Interceptor es un thriller de acción, apenas desarrollado en unas pocas localizaciones, en el que un sabotaje terrorista está a punto de arrasar EE.UU mediante un ataque con misiles nucleares. Está dirigida por el debutante Matthew Reilly y protagonizada por Elsa Pataki (Ninette, Fast ande Furious 5), Luke Bracey (Hasta el último hombre, G.I Joe: La Venganza) y Aaron Glenane (La verdad, 2067). Entre los productores se encuentra Chris Hemsworth, que además participa es un cómico cameo. Se estrena en mundialmente en Netflix el 3 de junio de 2022.
Crítica de 'Interceptor'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Interceptor
Título original: Interceptor
Reparto:
Elsa Pataky (Capitán J. J. Collins)
Luke Bracey (Alexander)
Aaron Glenane (Beaver Baker)
Paul Caesar (Capitán John Welsh)
Marcus Johnson (General Dyson)
Zoe Carides (Presidente Wallace)
Kim Knuckey (General Crowthorne)
Año: 2022
Duración: 96 min.
País: Australia
Director: Matthew Reilly
Guion: Stuart Beattie, Matthew Reilly
Fotografía: Ross Emery
Música: Michael Lira
Género: Acción. Aventuras
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Interceptor'
Sinopsis
Tras ser injustamente apartada del trabajo de sus sueños en el Pentágono, la capitana J. J. Collins (Elsa Pataky), dura y curtida por la vida, se halla al mando de una remota base de intercepción de misiles nucleares en mitad del Pacífico. Cuando un ataque coordinado simultáneo amenaza la base, Collins se enfrenta cara a cara al carismático y corrupto Alexander Kessel (Luke Bracey), un exagente de inteligencia del Ejército estadounidense dispuesto a llevar a cabo un plan inconcebible. Luchando contrarreloj, Collins debe servirse de sus años de entrenamiento táctico y experiencia militar para saber en quién puede confiar e impedir que Kessel y sus mercenarios infiltrados cumplan su retorcida y terrible misión. (Netflix España)
Dónde se puede ver la película en streaming
Alerta de misiles
Interceptor es capaz de resumirte el armazón de la película en apenas el minuto inicial. Lo demás van siendo añadidos, mera guarnición, nada sorpresivo. Estamos ante una clásica cinta de acción con terroristas zumbados, megalómanos y calculadores que deciden poner en jaque a los EE.UU y a la vida de sus ciudadanos. La cosa va como sigue. Estados Unidos, o al menos eso nos cuentan, tiene dos bases capaces de interceptar misiles lanzados por potencias enemigas. Una de ellas está en Alaska y ha sido atacada e inutilizada, y la otra se emplaza en algún remoto lugar del pacífico y está apunto de correr la misma suerte.
Evidentemente no es casualidad. Sobre todo si tenemos en cuenta que hay un submarino ruso (en algún momento tenía que haber rusos) a una distancia relativamente inquietante. A la susodicha base interceptora del Pacífico llega la tiente J.J Collins (Elsa Pataki), una militar fiel a los ideales de ejército a pesar de algún serio problema con la parte masculina de su escalafón.
Collins acaba de ser destinada allí después de una traumática experiencia por un caso de abuso por parte de un general de tres estrellas. En realidad se trata de un regreso, puesto que Collins ya conocía la base. Sin embargo, este reencuentro coincide con que unos terroristas entran a saco, comenzando una lucha por la supervivencia que inmiscuye también a millones de vidas estadounidenses.
Vieja escuela con algún toque nuevo
Interceptor usa el viejo paradigma de una figura heroica contra una caterva de terroristas con intenciones letales. En este caso dejar sin defensas antimisiles a EE.UU para poder disparar a placer sobre ellos dieciséis cabezas nucleares. Hay algo en el planteamiento que en lugar de seguir el camino de algunas heroínas de acción modernas, en películas como Atómica, Kate, Jolt, o Gunpowder Milkshake, parece retrotraerse a los años 90 y a los planteamientos de Van Damme o Seagal. Menos glamour coreografiado y más espíritu sudoroso, marcial y macarra.
