"El sueño de la sultana": Descubrirse a través del saber

El sueño de la sultana nos presenta a Inés es una joven donostiarra incapaz de soñar y un poco perdida que descubre accidentalmente el libro El sueño de la sultana donde se describe el País de las mujeres, un lugar donde las mujeres son todas científicas y tienen el poder mientras que los hombres están encerrados en casa, limitados por su ignorancia. Fascinada por este clásico de la literatura utópica feminista, y por su autora, la escritora y activista musulmana Begum Rokeya Hossain, Inés se embarca en un viaje iniciático a través de la India en busca de las trazas de la autora y del País de las Mujeres. (FILMIN).

Donde se puede ver la película

Animación singular

Isabel Herguera apuesta por la animación en El sueño de la sultana, una película que ha llamado la atención por este motivo. En primer lugar, se aplaude que se fomente este tipo de género, que no siempre ha tenido popularidad dentro de la industria patria. A diferencia de otros films, éste potencia un diseño que sale del estándar, lo que hace que capte la atención de los espectadores. Asimismo, se ve una selección de colores exquisita, llevando al público a ese lugar lúgubre y mágico con el que interactúa su protagonista. En este sentido, se agradece que haya buscado dar personalidad a su largometraje. También destaca un simbolismo elegante, misterioso, que desemboca en un estado onírico que fomenta una experiencia centrada en la fantasía y la realidad.

El uso de distintos idiomas, incluyendo el euskera, haciendo gala del lugar de origen del film, es una elección acertada. Sin embargo, el plantel de actores de doblaje, en especial el de la protagonista, podría haber desempeñado un trabajo más fino. Por ejemplo, en la voz principal da una sensación de desgana, de un acabado que no coincide con la calidad de sus imágenes. En consecuencia, provoca cierta desconexión ante lo que sucede y se dice. Por otro lado, la música se convierte en un componente a subrayar, acompaña de una forma sobria y culmina el ritual que formula la imagen. No sucede lo mismo con el ritmo, el cual se ralentiza en exceso, haciendo complicado el visionado en varias ocasiones.

Buscar el sino

El hilo conductor de El sueño de la sultana es el propio nombre del film, que hace referencia al relato indio de Begum Rokeya, que abre la caja de Pandora existencial de su protagonista. Así, se formula una búsqueda interesante en varios aspectos, apreciándose la duda vital. Sin embargo, el desarrollo incide excesivamente en su visión, lo que impide una reflexión más limpia por parte de la audiencia. En consecuencia, hay partes que se podrían percibir como un panfleto, al no lograr una estrategia menos intrusiva en el pensamiento del espectador. A pesar de ello, se aprecia que hayan apostado por una historia que navegue por otras culturas, aportando riqueza a lo que se ve en pantalla y poniendo por bandera lo importante que es gratificarse de la sapiencia de otros lugares.

Hay un marcado mensaje feminista, que en sí se valora muy positivamente, no tanto el cómo y la forma. En este sentido, hay una preocupación en subrayarlo de una manera tan explícita, que da la sensación que el público necesita todo mascado y no es así. Por otra parte, se podría simplificar en varios puntos el guion, dado que pese a su duración, los acontecimientos no se desarrollan con dinamismo, lo que hace que sea un relato denso. Además, al no haber una gestión más efectiva en los momentos cumbres, no hay anclajes que permitan respirar al público, lo que hace que sea complicada de ver. En conclusión, un largometraje que parte de una idea muy potente y la explota en algunos puntos, pero se excede en ritmo y en la insistencia en los mensajes que desea dar.

Conclusión

El sueño de la sultana parte con buen pie, siendo una propuesta curiosa por un diseño de la animación exquisito y con personalidad. Sin embargo, en el guion se pierde ante tanto misticismo, así como en un subrayado excesivamente obvio en el mensaje que desea dar. Asimismo, el ritmo es denso en la mayor parte del film, convirtiéndola en una película complicada y sin lograr una mejor gestión de los momentos cumbres. Un cuento contemporáneo con sello propio artísticamente, que no logra conectar por una historia que no halla su lugar narrativamente.

Reportaje de El sueño de la sultana en Días de cine TVE

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