Islands, tercer largometraje del prometedor realizador alemán Jan-Ole Gerster (La profesora de piano), completa un siguiente paso en su carrera al entregar una obra persuasiva que reúne a actores de talla internacional como Sam Riley y Stacy Martin para disparar hacia el lado existencial y cuestionable del individuo en medio de un escenario paradisíaco.
Crítica de 'Islands'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Islands
Título original: Islands
Reparto:
Sam Riley (Tom)
Stacy Martin (Anne)
Jack Farthing (Dave)
Dylan Torrell (Anton)
Bruna Cusí (María)
Pep Ambròs (Jorge)
Fatima Adoum (Amina)
Maya Unger (Pauline)
Fernando Navas (Beachcomber)
Año: 2025
Duración: 123 min.
País: Alemania
Director: Jan Ole Gerster
Guion: Jan Ole Gerster, Blaz Kutin, Lawrie Doran
Fotografía: Juan Sarmiento G.
Música: Dascha Dauenhauer
Género: Thriller. Drama
Distribuidor:
Sinopsis de 'Islands'
Tom es entrenador de tenis en un lujoso hotel de una isla turística y llena el tiempo entre clases con alcohol y aventuras de una noche. La llegada de la familia Maguire saca a Tom de su rutina habitual, entabla una relación con Anne, su marido Dave y su hijo Anton. Tom no puede quitarse la sensación de que ya conoce a Anne de antes, y esta tensión crece entre ellos hasta que una noche Dave desaparece y la investigación policial señala a Anne y a Tom como sospechosos.
Interrogantes en medio del placer
Seguimos a Tom, un profesor de tenis con problemas con el alcohol que da clases en un lujoso hotel en las Islas Canarias. Todo empieza a distorsionarse cuando llegan al hotel Dave, Anne y su hijo Anton, unos turistas que empezarán a formar un vínculo importante con Tom y a alejarlo de su rutina habitual. Una noche, Dave desaparece y, en medio de una ardua búsqueda por parte de las autoridades, Tom despertará viejos sentimientos que creía esfumados en su pasado.
Perdición seductora
Dentro de Islands habita un sutil encanto. Tal vez es su divertido pero derruido protagonista, tal vez es el anhelo de misterio que busca ejecutar con delicado trato desde el momento en que la familia aparece, o puede que sea la cálida atmósfera que su director logra transmitir con cada escena, lo que hace que se sienta cercana y emocional.
Islands aborda un sinfín de concepciones acerca de la soledad, el círculo imperfecto que significa sobrellevar, mas no superar, nuestras propias penumbras y las diferentes caras que nos imponemos mostrar en el día a día.
Despliegues narrativos rescatables
Islands trasciende en sí misma a pesar de su encasillado retrato de personajes. Tom, Dave, Anne e incluso Anton no dejan de salirse del esquema arquetípico por el que sus actores trabajan. Sin embargo, su director nos hace dudar y redirige el suspenso hacia un terreno más introspectivo.
En Islands, el verdadero punto de interés radica en cómo el estado mental y emocional del protagonista afronta las diferentes roturas por las que atraviesa el guion. Los términos lingüísticos con los que juega su director son dignos de destacar y en ocasiones logran darle una vuelta a lo habitual. No obstante esto mismo no resulta especialmente impresionante y sigue cuidadosamente algunas fórmulas establecidas.
Buen reparto para un desarrollo que daba para más
Islands se siente como una anécdota de verano que se tornó más oscura de lo que debía en el camino, y si bien de primeras la película quiere parecer eso, la realidad es que, a medio camino, el núcleo argumental termina pecando por ser bastante predecible y, por ende, generando menos impacto del que prometía.
Sam Riley hace un gran trabajo entregando gestos interpretativos que exploran de forma profunda la psique de Tom. La isla también ejerce una figura importante: no solo da sede al conflicto, sino que refleja un contraste inteligente con el tono dramático y recóndito de la cinta.
Stacy Martin, quien interpreta a Anne, está más que correcta, aunque su personaje sí que puede estancarse o sentirse algo disperso o poco inspirado conforme se acerca el punto más álgido de la obra. Su vínculo con Tom tiene pinceladas interesantes y, por momentos, reflejan un dilema moral que podría dar pie a secuencias más contundentes —cosa que nunca llega, pero que al menos se mantienen presentes en el relato—.
Desperfectos que no manchan del todo
Lamentablemente, como dije, el guión tiene caídas importantes, sobre todo cuando el conflicto de la búsqueda empieza a tomar más protagonismo. Islands falla al presentar una problemática con la suficiente intriga y la resolución no genera nada fuera del otro mundo. Los minutos finales por otra parte, sí que consiguen compensar un poco el desequilibrio plasmado anteriormente.
Conclusión de 'Islands'
En conjunto, la película de Jan-Ole Gerster es un ejercicio de personaje y entorno que cumple. Es verdad que muchas veces se empuja para ser más impactante de lo que al final es, pero el trabajo general es digno. Sam Riley sostiene la película entera con su personalidad en pantalla y el arco de su personaje es lo suficientemente reconfortante como para seguir su ambivalente camino de principio a fin.
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