En fin es la nueva serie de David Sainz (Grasa, Malviviendo) y Enrique Lojo (Una vida menos en Canarias), quienes ya habían trabajado juntos en los guiones de las series Entertainment y Mambo. Sainz dirige y ambos escriben un guion cargado de comedia y subversión constante de los tópicos sobre el fin del mundo a los que estamos tan acostumbrados. José Manuel Poga, Malena Alterio e Irene Pérez forman una familia que se quedó descompuesta cuando el mundo entero recibió la noticia de que un planeta errante causaría el fin del ser humano en menos de un año. Cuando el planeta pasa de largo, nos quedamos con un mundo postapocalíptico, pero sin apocalipsis. Se estrena el 13 de septiembre de 2024 en Prime Video.
Crítica de 'En fin'
Resumen
Ficha Técnica
Título: En fin
Título original: En fin
Reparto:
José Manuel Poga (Tomás)
Malena Alterio (Julia Fernández)
Raúl Cimas (Romero)
Irene Pérez (Noa)
Luisa Gavasa (María)
Daniel Mantero (Molina)
Pepa Rus (Manoli)
Javier Botet (Miguel)
Adrián Pino (Toño)
Victor Rebull (Chino)
Numa Paredes (Carolina)
Leonor Watling (Amaia)
Año: 2024
Duración: 30 min.
País: España
Director: David Sainz (Creador), Enrique Lojo (Creador), David Sainz
Guion: David Sainz, Enrique Lojo
Fotografía: Fran Fernández Pardo
Música: Luis Almau
Género: Comedia. Acción
Distribuidor: Prime Video
Tráiler de 'En fin'
Sinopsis
El día en el que debería llegar el apocalipsis, Tomás (José Manuel Poga) se levanta resacoso en mitad de una orgía en una tienda de muebles. Hace meses, ante la noticia del fin del mundo, abandonó a Julia (Malena Alterio), su mujer, y a Noa (Irene Pérez), su hija, sin mirar atrás. Pero cuando el planeta errante que iba a chocar contra la Tierra pasa de largo y el mundo sigue girando, Tomás comprende la magnitud de su error. Ahora, tratará de recuperar su vida pasada y obtener el perdón de su familia, buscando reconstruir tras el no-apocalipsis un mundo que ya nunca volverá a ser igual.
Mientras, una Julia que ha vivido siempre con el freno de mano puesto ve esto como una segunda oportunidad, lanzándose a hacer todas esas cosas que no se atrevió a hacer antes. Noa, por su parte, se pregunta por qué los adultos se han empecinado en destruir el mundo ellos solos, sin necesidad de que ningún planeta gigante choque contra la Tierra. (Prime Video)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Armagge-non
En fin plantea un escenario post fin del mundo como ninguna ficción de su temática, porque aquí el apocalipsis no ha hecho los deberes. Vaya, que este nunca llega a suceder, aunque está a puntito. El gatillazo de los fines del mundo. Tomás (José Manuel Poga) es uno de tantos ciudadanos que abortaron su vida ordinaria por la noticia del fin de los tiempos y decidieron vivir lo que les quedaba inmersos en una orgía de impulsos y placeres. Una decisión no muy diferente de la que muchos escogerían ante la clásica pregunta ‘¿Tú qué harías si el mundo se acabara en unos meses?’. En fin empieza con otra pregunta más original, ‘¿Qué harías luego si el fin del mundo pasa de largo?’.
Pues en el caso de Tomás, intentar volver con el rabo entre las piernas. Toda decisión tiene su consecuencia. Que un padre de familia huya del hogar para pasarse casi un año entre fiestas y orgías tiene unas cuantas. Julia (genial Malena Alterio), su pareja de toda la vida y Noa (Irene Pérez), la joven hija de ambos, se han pasado el último año en la máxima normalidad. Como si no hubiese un enorme planeta rojo cada vez más próximo a impactar con la Tierra. Para Julia, que no ha hecho una locura en su vida, es ahora, que el mundo intenta volver a la normalidad y Tomás regresa buscando la absolución, cuando decide salirse de órbita y pensar en ella antes que en nadie.
