Fourteen es el quinto trabajo del norteamericano Dan Sallitt en más de treinta años de carrera y el primero que tendrá estreno comercial (aunque muy limitado) en España. Un maravilloso film que bajo su aparente sencillez y ligereza esconde un fabuloso relato sobre la amistad y la madurez a través de dos amigas que conforman una "extraña pareja". Estreno en salas de cine españolas el 8 de Noviembre. Puedes leer la entrevista realizada por Cinemagavia al director Dan Sallitt AQUÍ.
Crítica de Fourteen
Resumen
Ficha Técnica
Título: Fourteen
Título original: Fourteen
Reparto:
Tallie Medel (Mara)
Norma Kuhling (Jo Mitchel)
Lorelei Romani (Lorelei, 5 años)
C. Mason Wells (Adam, Novio de Mara)
Dylan McCormick (Conor, Novio de Jo)
Kolyn Brown Leah (Compañero de trabajo de Mara)
Willy McGee (Josh, Novio de Jo)
Scott Friend (Jonathan, Novio de Mara)
Evan Davis (David Marshall, Mara's date)
Ben Sloane (Tim, Novio de Jo)
Caroline Luft (Mrs. Mitchel)
Año: 2019
Duración: 94 min.
País: Estados Unidos
Director: Dan Sallitt
Guion: Dan Sallitt
Fotografía: Christopher Messina
Música: -----
Género: Drama. Amistad
Distribuidor: Paco Poch Cinema
Tráiler de Fourteen
Sinopsis
Mara y Jo, dos veinteañeras que viven en Nueva York, son amigas desde el instituto. A lo largo de una década, a medida que los trabajos, los novios y los apartamentos van y vienen, su poderoso vínculo se estira pero nunca se rompe por completo.
Dónde se puede ver la película
El cine de Dan Sallitt
La última edición de Filmadrid, celebrada el verano pasado, dedicó una retrospectiva al veterano director norteamericano Dan Sallitt. El festival, que contó con su presencia, proyectaba en la sala pequeña del cine Doré madrileño su segunda película, Honeymoon (1998). Con el aforo completo, Sallitt, afirmaba que nunca se había reunido tanta gente para ver dicha película e incluso que los espectadores allí reunidos superaba el número total de personas que la habían visto hasta ese momento.
En esta divertida e hiperbólica anécdota no deja de haber algo de verdad. Dan Sallitt, con cinco películas en más de treinta años de carrera, es un cineasta poco conocido, un director al margen de los canales de distribución convencionales, presente, sobre todo a raíz de sus dos últimos trabajos, en la programación de algunos festivales pero sin todavía alcanzar la repercusión que su cine demanda.
El cine de Sallitt mantiene el viejo y verdadero espíritu del cine independiente norteamericano, cercano a la idiosincrasia del movimiento mumblecore y la mirada puesta en nombres del cine francés como Éric Rohmer o Maurice Pialat, a los que dedica algunos de sus filmes. Un cine del diálogo construido a partir de un principio de austeridad (formal y material) y de una rigurosidad que está presente en los encuadres milimetrados y en el perfecto engranaje narrativo que tiene en la elipsis su principal motor. Unos diálogos que sacan a la superficie las dudas, la fragilidad y la vulnerabilidad de sus personajes, tratados siempre con respeto, franqueza y honestidad. Un cine de apariencia sencilla y ligera pero que en el fondo resulta ser grave y profundo.
Las películas de Sallitt presentan siempre a una pareja de personajes protagonistas que le sirve al director norteamericano para plantear sus temas a través de contrastes y distancias espaciales (en forma de separaciones y reuniones) y temporales (el uso de elipsis que marcan el paso del tiempo y sus consecuencias). La relación de pareja en la citada Honeymoon, la familia y la religión en torno a dos hermanas que parecen irreconciliables en All the Ships at Sea (2004) o el amor incestuoso entre dos hermanos en The Unspeakable Act (2012).
Mara y Jo, dos amigas
Fourteen se ocupa de la amistad entre de dos amigas. Mara (Tallie Medel) y Jo (Norma Kuhling) se conocen desde la adolescencia. Ahora, en sus treinta, siguen en contacto, se conocen a la perfección aunque cada una de ellas parece el opuesto de la otra, conformando, en palabras de uno de los personajes, una especie de extraña pareja. Unas diferencias que son tanto físicas como de carácter. A raíz de esto hay un magnífico plano, uno de los pocos en los que la cámara se mueve mediante un travelling, en el que Sallitt muestra a las dos amigas paseando y charlando, en el que podemos apreciar sus diferencias de carácter a través de su apariencia física y su movimiento.
La ordenada, paciente y mesurada Mara es morena, pequeña, anda sin distracciones; Jo, rubia, alta, algo desgarbada al andar, es indecisa, caótica, con altibajos en su estado de ánimo, siempre al borde del desequilibrio mental. En un momento dado, Jo se aparta del camino para comprar un pastel mientras Mara sigue caminando unos metros hasta darse cuenta que ha perdido a su compañera. Resumen perfecto de su relación y del film en su totalidad.
Amistad y tiempo
Fourteen se convierte en una especie de tranche de vie (que abarca unos cuantos años) que nos habla de la amistad pero también del tiempo y, sobre todo, de la relación directa y estrecha entre la amistad y el tiempo y la distancia que el paso de este provoca.
En la película conviven abruptas elipsis con largos planos secuencias sin apenas acción. Uno de esos planos es significativamente llamativo y marca la primera gran ruptura entre Mara y Jo. Un plano fijo y general de una estación de tren se mantiene durante más de tres minutos en pantalla, vemos a lo lejos la llegada del tren, los viajeros bajan al andén y salen de la estación. La cámara hace una ligera panorámica siguiendo a una pequeña figura. Pronto descubriremos que es Mara que ha ido a visitar a Jo, que pasa unos días en casa de sus padres después de una de sus crisis, en un pequeño pueblo cerca de Nueva York, donde las dos pasaron su adolescencia. Tiempo y distancia unidos en una sencilla pero fascinante secuencia.
Conclusión
El último trabajo de Dan Sallit, que al fin tendrá su estreno comercial (aunque muy limitado) en nuestro país, es un sincero y honesto retrato naturalista (sin ningún tipo de afectación melodramática) sobre la amistad y las dificultades que implica la madurez y la vida adulta, que transmite amor por sus protagonistas en cada plano, encarnadas por dos estupendas actrices (solo por su trabajo ya valdría la pena acercarse al film).
Una película en la que la frontalidad, la línea clara y la aparente sencillez esconden una precisa, exacta y profunda construcción narrativa y visual. Una maravillosa película, simpática y divertida en la que, no obstante, aparece esa sensación de tristeza que demuestra lo dura y dolorosa que, en ocasiones, puede ser la vida.
Reportaje de Fourteen en Días de Cine TVE
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