El rastro (Genombrottet), conmovedora y valiente miniserie de 4 episodios dirigida por Lisa Siwe, sobre un horrible caso de asesinato en Suecia que permaneció sin resolver durante 16 años. El tiempo es uno de los personajes principales de El rastro, drama criminal sueco que llegó a colarse en el Top 10 de Netflix en su momento. Se trata de un relato ficticio de una historia real, sobre la enorme y minuciosa investigación policial de un horrible doble asesinato que tuvo lugar en 2004 en la ciudad de Linköping. Desde el 7 de enero de 2025 se puede ver en la plataforma Netflix.
Crítica de 'El rastro'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El rastro
Título original: Genombrottet
Reparto:
Peter Eggers (John Sundin)
Mattias Nordkvist (Per Skogkvist)
Jessica Liedberg (Francy Arnesson)
Jonatan Rodriguez (Miran)
Karin de Frumerie (Lollo Jansson)
Annika Hallin (Karin)
Julia Sporre (Stina Eriksson)
Bahador Foladi (Saad Abbas/Saad)
Helen Al-Janabi (Elena Abbas/Elena)
Per Burell (Kjell Persson)
Fredrik Wagner (Peter/Oficial de policía)
Julius Fleischanderl (Ante/Ante Persson)
Lucas Grimstedt (David/David Nilsson)
Año: 2024
Duración: 40 min.
País: Suecia
Director: Lisa Siwe
Guion: Oskar Söderlund. Libro: Anna Bodin, Peter Sjölund
Fotografía: Rasmus Arrildt
Música: Matti Bye
Género: Drama. Intriga
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'El rastro (Genombrottet)'
Sinopsis
Tras 16 años sin resolver un impactante doble homicidio en Linköping (Suecia), un detective se alía con un genealogista para encontrar al asesino antes de que se archive el caso. (Netflix)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Un rompecabezas de 16 años
Imagina tener un caso sin resolver durante décadas, eso es lo que persigue el detective de El rastro, un doble homicidio que duerme en archivos polvorientos desde que los smartphones eran ciencia ficción.
La solución no viene con pistolas ni persecuciones, sino con un genealogista que rastrea ADN y utiliza técnicas innovadoras. El rastro (Genombrottet) juega a ser CSI: Suecia, mezclando tubos de ensayo con la niebla escandinava, el problema es que, aunque la ciencia avanza, los giros de guion siguen en la era del walkman, y son más que predecibles.
Lisa Siwe adopta un estilo realista y contenido, con una dirección que privilegia la atención al detalle y la observación meticulosa de los procesos policiales, planos largos y contemplativos, que refuerzan la sensación de aislamiento y la obsesión del detective.
Si bien el enfoque visual es impecable, la falta de momentos de tensión sostenida puede hacer que el relato pierda fuerza en ciertos episodios y eso que son pocos.
Dúo en blanco y negro
El prota es funcional, minimalista, y con cero chispa, transmite el agotamiento de quien lleva años viendo crímenes sin resolver, pero su cara tiene menos expresiones que un emoji de piedra, el genealogista, en cambio, es el friki que sirve de "alivio" en una trama tan intensa, habla de ADN como si fuera poesía y tiene una colección de archivos que harían llorar a un bibliotecario.
Los personajes secundarios de El rastro están bien delineados, pero su desarrollo es limitado, son espectros con nombre.
Suecia, ese país donde no existe el sol
La fotografía es un personaje más, calles vacías, bosques que susurran secretos, y casas con luces tenues como si el crimen hubiera apagado los focos. Sobresale una paleta de colores fríos y apagados, característica del cine y la televisión nórdica, que resalta la sensación de misterio.
La banda sonora es el susurro de un ventilador en invierno, existe, pero no sabes si es real o no, y el montaje es donde más patina El rastro, cortes tan pausados que hasta el suspense bosteza, es como si la serie temiera que un ritmo acelerado quitara tensión.
Conclusión de 'El rastro'
El rastro (Genombrottet) es un thriller nórdico bien construido, pero que no logra diferenciarse del resto de producciones del género.
Su mayor virtud radica en el uso de la genealogía forense como herramienta de investigación, algo original por supuesto, pero su falta de momentos de verdadera tensión y un ritmo que por momentos se vuelve demasiado introspectivo pueden hacer que no impacte tanto como otras propuestas similares.
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