Un fin del mundo muy nuestro
Esta España pseudopostapocalíptica es infinitamente entretenida de ver. Ninguna sorpresa, al estar bañada en el espíritu cómico que el cocreador David Sainz nos tiene acostumbrados desde los tiempos de Malviviendo. Todos los clichés sobre el fin del mundo están aquí pasados por el filtro del absurdo y de lo patético.
Una visión que Sainz y Enrique Lojo han sabido aplicar con admirable tino para construir una nueva sociedad aún más risible que la de ahora. El establecimiento de un nuevo orden en el que el dinero ya no importa pero la droga sí (más, es decir). Los conspiranoicos que las veían venir y tenían ya el búnker preparado (querría decir esto en cada párrafo pero intentaré limitarlo a este: qué grande es Raúl Cimas). La necesidad de nuevos garantes de la seguridad y la justicia ahora que ni el ejército ni la policía existen (aquí, los cuatro –o cinco– jinetes del Apocalipsis).
Cada capítulo de En fin empieza con un montaje musical, un remix de personajes hablando en televisión o Internet en el que se emulan memes de la España de las redes sociales y con el que se introduce el aspecto del "casi apocalipsis" que funciona como telón de fondo del episodio. Aunque veamos solo el microcosmos donde se desarrolla la historia, la sociedad deconstruida en la que viven ahora Tomás y Julia no decepciona y hasta te crees que, de ocurrir, nuestro país estaría más o menos así. Sectas que añoran los tiempos en los que parecía que el mundo se iba a acabar y todo tenía un sentido, un Gobierno que hace mucho que dejó de tener relevancia y niños salvajes que acojonan. Ningún capítulo flaquea, pero por destacar uno: el de la patrulla ciudadana es una risa constante.
Qué hacer cuando el mundo no se acaba
En fin es una serie fresca, original y, sencillamente, muy divertida. Está sustentada por un acertado reparto de actores y actrices ya curtidos, a los que podemos añadir también alguna cara joven que consigue destacar por cuenta propia. Al reparto principal ya citado hemos de añadir apariciones episódicas y resultonas de Javier Botet, Luisa Gavasa y Leonor Watling. A Sainz y Lojo el humor les funciona, pero también lo hace el contrapunto más dramático, e incluso hay margen para la reflexión sobre la condición humana y cómo actuamos cuando todo va a acabar y cuando sabemos que habrá un mañana. Sin ser ninguna superproducción, se nota el presupuesto detrás y el gran planeta rojo que ilumina a los supervivientes del ‘fin del mundo’ consigue ser un protagonista más de En fin, con una omnipresencia narrativa y visual.
El peso dramático recae en la familia de Tomás y, aunque él sea el protagonista inicial, la serie no duda en dedicar la misma atención a Julia y a Noa, teniendo ellas protagonismo central en varios capítulos. Tomás quiere hacer lo posible para ganárselas de nuevo, Julia quiere vivir ahora de verdad su vida y hacer lo que no ha hecho antes, y Noa queda entre medio, siendo el cada vez más hastiado único punto en común entre padre y madre. En fin evita que el componente dramático se coma al cómico y maneja el drama siempre supeditándolo a la comedia.
Conclusión de 'En fin'
Ríete de la agonía existencial porque el mundo se vaya a acabar. Es aún peor mentalizarte de que la vida sigue una vez ya te habías hecho a la idea de que el fin estaba aquí. Un fin del mundo sin fin del mundo genialmente construido y con unos personajes tan absurdos que parecen reales. Si te gusta el humor al que ya nos tienen acostumbrados David Sainz y Enrique Lojo, la verás como si el mundo se fuese a acabar.
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