El circuito teatral de Broadway lleva décadas siendo líder en la industria musical, y es por eso que trata de mantener las fórmulas que se han usado durante todo este tiempo. Esto ha llevado a Broadway a rechazar la innovación y mantener un carácter tradicional en sus obras. Aún así, Hamilton es un ejemplo de cómo romper dichas fórmulas y conseguir encajar en la industria de Broadway. Hoy en día su fama es evidente, pero tanto el contenido como la forma del musical fueron razones de incertidumbre para creer en su éxito y notoriedad antes de su estreno.
Resumen
Orígenes del musical Hamilton
En primer lugar, la historia del musical surge de una adaptación de la novela histórico-biográfica de Ron Chernow: Alexander Hamilton (2004). No solo es un reto tratar una adaptación desde la no ficción hacia la ficción, sino que conseguir el entretenimiento y atención del público narrando la vida de uno de los padres fundadores de los Estados Unidos es una decisión realmente arriesgada.
En segundo lugar, Lin-Manuel Miranda decide optar por el género del hip-hop para las piezas musicales de la obra. El hip-hop es seguramente uno de los géneros más aceptados y escuchados a día de hoy en la industria musical, pero el circuito teatral ha sido siempre muy conservador en cuánto a los estilos musicales que exponen sus obras teatrales. Sin contar la obra que nos compete, solo ha habido dos intentos significativos de llevar el hip-hop a Broadway: In The Heights (2008) y Holler if Ya Hear Me (2014).
Entonces, ¿cómo consigue Lin-Manuel Miranda crear una obra tan popular y relevante para la historia del musical? Veremos cuáles fueron los aspectos fundamentales para esto.
La adaptación de la no ficción biográfica a la ficción musical
Antes de Hamilton, ya existieron casos donde se musicalizó un personaje histórico: Sweeney Todd, Jesus Christ Superstar, Evita and Gypsy, etc. Pero estas historias “a menudo se alejan mucho de los hechos históricos verificables, que no siguen los ritmos narrativos del medio de adaptación o no son lo suficientemente interesantes como para construir una narración en torno a ellos.” (Mládek, P.)
El autor, Ron Chernow, afirma en una entrevista para el Hunter College: “La historia es larga, desordenada y complicada; los espectáculos de Broadway necesitan ser cortos, coherentes y estar estrechamente ajustados”. Esta cita nos da a entender que la herramienta más necesaria a la hora de adaptar obras de diferentes medios: el corte.
Lin-Manuel Miranda se ve obligado a reducir el número de personajes de la obra de referencia. Mientras que en la biografía de Ron Chernow encontramos cerca de 100 personajes, en la obra de Miranda contamos cerca de 10 personajes relevantes para la trama. Incluso, a muchos de los personajes se les da más protagonismo, para que tengan un arco narrativo completo en lugar de que aparezcan y desaparezcan aleatoriamente, como ocurre en la vida real. Además, para mantener la tensión narrativa, se añaden u omiten algunos acontecimientos.
El hip-hop y sus referencias históricas
Todas las composiciones musicales son obras originales compuestas por Lin-Manuel Miranda y otros autores. Como ya hemos dicho, el principal género musical es el del hip-hop, pero se hace uso de otros estilos como el jazz o el rythm & blues. A lo largo de la obra vemos claras referencias a la historia y cultura del hip-hop. Algún ejemplo de la inspiración a la hora de versionar muchas de las canciones de la obra es, por ejemplo, el sample de Shook Ones Part II (1994) de Mobb Deep que encontramos en Blow Us All Away. Además, encontramos referencias al mítico grupo de rap Grandmaster Flash and The Fantastic Five o al icónico rapero de la década de los 90 The Notorious B.I.G.
Más allá de los guiños histórico-musicales, el estilo y ritmo del hip-hop fue idóneo para la adaptación de la obra. La obra de referencia reúne casi 24.000 palabras (lo que serían varias obras de Shakespeare). Según un análisis, si se hubiera cantado al estilo de un “espectáculo más tradicional de Broadway”, habría durado entre cuatro y seis horas, en lugar de las dos horas y media actuales. (Mládek, P.)
El uso de leitmotifs de Wagner
Por otro lado, para aquellos más puristas, no solo encontramos modernidad en la obra de Lin-Manuel Miranda. Esta, combina la música contemporánea con inspiraciones y samples de música clásica, y un uso narrativo del leitmotif de Richard Wagner. Gracias a esto consigue enriquecer tanto la trama como a sus personajes. Los leitmotifs se asocian a diferentes personajes y situaciones de la historia, pero no se mantienen estáticos durante la historia, ya que a medida que esta avanza vemos como los leitmotifs pasan de personajes a personajes o incluso desaparecen cuando estos dejan de tener sentido.
Algunos ejemplos de los motivos musicales más presentes en la trama son los de; Just you wait y I'm not gonna throw away my shot, que representan la ambición política de Hamilton; Wait for it, que representa la estrategia de Aaron Burr para llegar al poder; o Helpless, que representa la indefensa situación de Eliza Schuyler ante los problemas que le trae su marido Hamilton.
La importancia de Hamilton para el mundo del espectáculo
Habiendo repasado todos estos aspectos, podemos ver la profundidad y complejidad de la que goza la obra musical Hamilton. Pero, como decíamos antes, no es solo importante por su calidad técnica y narrativa, sino por haber conseguido el éxito a través de un camino lleno de incertidumbre y dudas. Lin-Manuel Miranda ha conseguido con su obra iluminar un nuevo camino, una nueva forma, en la que futuros directores podrán inspirarse para crear e innovar no solo dentro del distrito musical, sino dentro de la industria audiovisual.
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