Estado impuro es una película de 142 minutos de 2020 de coproducción argentina y española por Monoconavaja Films. Dirigida, montada y producida por Arturo Prins. Es su primer largometraje tras los documentales “Autopsia de un amor” y “Damn, New York”. Sobre un guion de Carlos Sampedro, autor del argumento de “Demonios tus ojos”. La primera película de Prins es un drama erótico sobre los celos posesivos que surgen en las parejas ante el planteamiento de las relaciones poliamorosas. Estreno programado en salas de cine españolas para el 5 de enero de 2022.
Crítica de 'Estado impuro'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Estado impuro
Título original: Estado impuro
Reparto:
Lucas Foresi (Francis)
Stephanie Troiano (Alexandra)
Gonzalo Velasco (Daniel)
Florencia Lorenzo (Natalia)
Paulo Capobianco (Esteban)
Cyn Ciardullo (Paula)
Ull Galíndez (Jacobo)
Año: 2020
Duración: 142 min.
País: Argentina
Director: Arturo Prins
Guion: Juan Carlos Sampedro
Fotografía:
Música:
Género: Drama
Distribuidor: Monoconavaja Films
Tráiler de 'Estado impuro'
Sinopsis
Dos matrimonios convencionales están invitados a pasar el fin de semana en la casa de su amigo Daniel en un campo a las afueras de Buenos Aires. La comida transcurre agradablemente hasta que Daniel arroja la manzana de la discordia: ¿Siguen siendo felices juntos? ¿No os gustaría disfrutar de alguna aventura? ¿Realmente eligieron lo que quieren en esta vida o simplemente todo fue programado desde el principio? ¿Qué tiene de malo una relación abierta? A partir de allí lo que sigue es una discusión acalorada y provocadora donde se enseñan todas las capas que caracterizan la deconstrucción de la monogamia: el miedo y el deseo, los celos, la hipocresía y la curiosidad. La tensión se vuelve explosiva cuando la provocativa Alexandra junto a su compañero Jacobo se unen a la comida y anuncian su intención de tener una orgía entre todos. (Monoconavaja Films)
Dónde se puede ver la película
Una reunión de amistades en una gran finca
Estado impuro comienza con un inquietante zumbido de abejas durante un largo minuto antes de dar paso a las siguientes secuencias.
En sendos coches, dos parejas van por separado a través de carreteras polvorientas hasta un campo en las afueras de Buenos Aires. Allí han quedado con su amigo Daniel, Gonzalo Velasco, pintor y apicultor que les ha invitados para comer juntos y presentarles su nueva pareja.
Acuden alegres por volver a verse y disfrutar una comida al aire libre en su finca. Beben y charlan animadamente esperando que llegue la nueva pareja.
Estado impuro rodada como casi única localización en el chalet de la madre del director se plantea como un estudio de las relaciones en las parejas.
El guion de Carlos Sampedro nos presenta a las dos parejas de clase media, mediana edad y convencionales en su estilo de vida. Esteban, Paulo Capobianco, un abogado conformista, casado con la frustrada Natalia, Florencia Lorenzo. Por otra parte, Francis, Lucas Foresi, ingeniero exigente y perfeccionista, que acude con su joven hermosa e inquieta Paola, Cyn Ciardullo.
La reunión transcurre amistosamente mientras aguardan la llegada de la nueva pareja de Daniel. Tarda más de lo previsto por lo que entretienen el tiempo charlando, preparando la comida y bebiendo.
La dirección de fotografía y cámaras de Arturo Prins y Augusto Ponce recrea con luminosidad la espera en el exterior de la mansión y la celebración del encuentro amistoso en el gran jardín.
¿Relaciones monogámicas o poliamorosas?
Hasta éste momento todo parece que va a ser un agradable fin de semana para los acomodados amigos. El buen tiempo acompaña y la locuacidad anima la reunión en el prometedor reencuentro.
Finalmente llegan dos amistades más, Alexandra, Stephanie Troiano, una sensual actriz internacional y segura mujer, y Jacobo, Ull Galindez, escritor erótico y misterioso.
Tras las obligadas presentaciones de los recién llegados comienzan a comer sin prisa y a hablar amigablemente. Todo continúa bien hasta que Daniel el anfitrión lanza sus inquietantes preguntas a las dos parejas aburguesadas.
Con sus cuestiones trata de tantear sus grises vidas y removerles su forma de vivir en pareja.
¿Aún son felices juntos, les gustaría tener alguna aventura, fueron libres eligiendo su forma de vida o estaban predestinados para ello?. ¿Les gustaría una relación abierta, por qué no lo prueban y disfrutan ya de una vez?.
Dardos en forma de preguntas insinuantes que son secundadas por la provocadora Alexandra y el apuesto e irónico Jacob. A continuación Daniel y los recién llegados actúan de manera cómplice frente a las convencionales parejas.
La trama se convierte en una larga conversación donde se enfrentan dos concepciones muy diferentes de las relaciones entre hombres y mujeres. Ponen entre interrogantes la estabilidad de la monogamia frente a la naturaleza y los sentimientos de las personas.
Jugosos diálogos entre todas las amistades que van subiendo en tensión dramática llegando a provocar enfrentamientos y discusiones.
El triunfo hedonista del amor universal
En la parte más avanzada de Estado impuro, empieza a agitarse el avispero de las parejas. El detonante es cuando les informan que Daniel, Alexandra y Jacob forman una trigamia y que la invitación del fin de semana realmente es para compartir una orgía.
Como era de esperar entre los personajes a partir de éstas revelaciones se acrecientan los miedos, la curiosidad y los deseos. La desestabilización del hasta entonces clima tranquilo de amistad empieza a producir grandes turbulencias.
La dirección de actores por parte de Hernán López trata de estimular y controlar a la vez la espiral dramática. Estado impuro adolece de exceso de metraje y en ocasiones de cierto embarullamiento del guion entre la curiosidad y la torpedad de sus personajes.
El volcán de los celos empieza a erupcionar creando coladas de rencor, miedo, tentaciones y malestar emocional. Un tsunami de sentimientos arrasa las tranquilas parejas empeorando el clima previo conveniente a cualquier orgía.
En las últimas secuencias hay variedad para todos los gustos, siendo la penúltima la más excitante y sensual, la más gráfica y bella plásticamente. La música de la banda sonora es muy variada con temas de autores como Claude Debussy, Phill Collins, Moody Blues o el “Eres tú” de Mocedades.
En definitiva, Estado impuro es una alegoría del poliamor desde la deconstrucción de las parejas convencionales hasta el triunfo de los cuerpos y el amor universal.
Conclusión de 'Estado impuro'
Estado impuro es una película interesante para quienes no se conforman con formar parte de una pareja convencional. Se esté o de acuerdo con sus tesis, al menos se atreve a plantear preguntas que nos hagan reflexionar.
A la película le sobra metraje y falta simplificar la compleja y a veces fallida trama del laberinto de comportamientos en sus secuencias finales.
En cualquier caso merece verse siendo indulgente con estas fallas al haber sido valiente con sus planteamientos y propósitos.
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