Miguel Gomes, director luso conocido por obras como Tabú o su trilogía de Las mil y una noches, estrena ahora su último trabajo Grand Tour, el mismo con el que fue ganador del Premio a la mejor dirección en la pasada 77ª edición del Festival de Cannes. La cinta nos presenta la historia de un delegado británico que huye de su prometida por todo el sureste asiático, mientras esta le busca impasible por una Asia colonizada y quimérica, en un juego del gato y el ratón tan accidentado como subversivo. El portugués presenta así todo un ejercicio revisionista del colonialismo y decadencia del Imperio Británico a principios de siglo, trazando así constantes paralelismos entre el ocaso de la sociedad occidental - tanto pasada como actual- y la milenaria herencia y cosmovisión oriental, tan mágica como críptica. Estrenada en salas de cine españolas el 7 de marzo de 2025.
Crítica de 'Grand Tour'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Grand Tour
Título original: Grand Tour
Reparto:
Crista Alfaiate (Molly)
Gonçalo Waddington (Edward)
Jani Zhao (Novia china)
João Pedro Vaz (Reverendo Carpenter)
Teresa Madruga (Espía)
Manuela Couto (Mrs. Cooper)
Lang Khê Tran (Ngoc)
Diogo Dória (Mayor Brown)
Cláudio da Silva (Timothy Sanders)
Américo Silva (Comandante Británico)
João Pedro Bénard (Horace Seagrave)
Jorge Andrade (Reginald)
Joana Bárcia (Lady Dragon)
André Lourido (Invitado al Baile del Príncipe)
Giacomo Leone (Señor Farnesio)
Año: 2024
Duración: 129 min.
País: Portugal
Director: Miguel Gomes
Guion: Telmo Churro, Maureen Fazendeiro, Miguel Gomes, Mariana Ricardo
Fotografía: Gui Liang, Sayombhu Mukdeeprom, Rui Poças
Música:
Género: Drama
Distribuidor: Avalon Distribución Audiovisual
Tráiler de 'Grand Tour'
Sinopsis
Rangún, Birmania, 1917. Edward, funcionario del Imperio Británico, huye de su prometida Molly el día que ésta llega para casarse. Durante su viaje, sin embargo, el pánico da paso a la melancolía. Contemplando el vacío de su existencia, el cobarde Edward se pregunta qué habrá sido de Molly... Decidida a casarse y divertida por la jugada de Edward, Molly le sigue la pista a través de Asia. (Avalon Distribución Audiovisual)
Dónde se puede ver la película en streaming
Un retrato cargante de Extremo Oriente
En los grandes festivales siempre suelen presentarse cintas dirigidas por directores más disruptivos y excéntricos, autores que basan su firma en complejos y esotéricos juegos metanarrativos y vanguardistas. Cannes, mismamente, celebra y premia a artistas como Reygadas, Serra o Weerasethakul, exponentes de cine postmoderno. Lo que diferencia a estos autores con Miguel Gomes, es que trascienden su artificiosidad, usada usualmente como reclamo, para realizar obras realmente subversivas y singulares. Aunque estos realizadores partan de una base parecida, la diferencia es que el portugués erra donde los otros aciertan, en no dar un significante más allá de la mera estética y hacer recaer en el espectador el deber de aportar el significado a Grand Tour, siendo esta su única finalidad. Su autocomplacencia e intento de ejercicio documental son precisamente el constante lastre que entorpece el ritmo y la narración, sustituyendo cualquier matiz contemplativista en pesadas imágenes que parecen de archivo.
El montaje que alterna imágenes grabadas por Gomes en un viaje particular en los escenarios de la película, representaciones folclóricas con matices oníricos y la historia de los prometidos, hace que Grand Tour se sienta repetitiva y que constantemente remita a sí misma, recordando mucho más a Lois Patiño y su Samsara o Costa da Morte que a los cineastas intelectuales lusos los cuales influencian a Gomes según el mismo. La naturalidad que Grand Tour constantemente busca sin éxito es la misma que pierde por su extrema coreografía y artificiosidad hace que seamos conscientes todo el tiempo de la condición experimental del film, desconectándonos del relato.
Alfaiate y Waddington salvan los trastos
El narrador omnisciente en tercera persona -que parece ser la versión oriental del narrador africano en Dahomey de Mati Diop-, funciona bastante bien y ameniza el cargante montaje, así como la cuidada fotografía en blanco y negro de las secuencias de ficción, en las cuales Grand Tour brilla realmente. También mencionar a Crista Alfaiate y Gonçalo Waddington, el excéntrico dúo protagonista, que conforman lo mejor de Grand Tour juntamente con la adecuada dirección de Miguel Gomes, creando las escenas que dotan a la cinta de significado real y que le sirvieron al portugués para ser reconocido en el certamen francés.
Pese a que la primera parte sea cargante y algo nimia, la segunda, donde es protagonista Alfaiate, crea un dinamismo y un diálogo bastante bien construido entre lo cómico y ridículo de la situación y el dramatismo de su cometido. Tristemente, Gomes vuelve a pecar en el último tercio de la cinta de la vacuidad de la metanarración sin sentido aparente, contrastando enormemente con la de películas recientes como podría ser La Estrella Azul de Javier Macipe, donde este recurso eleva a la cinta a un nivel muy superior al adherirle capas de profundidad y simbolismo, dejando el ejercicio del portugués como una mera floritura.
Conclusión de 'Grand Tour'
Grand Tour de Miguel Gomes es un artificioso experimento, que aunque por momentos sea efectivo, cae constantemente en una irritante autocomplacencia y en un montaje repetitivo a la par que cargante. Una cinta olvidable dentro de la filmografía del realizador.
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