He took his skin off for me es un cortometraje estadounidense dirigido por Ben Aston en el que se plasma la idea de relación tóxica de una forma original y descarnada, nunca mejor dicho. Estrenado en 2014 y con una duración de diez minutos, el cortometraje de Ben Aston no es apto para estómagos sensibles, ya lo avisamos con antelación.
Crítica de 'He took his skin off for me'
Resumen
Ficha Técnica
Título: He took his skin off for me
Título original: He took his skin off for me
Reparto:
Sebastian Armesto (Él)
Anna Maguire (Ella)
Año: 2014
Duración: 10 min.
País: Estados Unidos
Director: Ben Aston
Guion: Ben Aston, Maria Hummer
Fotografía: Yiannis Manolopoulos
Música: Mark Sayfritz
Género: Drama. Terror
Productora: LFS, Cungkeel Pictures
Tráiler de 'He took his skin off for me'
Sinopsis
He took his skin off for me es una visión de lo que es una relación tóxica, mostrando cómo un hombre se quita su piel para complacer a su pareja, con las consecuencias que ello acarrea.
Un metáfora visual y emocional muy desagradable
Estamos acostumbrados a ver relaciones tóxicas en ficciones, en la televisión, o en nuestro día a día, y parece que se normalizan. Incluso algunos productos audiovisuales hacen que sus propios espectadores las idealicen. He took his skin off for me es todo lo contrario a ello, trata de escandalizar al espectador y de cierta forma estremecerlo con una metáfora original y directa. Ben Aston opta por eliminar la piel de uno de los miembros de la pareja, dejándolo en carne viva, ensangrentado y desagradando al espectador.
El chico se quita la piel para complacer a su pareja, una piel que lo es todo, es su personalidad y es su rostro, es decir, la forma que tiene de identificarse. Cuando tienes que realizar un sacrificio de tal magnitud para revitalizar tu relación de pareja, o contentar a la otra persona, significa que algo no funciona. Quizás, eso nos deja ver desde el inicio Ben Aston cuando la mujer fríe un filete del mismo color que la piel de su marido.
La acción que un inicio parecía que iba a salvar la relación solo la acaba manchando más y más, en sentido literal y figurado. Las consecuencias de la acción inicial acaban afectando a todos los ámbitos de la vida, el laboral, el personal y las relaciones con los amigos. No obstante, a la protagonista parece no importarle, haciendo muestra de su egoísmo, cuando encima ella no sería capaz de hacer el mismo sacrificio que ha realizado él.
Por otro lado, la anulación del personaje masculino es vital. Observamos que la voz en off solo la pertenece a ella, la historia que debería de ser de él, ella la toma y la cuenta desde su perspectiva. Él simplemente está anulado, sin voz.
Salvar las distancias
Si nos vamos al plano estrictamente realista, es difícil de creer que alguien en carne viva pueda vestirse sin hacerle daño la tela, pueda agarrar cosas, o realizar el acto sexual con la pareja. Es por ello, que estos aspectos pueden distorsionar el mensaje quitándole efectividad. No obstante, la idea es original, potente en su forma, y bastante directa, es por ello, que deberían darle una oportunidad.
Ruth Parry realiza un trabajo magnífico a nivel de maquillaje con las prótesis. El aspecto del personaje masculino es realmente grotesco y terrorífico al ser tan realista. Incluso llega a poner los pelos de punta, pero tiene ese efecto de querer seguir el visionado a pesar de ser desagradable para ver cómo acaba la historia.
Por otro lado, He took his skin off for me está bien filmada, pero sin una forma de dirigir muy marcada y sin demasiado estilo. Simplemente, es una filmación muy correcta, pero que no sorprende. Aun así, destaco que sí se sabe traducir con la fotografía el momento en el que la relación cae en picado, lo muestra muy bien con la iluminación del set, más oscura y tétrica y también algo apagada. A parte, de que ya ni se molestan en eliminar las manchas del suelo, de la pared o de las cortinas.
Conclusión de 'He took his skin off for me'
He took his skin off for me es un cortometraje con una metáfora original y muy grotesca que pondrá los pelos de punta por su tratamiento en cuando a la forma. Puede que se debilite al no cumplir con el realismo que debería, pero eso no tiene que manchar la originalidad de traducir de otra forma una idea tan vista y relatada en numerosas creaciones audiovisuales. Además, con este cortometraje la relación tóxica se muestra sin ningún tipo de miramiento, y de la forma más cruda posible, y sin ser violenta para el espectador. Porque este cortometraje no necesita de gritos, malos tratos, o humillación para mostrar lo que es una relación tóxica, se basta solo de una persona sin piel para ello. Asimismo, la idea de no darle nombres a los personajes convierte esta historia en algo universal que puede sufrir cualquier persona.
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