El pasado 27 de mayo de 2021 fue el estreno de El silencio de Elvis en la sala Margarita Xirgu en el Teatro Español. Nuevamente, Sandra Ferrús se pone en la dirección y en la dramaturgia, reflexionando sobre la complejidad de las enfermedades mentales y el estigma social en ellas. Además, también aborda las repercusiones en las familias dependientes en tiempos de crisis. Para esta pieza teatral, ha contado con José Luis Alcobendas, Elías González, Martxelo Rubio, Susana Hernández, Concha Delgado y la propia Sandra Ferrús. Estará hasta el 13 de junio en el Teatro Español.
'El silencio de Elvis' y su importante mensaje
La Sala Margarita Xirgu del Teatro Español, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, acoge del 24 de mayo al 13 de junio las representaciones del estreno de El silencio de Elvis, obra escrita y dirigida por Sandra Ferrús e interpretada por José Luis Alcobendas, Elías González, Martxelo Rubio, Susana Hernández, Concha Delgado y la propia Ferrús. El espectáculo, que acerca al público un tema tan complejo como el de las enfermedades mentales y su estigma social, estará en cartel de martes a domingo, a las 19:30 horas.
Vicentín (José Luis Alcobendas) es un chico diagnosticado de esquizofrenia. Es muy alegre, le encanta cantar y bailar. Tiene el alma de Elvis en su interior. Su don es saber lo que la gente va a decir, su deseo, concursar en todos los realities de la tele. Su cruz, y la de su familia, sufrir una enfermedad mental en un país en crisis. Un cóctel de emociones ancestrales donde el estigma y el miedo a lo desconocido, a lo incontrolable, desestabiliza a nuestra sociedad, apresando y presionando a nuestro joven protagonista hasta que su única posibilidad de libertad es convertirse en pájaro.
Vivencias personales
Escrita y dirigida por Sandra Ferrús, el estreno de El silencio de Elvis parte de una experiencia personal de la autora, que ha dado forma a esta historia de amor, lucha, incomprensión y perseverancia para arrojar luz sobre el tema de las enfermedades mentales, poniendo el foco en las familias dependientes en tiempos de crisis.
“Hace años coincidí en un ascensor urbano con un chico que claramente sufría una enfermedad mental. Recuerdo que fueron los dos minutos más largos de mi vida. Yo estaba con mi bici y él, frente a mí, mirándome fijamente y balanceándose. Era corpulento, estaba segura de que me iba hacer daño. Pasé un miedo terrible. Cuando por fin se abrió el ascensor, mi corazón golpeaba fuertemente en mi pecho, salí corriendo de allí. El miedo se fue convirtiendo en ira, tenía 13 años y recuerdo que pensé: ¿cómo dejan a gente así en la calle? Aquel episodio me dejó huella, y cada vez que me encontraba con ‘gente de este tipo’, me producía rechazo”, cuenta la autora, directora y actriz.
Y continúa: “Pasados los años me tocó convivir con la enfermedad mental. Una persona muy especial a la que quiero con todo mi corazón desarrolla una enfermedad de este tipo. Esta trágica circunstancia me obligó a documentarme y a vivir muy de cerca todas sus consecuencias. Compruebo que aquello que me pasó a mí con 13 años le sucede a mucha gente. Y me encuentro con que esta gran persona no solo sufre exclusión social, sino que es castigado por nuestro sistema judicial”.
Un viaje valiente y emotivo
A partir de esa experiencia, incrementada por la falta de recursos a consecuencia de la crisis económica y social, Ferrús ha puesto voz a estas personas y a sus familiares. “Poner voz desde el sitio que yo conozco: desde las tablas, el amor y la alegría. Sin mayor pretensión. Lo único que me gustaría es que todos podamos conocer un poco más de cerca a estas personas, ponernos en su piel. Porque con las enfermedades mentales surge el miedo a lo desconocido y todavía se sigue estigmatizando a quienes las sufren. Quería que nos metiéramos en la cabeza y en el pecho de esa persona y de su familia, que comprendiéramos. Eso es lo importante, tratar de comprender”.
De este modo, El silencio de Elvis no es solo un viaje valiente y emotivo al interior de Vicente, sino también al de sus padres, que viven con él la incomprensión y el hartazgo; al de su hermana Sofía, y su lucha contra la administración y el sistema sanitario; y al de todos los personajes que entran y salen de la mente y de la vida de Vicente, como el mismísimo Elvis.
El silencio de Elvis es una producción de El vodevil S.L., Tanttaka Teatroa, Acrónica Producciones S.L. e Iría Producciones con diseño de escenografía de Fernando Bernués, diseño de iluminación y espacio sonoro de Acrónica Producciones y diseño de vestuario de Cadaunolosuyo.
FUENTE DPTO. DE COMUNICACIÓN TEATRO ESPAÑOL
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