Con Frenético Roman Polanski consiguió facturar un thriller alejado de su vertiente más turbulenta y basado en una intriga algo más comercial y clásica. La jugada no salió mal; nos encontramos con un thriller de premisa y desarrollo adictivos del que difícilmente despegaremos los ojos durante el metraje. Harrison Ford realiza quizá una de sus mejores papeles, bien secundado por Emmanuelle Seigner. Film particularmente adecuado para los aficionados a las películas de desapariciones.
Crítica de 'Frenético'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Frenético
Título original: Frantic
Reparto:
Harrison Ford (Richard Walker)
Betty Buckley (Sondra Walker)
John Mahoney (Williams)
Emmanuelle Seigner (Michelle)
Año: 1988
Duración: 120 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Roman Polanski
Guion: Roman Polanski, Gérard Brach, Robert Towne, Jeff Gross
Fotografía: Phedon Papamichael
Música: Marco Beltrami
Género: Intriga. Drama
Tráiler de 'Frenético'
Donde comprar la película
- Harrison Ford (Actor)
- Roman Polanski (Director)
Sinopsis
La asistencia a una conferencia en París le brinda al doctor Richard Walken y a su esposa revivir su luna de miel. En la habitación del hotel cuando Richard sale del baño después de darse una ducha, descubre que su mujer ha desaparecido. Ahora, en una ciudad que desconoce, sin hablar ni una palabra de francés y angustiosamente solo, Walken emprenla la búsqueda. (Warner Bros)
Dónde se puede ver la película
Aterrizaje en París
Richard Walker (Harrison Ford) es un cirujano norteamericano que llega a París, en compañía de su esposa Sondra (Betty Buckley), para dar una conferencia. Lo que se barruntaba como una cómoda estancia mezcla de viaje de trabajo y placer, comienza a convertirse en una pesadilla cada vez más intensa. Richard, al terminar de tomarse una ducha en la habitación del hotel, descubre que su mujer ha desaparecido sin dejar ningún tipo de rastro. Todavía más curioso que preocupado, comienza a buscarla por todas las dependencias del hotel, pero nadie consigue dar cuenta de dónde esta la señora Walker.
Como la premisa baraja inevitablemente la clásica historia de personas normales y corrientes metidas en un lío peligroso del cual no son responsables, Polanski se afana en mostrarnos al matrimonio Walker como una clásica pareja madura norteamericana, algo burguesa y de costumbres tranquilas. Los primeros compases son eminentemente cotidianos para cualquier pareja que emprende un viaje. No obstante, como hemos visto, un suceso imprevisto rompe los esquemas y lo sacude todo. Solo ha ocurrido una cosa fuera de los normal. La maleta que ha recogido la señora Walker en el aeropuerto no es la suya, sino una de aspecto muy similar.
De Kafka a Hitchcock
Las primeras indagaciones de Richard en Frenético son desalentadoras y desconcertantes. El personal del hotel no es capaz de arrojar nada de luz, con la dificultad añadida de que el recepcionista del hotel que les atendió ya acabó su turno. La búsqueda prosigue por los comercios circundantes y, en última instancia, en una comisaría y en la embajada estadounidense. Lo único que consigue es perderse en una maraña de formularios y papeleo. El doctor Richard Walter cada vez está más paranoico. Además, no tiene ni idea de francés.
Todo este esfuerzo inútil, la pesadilla burocrática y la sensación de incomunicación, conforman una situación casi propia de Kafka. Richard no ve sentido alguno a la absurda situación en la que se ha visto envuelto. Lo que sí discurre, es que si quiere encontrar a su mujer tendrá que llevar el mismo la iniciativa. Poco a poco su investigación hará que algunas piezas encajen y que se haga un poco de luz en el caso. Aquí Frenético deriva ya hacia unas hechuras "hitchcockianas" de tintes más clásicos y portadora de algún que otro guiño al maestro británico.
Esto no estaba en mi guía turística de París
Acaso haya pocas ciudades más hermosas y pintorescas que París, pero sin embargo en Frenético Polanski opta por mostrarnos una Ciudad de la Luz sombría y alejada de casi todos los lugares emblemáticos que todos tenemos en mente. Algo que ya hizo, por ejemplo, en El quimérico inquilino. Acompañaremos al doctor Richard Walker por angostas y tenebrosas calles, bohemios garitos nocturnos (con alguna que otra confusión de identidades), pequeñas y estrambóticas viviendas y, como mucho, diversas dependencias aeroportuarias. Polanski quiere que la inherente "fealdad" de los lugares de acción, contribuya a la sensación zozobra y fatalismo que acompañan a Richard durante todo el metraje. La música corre a cargo de Morricone, si bien no se trata de uno de sus trabajos destacados.
No obstante llegará un momento en que Richard no se encontrará solo en su odisea parisiense. Sus pesquisas personales, ante la ineptitud o desgana de las autoridades competentes, le llevan a conocer a Michelle (Emmanuelle Seigner), una joven francesa que también se ve involucrada en este fenomenal embrollo. Uno de los puntos fueres de Frenético es la extraña química que se establece entre ambos personajes, unidos por cierta comunidad de intereses y obligados a entenderse y a ayudarse de forma mutua.
Dos contra el mundo
Las actuaciones en Frenético tienen interesantes matices. Harrison Ford no se comporta como el clásico héroe de acción que a menudo interpreta. No es el intrépido Indiana Jones, el indómito Han Solo o Dekard, el blade runner. Se trata de un personaje normal en unas circunstancias dramáticamente especiales. En las escenas arriesgadas, el doctor Richard Walker vacila, duda, se siente algo torpe. Lo cual no quita para que su obstinación le guíe incluso más allá de sus propias posibilidades. Esta mezcla de vulnerabilidad y de furiosa determinación consigue que Harrison Ford haga una de sus actuaciones más interesantes.
Otro pilar básico de Frenético es la actuación de Emmanuelle Seigner, capaz de dotar Michelle, su personaje, de una ambivalencia que recorre el trayecto que va de la picaresca y algunos malos hábitos a cierto encanto ingenuo. Es interesante ver la interacción de Richard y Michelle a lo largo de la película; su complicidad va de la desconfianza y de la complicidad a su pesar, a un cierto afecto que nunca traspasa ningún límite incómodo. Ambos se acercan a un desenlace algo embarullado que quizá no resuelva la trama de una manera enteramente satisfactoria, pero que no empaña el excelente trabajo de guion anterior donde cada eslabón de la cadena es una consecuencia precisa del anterior. Serán necesarias cantidades más o menos altas de suspensión de incredulidad, pero el esfuerzo compensa.
Conclusión
Frenético es uno de los thrillers más clásicos de Roman Polanski, que no obstante mantuvo intacto su talento para inquietar e intrigar al espectador. Se mueve en una París lúgubre y gris, pero a pesar de todo la factura no está exenta de sofisticación. El estupendo tándem que forman Harrison Ford y Emmanuelle Seigner, y el intrincado guion son argumentos suficientes para recuperar esta película, inevitablemente oscurecida por otras obras maestros del director polaco. Toda una pequeña joya de la intriga.