Entrevista con mi hija Mari es la adaptación a escena de uno de los monólogos más emblemáticos de Antonia San Juan. Se estrenó el 2 de febrero en el Teatro Pavón y ha sido prorrogado hasta el 23 de abril. El texto está interpretado por la propia actriz y el músico y actor Yeyo Bayeyo.



Estreno de Entrevista con mi hija Mari

Crítica de 'Entrevista con mi hija Mari'

Ficha Técnica

Título: Entrevista con mi hija Mari
Título original: Entrevista con mi hija Mari

Reparto:
Antonia San Juan
Yeyo Bayeyo

Duración: 80 min. apróx.
Dirección: Antonia San Juan
Dramaturgia: Antonia San Juan
Ayudante de dirección: Vanessa Tejero
Diseño cartel:
Jau Fornés
Foto cartel:
Juan Macarro
Ilustración:
Pedro Fernández
Vestuario:
Antonia San Juan
Escenógrafa:
Antonia San Juan
Composición musical:
Ismael Merino
Jefe técnico:
Sergio Brusquetas
Regiduría:
Santiago Almeida
Producción Ejecutiva:
Diego Lorenzo González
Distribuidor nacional:
Mejor Hablar SL
Producción: Alma Producciones

Tráiler de 'Entrevista con mi hija Mari'

Sinopsis de 'Entrevista con mi hija María'

A través de la comedia y con reminiscencias cabareteras en Entrevista con mi hija Mari Antonia San Juan hace una crítica feroz hacia el patriarcado y el machismo instaurado como algo natural y aceptado socialmente. Con giros y ocurrencias inteligentes y cercanas, y con una capacidad interpretativa que no deja indiferente a nadie por su manera tan original de caricaturizar y deformar una realidad, que ya está deformada de por sí, Antonia San Juan lanza una crítica nada velada a la desigualdad aún imperante en nuestra sociedad, recreando la intra- historia de una mujer que, como tantas otras, viven el infierno tras la intimidad del hogar.

Utilizando el formato de un programa testimonial un personaje se sienta en un plató para abrirse en canal; el conductor del programa escucha el testimonio de la invitada que viene a narrar sus problemas personales y a buscar su minuto de gloria; el entrevistador aportará además datos y opiniones de personas allegadas, siendo sometida la invitada a un alto nivel de estrés; y siempre con bárbaras sentencias mediáticas, en la que la presunción de inocencia no existe porque está sometida a un juicio sumarísimo. (TEATRO PAVÓN). 



Entrevista con mi hija Mari
Foto de Alma Producciones

De Agrado a Estela, su lucha

Su personaje de Agrado en “Todo sobre mi madre”, con el que consiguió el Premio a mejor interpretación secundaria de la Unión de Actores, fue el punto de partida de la popularidad de Antonia San Juan. Le siguieron otros premios y personajes, como el de Estela Reynols en La que se avecina, que revolucionó la serie durante tres temporadas. Pero, San Juan no se quedó en la faceta interpretativa, a pesar del éxito cosechado. Siempre tuvo las miras puestas en crear su propio universo, escribirse sus papeles y así ha sido desde sus inicios.

Guionista y directora desde muy joven, la actriz canaria imprime pasión en todos sus proyectos y no deja de aprender y sorprender con cada uno de ellos. Montajes como Otras mujeres, Las que faltaban y Mi lucha son tres de los monólogos que ha escrito e interpretado y con los que ha cosechado gran éxito incluso fuera de España. Su intención, según sus palabras, siempre es divertir con sus propuestas, hacer reír, entretener, no reivindicar. Sin embargo, además de divertir, los textos de Antonia San Juan nos hacen reflexionar sobre las relaciones humanas, el machismo, la soledad, el abuso de poder o el amor. Y no solo eso, algunos de sus personajes remueven conciencias y tienen claros tintes subversivos.

San Juan ha comentado en alguna ocasión que no cree en la suerte sino en el trabajo y que su lucha es seguir aprendiendo y no dejar de hacerlo nunca con la misma ilusión con la que llegó a Madrid con 19 años. Y así lo ha hecho en el teatro y en el audiovisual, dirigiendo también cortometrajes como La china y largos como Del lado del verano en el que se rodeó de un joven reparto con talento.

Teatro Pavón
Foto de Alma Producciones

La televisión dentro del teatro

No sabíamos su nombre cuando la vimos en televisión por primera vez confesando que llevaba 20 años sin hablarse con su marido. Era una ama de casa anónima que relataba con mucha gracia las vicisitudes de una familia de clase trabajadora. El monólogo se titulaba "Mi hija Mari" y fue el origen de un personaje que se hizo enormemente popular.

En Entrevista con mi hija Mari el escenario del Teatro Pavón aparece transformado en un plató de televisión gracias a la escenografía de la propia Antonia San Juan. Una escenografía que reproduce el inconfundible saloncito listo para la charla del típico programa de cotilleo al que no le falta su maestro de ceremonias, más o menos reconocible. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, porque el programa lleva por nombre Húndeme y su presentador (Yeyo Bayeyo) tiene los escrúpulos que le permite su ambición. Durante unos minutos, su ego se adueña del escenario y camina de extremo a extremo irradiando retórica. El hombre que se gusta a sí mismo hasta el punto de describirse sin que nadie se lo pida y con la suficiente desvergüenza para reírse de su público.

Una vez que Cuca sale a escena, el presentador queda relegado a un digno segundo plano y es el perfecto compañero de reparto para ofrecer la réplica a una actriz cuya vis cómica está más que demostrada.  San Juan nos ofrece un repertorio de parlamentos a los que, solo en ocasiones, dan pie las preguntas del personaje interpretado por Yeyo. La ética y la corrección no son bienvenidas, porque no generan audiencia así que todo en Cuca es excesivo, loco, mezquino, al igual que lo es el contrato firmado con el programa que la obliga no solo a cantar, como ella se empeña en recalcar, sino a hablar de su vida. Por un cheque de 1.500 euros vale la pena perder la dignidad y exponer tus miserias.

Entrevista con mi hija Mari
Foto de Alma Producciones

Conclusión

Detrás de Cuca hay un texto inspirado en la vida cotidiana y en las historias televisivas más surrealistas, pero también hay una crítica al mensaje que lanzan ciertos formatos televisivos y sus mediáticos personajes. Y, quiero pensar, que al machismo.

Cuenta Antonia San Juan en una entrevista que el texto que representó para entrar en la escuela de arte dramático fue De Profundis, de Oscar Wilde y que la junta de profesores la invitó a dedicarse a otra cosa. Gracias a que no hizo caso a quien dudó de su talento podemos hoy disfrutar de sus guiones y sus particulares personajes. Siguió escribiendo y formándose como intérprete y a día de hoy produce sus obras, porque ella misma dice que podría vivir sin el cine y la televisión, pero no sin el teatro.

Entrevista con mi hija Mari es otra oportunidad para ver en escena a una actriz que hemos visto evolucionar y que aún tiene mucho que ofrecer. Valiente y divertida como aquella Agrado que nos enamoró y sin pelos en la lengua, tal y como nos gusta verla.

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