Hafreiat es un documental dirigido por Àlex Sardà que cuenta parte de la vida de Abu Dya en Jordania, un fugitivo de Ammán que vive en Gneyya. Dya trabaja en una excavación arqueológica donde rehace su vida después de un pasado en la cárcel. El documental nos cuenta su pasado, su vida familiar y la esperanza en lo que vendrá. Estreno en salas de cine españolas el 19 de mayo de 2023.
Crítica de 'Hafreiat'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Hafreiat
Título original: Hafreiat
Reparto:
Mohammad Al Qaisl
Año: 2022
Duración: 90 min.
País: España
Director: Àlex Sardà
Guion: Àlex Sardà, Txell Llorens
Fotografía: A. Pol Camprubí
Música: Sergi Alejandre, Rasheed Jalloul
Género: Documental
Distribuidor: Begin Again Films
Tráiler de 'Hafreiat'
Sinopsis de 'Hafreiat'
Hafreiat cuenta la historia de Abo Dya, un fugitivo de Ammán que vive en Gneyya, un pequeño pueblo del norte de Jordania, con su mujer, su hijo Dya y esperando que nazca su segundo hijo en las próximas semanas. Es uno de los trabajadores jordanos contratados en una campaña arqueológica española que se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos de los habitantes del pueblo.
Las condiciones de trabajo son muy duras, la relación en el pueblo y con los extranjeros es cada vez más tensa y la única solución realista que ve es volver a Ammán, algo que su familia no está dispuesta a hacer por el riesgo de volver a su pasado delictivo.
Con una fuerte personalidad y una ciega determinación, intentará mejorar las condiciones laborales de la obra liderando una huelga, se enfrentará a los dirigentes españoles para cuestionar las relaciones que están estableciendo con los trabajadores y dedicará grandes conversaciones a su hijo para evitar que cometa los mismos errores que él. (Begin Again Films)
Cruda Realidad
Que la realidad supera a la ficción es un hecho. Que recurrimos menos de lo que deberíamos a la realidad para contar historias también. Àlex Sardà se acerca a la realidad de una excavación arqueológica. Allí una figura destaca los primeros días, Abu Dya. Como si se tratase de un iceberg, al principio vemos solo pequeños detalles, su mirada cansada y su cigarro marchitándose entre los dedos pero a medida que se desarrolla la película vemos más aristas de la vida del palestino jordano. Cómo él mismo reconoce, su cuerpo está lleno de historias. Su madre se separa de su padre, se casa con otra mujer y la primera familia queda olvidada.
Una herida de bala en su pecho condensa el dolor que le provoca la familia. Para salir de dudas, nos lo explica él mismo con tinta en su cuerpo, un escorpión y un árbol con una tumba resumen lo que espera de su familia. Odia su pasado pero se le iluminan los ojos con el futuro; su hija en camino, su hijo pequeño y su mujer. A través del yacimiento comprobamos que sólo a través de nuestro pasado, podemos comprender nuestro presente y futuro.
La llamada
La vida son llamadas, las que se hacen y las que no. En Hafreiat podemos ver cómo las primeras afectan en la vida de Dya. Una llamada que te cuenta que hay una inspección de trabajo y tu pasado en la cárcel te puede acarrear problemas. Una llamada que te dice que la familia aumenta. Al otro lado de la línea se amontonan infinidad de emociones. Todo de golpe, caliente o frío, pero siempre directo. Las llamadas que no quiere hacer Dya son a su familia pasada.
No hacen falta más palabras con la imagen de la abuela, pidiendo un cigarro e intentado convencer de que al no estar al otro lado de la puerta, nada pasará por fumarse un cigarro en pleno hospital. Los personajes que no aparecen en Hafreiat, su padre, la segunda mujer, no hace falta que estén, no hace falta ir a buscarlos, porque gracias a la verdad de Abu Dya no necesitamos más información.
La vida que se fue, la vida que llega
Abu Dya murió el día que entró en la cárcel. En realidad no, pero el dolor le acompaña aún hoy. El ver a su mujer entrar en la cárcel para verle, la relación con su hijo para que no cometa sus mismos errores, todos esos fantasmas le acompañan por la noche, pero especialmente por el día. Hay una conversación en el coche donde el muestra sus miedos y cómo su pasado le ha moldeado. En un momento de Hafreiat su hijo lanza una botella de alcohol vacía, Dya piensa que eso fue él, un objeto a la deriva zarandeado por la vida y su máximo objetivo es alejar a su familia de eso y mantenerla cada día como si fuese lo último que hiciese.
Siempre bajo un sol de justicia
Puede que la realidad tan dura de Abu Dya y su pelea y la de su familia no consiga emocionarnos en la silla. Sin embargo es un retrato honesto de las condiciones y las situaciones difíciles a las que muchas personas se enfrentan. Situaciones donde las opciones que se abren son frágiles y terribles.
Me ha quitado tanta la vida que no puedo considerarte una niña, se dice en Wakanda Forever pero es tan real como la vida misma, la vida de Abu Dya.
Reportaje de Hafreiat en Días de Cine TVE
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