El músico francés Alexandre Desplat (The Imitation Game) vuelve a hacer equipo con el cineasta mexicano Guillermo Del Toro tras su fructuosa colaboración en La Forma del Agua que les valió el Oscar a ambos. Frankenstein (BSO), el nuevo film del realizador de Hellboy, ha servido para volver a deleitarnos con la sutileza y la elegancia musical de Desplat que en esta ocasión viaja a una oscuridad disfrazada de belleza que ilustra a la perfección la fuerza visual de esta nueva versión de la obra de Mary Shelley.

Crítica de Frankenstein (BSO)

El violín protagonista

Alexandre Desplat para recrear la visión del director Mexicano, no ha estado solo y ha contado con la participación de la violinista noruega Eldbjørg Hemsing, dando protagonismo a su don musical para explorar tanto la obsesión de Víctor Frankenstein (Oscar Isaac) por crear la vida y eludir a la muerte como la soledad de la criatura (Jacob Elordi) junto a su búsqueda por encontrar a su creador y las respuestas de su existencia.

Frankenstein (BSO)

Elegancia y belleza musical

El resultado de Frankenstein (BSO) es un viaje de elegancia y belleza musical, cargado de fuerza y emoción, donde cada movimiento es exquisito y delicado.

Alexandre Desplat y Eldbjørg Hemsing se adentran en el mundo espectacular de Guillermo Del Toro de una forma soberbia, adaptando cada melodía a la clásica historia oscura y trágica de un hombre que quiso ser Dios, evitando a la muerte, para así poder  crear su propio ser.

Vals para la creación

Frankenstein (BSO), una composición que nos ofrece muchos momentos musicales sorprendentes como el del proceso de la creación del monstruo.

En la que Alexandre Desplat junto la complicidad de Eldbjørg Hemsing se permiten utilizar el uso de un vals, para acompañar la secuencia de cómo Frankenstein construye a su criatura, a través de la unión de diferentes partes de cadáveres que han sido recogidos en un campo de batalla.

El corte se basa en una especie de danza similar a la que utilizó Christopher Young en su día para su magnífica Hellraiser (1987, Clive Barker) que sirve nuevamente para recrear la vida después de la muerte, de una forma delicada y perfecta, a pesar de la crudeza que exponen sus imágenes.

Las emociones del Monstruo

Pero como ya he dicho antes, el dúo de músicos no se limita a recrear los estados emocionales del oscuro doctor, si no también se introducen de una forma excelente en las emociones del Monstruo.

Un ejemplo es el tema Family Life, en el que ambos músicos forman una fusión delicada, bella y cuidada para relatarnos los sentimientos que comienzan a crecer en la criatura hacia la familia que vive en la granja, donde él se oculta.

La música sabe perfeccionar aún más, a través del  día a día que transcurre en el escondite donde se refugia, donde visiona las costumbres de sus improvisados vecinos y su relación entre ellos, formando también parte de la ayuda que les proporciona sin revelar su existencia.

Frankenstein (BSO)

Conclusiones de 'Frankenstein (BSO)'

Un trabajo sobresaliente con una calidez y finura extraordinarias, que al contrario de la opinión de muchos críticos, pienso que engrandece aún más a la partitura a la vez de la belleza visual de esta nueva visión de la clásica novela gótica, bajo la dirección de Guillermo Del Toro.

Alexandre Desplat ofrece lo mejor de él, ofreciendo un bálsamo de elegantes notas que junto a los movimientos del violín de Eldbjørg Hemsing logran una  perfección absoluta, pintando con su música un lienzo de gran sutileza que se convierte en uno de las mejores obras musicales para el cine de este año.

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