Y es que lo tenemos todo. Frases lapidarias, proezas físicas y un patriotismo a prueba de bombas. Aunque todo es mucho menos espectacular a posteriori, y al final todo se reduce a la sala de control de la base interceptora y a un par de localizaciones más. La premisa: los terroristas tratan de entrar y Elsa Pataki trata de mantenerlos a raya y evitar un holocausto nuclear.
A tanta testosterona en el plano teórico, se le añade un componente de empoderamiento femenino, donde la teniente Collins es la que reparte los mamporros, se lía tiros y defiende el fuerte. Además, aunque metido con calzador, hay una referencia argumental importante al tema de los acosos sexuales, por parte de un militar de alta graduación sobre Collins, y que se convierte en un factor motivacional.
Algunos elementos de Interceptor
Interceptor es una mezcla de clichés dispuestos de forma revuelta y sin orden ni concierto. La trama podría resumirse en apenas dos líneas, pero tenemos cien minutos de pirotecnia más cerca de la serie b que de otra cosa. Colindando con el telefilm de sobremesa de toda la vida. Hay una baza que hace que la experiencia no sea un sopor, y es que hay acciones tan simples, tan arquetípicas y tan efectistas, que uno no sabe muy bien si es adrede, o estamos viendo una comedia involuntaria. Aunque a veces es muy voluntaria. Baste con ver el cameo de Chris Hemsworth.
Por no quedar, no queda clara ni la motivación que siguen los terroristas. El líder es Alexander Kessel (Luke Bracey), un exmilitar estadounidense que está como un cencerro y que quiere rectificar los pecados de su país borrando del mapa a dieciséis ciudades. Su principal acólito es Beaver Baker (Aaron Glenane), un tarambana ultraconservador que casi flirtea con QAnon. Y por medio andan los rusos a verlas venir. Es decir, no esperemos geopolítica elevada, sino más bien un gazpacho de ideas casi aleatorias. Lo importe son los misiles y la cuenta atrás.
No hay muchas cosas particularmente destacables en Interceptor, pero al menos ahorra florituras. A los cinco minutos ya estamos metidos en el ajo y a partir de ahí solo hay peripecia. El thriller basado en la resistencia numantina de la base, y la acción pura y dura. Visualmente apenas hay más de tres localizaciones y el acabado casi parece dirigirse hacia lo pulp, en el lado menos creativo de la palabra. Cuando llega la hora de los efectos especiales se nota la baratura de la producción.
El elenco de Interceptor
Interceptor está hecha para el lucimiento de Elsa Pataki. Desde luego su presencia en el cine de acción se ve refrendada por sus apariciones en la saga Fast an the Furious. Por no mencionar el delirio de Serpientes en el avión (2006). Aquí, no obstante, ella es la protagonista absoluta, y ciertamente cuesta identificarla como la bestia parda que va arrasando terroristas como si nada. Sin embargo, al cabo de unos cuantos enemigos abatidos casi que lo olvidamos y acaba por darnos igual. Es una mezcla entre la teniente Ripley y Lara Croft, aunque menos divertida de lo que suena.
Cumple como malo Luke Bracey. Al menos al inicio, en su faceta más respondona, burlesca y lenguaraz. Después deviene en un villano de manual con pretensiones casi planetarias. El insoportable de la película es Aaron Glenane. Deleznable no solo por su catadura moral, sino también por ser un plasta de tomo y lomo. Como aliado de Elsa Pataki tenemos a Mayen Mehta en el papel de cabo Rahul Shah, sin más recorrido que engrosar la cuota de personajes bondadosos.
Conclusiones de 'Interceptor'
Interceptor es un refrito de clichés del cine de acción hace tiempo ya superados, en el que la relativa novedad es poner a un personaje femenino como némesis de los terroristas. Por lo demás, no está claro si hay grandes cantidades de humor involuntario, o si bien la mezcla entre exageración y tópicos está fatalmente usada. El resultado final incluye a Elsa Pataki repartiendo leña, algún que otro comentario social, y un compendio de vulgaridades que hacen que no haya demasiado buen cine. Lo que no quita que tenga un nivel de entretenimiento razonable que la convierten en apta para el consumo.
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