiños propios que hace que se afiance con el público el propio universo que se fabrica sobre las tablas. Por ello, se debe aplaudir que haya sabido mantener la coherencia en su estructura, siendo esto lo que mantiene la pieza con fundamento desde su inicio hasta el final.

Se tocan diversos temas, desde la propia psicopatía de su protagonista, como bien indica su título, hasta la manera en el que el sistema de producción se aprovecha de estas historias para el éxito de los famosos “true crime” que no pasan nunca de moda. Sin embargo, su punto más álgido se encuentra en un final diferente, fresco, que hace que el público se divierta y se deje una buena sensación tras marcharse de la sala. No obstante, hay momentos en los que las distintas fases por las que pasa el libreto no consiguen la misma lucidez, dejándose caer y no llegando al punch que sí tienen otras. Por ello, se apremia el entretenimiento y lo que se logra, pero sin ser una obra completamente redonda. Sería importante dar mayor cohesión y seguir favoreciendo el humor negro que se podría extraer de las situaciones que se ven sobre el escenario.

Frente al público

Uno de los aspectos más relevantes de este montaje de El psicópata es David Blanka, el cual sostiene todo el peso de la obra. El actor se muestra cómodo, transfiere diversos perfiles a los que sabe sacarles su jugo y hace que tengan consistencia en su manera de ejecutarlos. Además, la cercanía que muestra al espectador, permite que el foco no se quite de él, que parezca accesible y den ganas de escuchar lo que tiene que decir. Asimismo, se valora su valentía de perder absolutamente toda la vergüenza en sus distintos personajes, logrando que lo más irreverente brille y provoque las carcajadas en el público.

La puesta en escena es minimalista, una producción que tampoco desea meter muchos elementos sobre las tablas. Así, se propone una experiencia que pone más en valor la acción del actor sobre la escena que en lo que hay tras de él. Aun así, hay elementos a los que se saca provecho, como la máscara que se coloca en el principio de la obra. Por otro lado, las transiciones no son tan fluidas como se pudieran esperar, lo que hace que haya partes en las que el ritmo se para abruptamente, pasando algo de factura al resultado global. A pesar de ello, el conjunto es divertido, una experiencia nacida para entretener y cumple con su cometido. Especial mención al efecto del final, que sin desvelarlo, acompaña a la perfección al desenlace de la pieza.

Conclusión

El psicópata entretiene y logra mantener la atención del público en esta pieza de humor negro. Un texto que tiene varios momentos lúcidos, que fabrica un universo propio y en el que hay coherencia. David Blanka y su trabajo sobre las tablas es uno de los aspectos más destacados, un esfuerzo que merece ser mencionado y aplaudido. El montaje destaca en saber sus virtudes, intentar alejar sus flaquezas, aunque le pasa factura algunas decisiones, como las transiciones. Una historia que divierte y cumple con su cometido.

Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM