Homo Argentum explora la identidad nacional a través de 16 historias cortas protagonizadas por Guillermo Francella, quien interpreta a diferentes personajes con características y estereotipos argentinos. Dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat, la película combina humor y sátira para retratar la sociedad argentina, abordando temas como la inmigración, el fútbol, la política y la vida familiar. Con un enfoque entre comedia y crítica social, Homo Argentum llega el 25 de diciembre de 2025 a las salas de cine españolas.
Crítica de 'Homo Argentum'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Homo Argentum
Título original: Homo Argentum
Reparto:
Guillermo Francella
Eva De Dominici
Clara Kovacic
Aurora Quattrocchi
Tony Sperandeo
Gastón Soffritti
Dalma Maradona
Graciela Stefani
Miguel Granados
Giulia Brancato (Giulia)
Año: 2025
Duración: 98 min.
País: Argentina
Director: Mariano Cohn, Gastón Duprat
Guion: Mariano Cohn, Andrés Duprat, Gastón Duprat
Fotografía: Leo Resende Ferreira
Música: Federico Mercuri, Matías Mercuri
Género: Comedia negra
Distribuidor: A Contracorriente Films
Tráiler de 'Homo Argentum'
Sinopsis
Película compuesta por 16 historias cortas que exploran con humor y autocrítica las particularidades de la cultura argentina. Cada relato, con tono satírico, refleja costumbres, conductas y actitudes propias del país, invitando a la reflexión desde la risa y destacando la capacidad del cine para retratar aspectos de la identidad nacional. (A Contracorriente Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Dieciséis espejos para un mismo rostro
Cada relato de Homo Argentum propone una situación concreta, generalmente cotidiana, que se va torciendo poco a poco hacia el absurdo o la incomodidad. La película se mueve entre la comedia negra, el esperpento suave y la sátira costumbrista, con resultados desiguales. Algunos segmentos funcionan como pequeños dardos certeros, capaces de condensar en pocos minutos una crítica clara y afilada; otros se quedan en la anécdota o en el chiste prolongado más de la cuenta.
La fragmentación es, a la vez, su mayor virtud y su principal limitación. La variedad mantiene el interés y permite cambiar constantemente de tono y situación. Además, también impide que la película alcance un impacto más profundo, cuando una historia empieza a incomodar o a decir algo verdaderamente interesante, suele terminar demasiado pronto.
Cronistas del ridículo
Mariano Cohn y Gastón Duprat vuelven a un terreno que dominan bien, la observación irónica del comportamiento humano, especialmente cuando el ego, la hipocresía o la superioridad moral entran en juego. Su dirección es precisa, funcional y al servicio de la idea, sin alardes formales innecesarios.
El dúo maneja bien el ritmo interno de cada relato y sabe cuándo estirar una situación hasta volverla incómoda. Sin embargo, el conjunto se resiente de cierta sensación de déjà vu, muchos de los temas ya han sido explorados por los propios directores en trabajos anteriores, a menudo con mayor contundencia.
Francella multiplicado
Guillermo Francella es el auténtico motor de Homo Argentum. Su capacidad para transformarse, modular registros y jugar con pequeñas variaciones gestuales es incuestionable. Cada personaje está construido desde un trazo claro y reconocible, lo que facilita que el espectador identifique rápidamente el tipo humano que se está caricaturizando.
Sin embargo, esa misma claridad termina jugando en contra en algunas historias. Hay momentos en los que Francella parece interpretarse a sí mismo, o a versiones muy cercanas de personajes que ya ha encarnado en otras películas. El efecto cómico funciona, pero la sorpresa se diluye.
Sencillez al servicio del gag
En lo técnico, Homo Argentum apuesta por una puesta en escena sencilla y eficaz. La fotografía es correcta, sin buscar una identidad visual marcada, adaptándose a las necesidades de cada episodio. El montaje resulta clave para que los relatos no se alarguen más de lo necesario, aunque en algunos casos el cierre llega de forma abrupta. No hay riesgos técnicos ni búsquedas estilísticas destacables, pero tampoco errores evidentes, es un trabajo sólido, aunque algo conservador.
Conclusión de 'Homo Argentum'
Homo Argentum es una comedia negra irregular pero simpática. La película funciona como un muestrario de comportamientos, una galería de espejos en la que el espectador argentino, y en parte también el extranjero, puede reconocerse y reírse de sí mismo.
No es la obra más incisiva de Mariano Cohn y Gastón Duprat, ni el trabajo más memorable de Guillermo Francella, pero sí un retrato ligero y reconocible de una identidad compleja. Una película que invita a reírse, aunque rara vez obliga a mirarse demasiado tiempo al espejo.
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