Ilusión de verano, ópera prima del joven director Alex Comas, con los actores noveles Claud Hernández y Marc Pineda, que tuvo su estreno en salas de cine españolas el 7 de marzo de 2025. Una película que habla sobre la gente que está perdida, y que tiene que encontrar su camino. Además, reflexiona sobre las decisiones cruciales que, en ciertos momentos, debemos enfrentar en nuestras vidas, y cómo nuestras respuestas ante estas situaciones terminan definiéndonos.
Crítica de 'Ilusión de verano'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Ilusión de verano
Título original: Ilusión de verano
Reparto:
Jordi Banacolocha (Alan)
Claud Hernández (Anna)
Marc Pineda (Eric)
Helena De la Torre (Camarera)
Berta Sánchez (Clara)
Jara Camarasa (Lucía)
Paola Soliva (Laura / Chica de la piscina)
Leo Bleicher (Niño de playa)
Marlon Bleicher (Niño de flashback)
Roser Boladeras (Vecino / flashback de Alan)
Arnau Casanovas (Empleado de piscina)
Año: 2025
Duración: 90 min.
País: España
Director: Alex Comas
Guion: Alex Comas
Fotografía: Oriol Camacho
Música: Dennis Gleiss
Género: Drama
Distribuidor: Rescat Films
Tráiler de 'Ilusión de verano'
Sinopsis
Al final del verano, una joven pareja, Eric y Anna, toma la drástica decisión de huir de casa y embarcarse en un viaje por carretera sin un destino claro. Lo que al principio parece un viaje liberador pronto se convierte en una experiencia opresiva.
Tres fugitivos y una furgoneta contra la adultez
Eric y Anna no huyen de la policía, huyen de algo peor, crecer. Con la energía de quien roba cervezas y la inocencia de quien cree que un mapa viejo los salvará, se topan con Alan, un señor que lleva más equipaje emocional que ropa en su maleta. Juntos, forman un trío disparejo, él busca una playa perdida como quien busca la última página de su libro, ellos buscan no convertirse en sus padres.
Ilusión de verano es un road movie donde el verdadero destino no está en el GPS, sino en las charlas bajo las estrellas y las paradas en gasolineras que huelen a café quemado. El mayor giro que ofrece la trama es que a veces, escapar es la mejor forma de quedarse quieto.
Una mirada sensible y contemplativa
Alex Comas dirige como si sostuviera un reloj de arena en vez de una cámara, cada plano es un suspiro, carreteras infinitas, atardeceres que se derriten como helado en agosto y silencios que pesan más que una mochila llena de dudas.
Comas opta por una narrativa pausada, con una dirección que enfatiza el paisaje como reflejo del estado emocional de los personajes, eso sí, si buscas acción explosiva, aquí lo que estalla es el corazón a cámara lenta.
Juventud, arrugas y química de camping
Marc Pineda y Claud Hernández son como esos influencers de viajes que descubren que la vida no tiene filtros, transpiran verano por los poros, risas nerviosas, miradas que dicen "¿y ahora qué?" y una química que es lo mejor de Ilusión de verano.
Jordi Banacolocha es el contrapunto perfecto, aporta profundidad y melancolía, ofreciendo una actuación con peso emocional. La dinámica entre los tres personajes funciona bien, generando momentos de complicidad, choque generacional y reflexión.
Belleza visual y minimalismo narrativo
La cámara de Alex Comas es un testigo discreto, captura el polvo en el salpicadero y las sombras alargadas al atardecer. La fotografía, con sus tonos dorados y cielos azulados, parece filtrado por la nostalgia.
La banda sonora es un susurro, guitarras que rasgan como grillos, pianos que llueven en secreto, hasta el sonido del motor es importante, traquetea, tose y a veces se queda sin aliento, como los propios protagonistas.
Conclusión de 'Ilusión de verano'
Ilusión de verano es un drama sutil y reflexivo, que retrata el miedo a avanzar y el deseo de aferrarse a la juventud.
Si bien su ritmo pausado puede no ser para todos, su sensibilidad y la química entre los protagonistas logran transmitir una historia sincera sobre la búsqueda de significado y la necesidad de conectar con otros, sin importar la edad.
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