"Juicio al extranjero": Azar o premeditación

Juicio al extranjero es una obra participativa que simulará un proceso judicial al protagonista de la novela “El extranjero” de Albert Camus.

El público será guiado por la compañía para construir un juicio público. Dentro de la sala representarán todos los roles de un juicio: Juez, fiscal, defensa, testigos, jurado popular y al acusado del crimen el señor Mersol.

Un hombre que camina por la playa comete un asesinato sin razón aparente. ¿Lo hizo con premeditación o fue puro azar?

Esto es lo que se decidirá cada noche en la sala. (EL UMBRAL DE PRIMAVERA).

Bienvenidos a juzgar

Albert Camus escribió en 1942 el libro “El extranjero”, que es la piedra angular de Juicio al extranjero. En esta pieza teatral apuesta absolutamente por la interactividad plena, lo que hace el público forme parte de la propia obra en todo momento. Al igual que la novela original, Íñigo Santacana busca hacer que el espectador reflexione y para ello establece diversas líneas de conexión directa. Por lo cual, cada uno de los asistentes debe meterse en el papel que se les asigne durante la pieza, siendo en todo momento un ejercicio de introspección, atención en los detalles y ser ellos mismos quiénes dicten sentencia desde su propio pensamiento. No es fácil que este tipo de espectáculos logren captar el favor de todo el público, pero, sin duda, en este proyecto, se consigue, lo que demuestra una ejecución perfecta.

Lógicamente, hay algunos puntos que podrían matizarse, pero por ello no desluce el rendimiento, ya que cada función es única. La mayoría de espectadores puede preguntarse por qué tiene ese punto de originalidad y se debe a la estrategia por la que cada persona lleva la obra por un lugar u otro. Sin desvelar ningún detalle, el foco se pone en todo momento en la forma de interactuar del espectador con la historia, algo que en tiempos de COVID-19 se agradece enormemente. En particular, desde Cinemagavia, se pudo comprobar dicha experiencia en primera persona. De esta forma, permitió que se pueda decir sin problemas que se disfruta de una forma dinámica, entretenida y con ganas de seguir participando en ese debate tan vivo como interesante. Igualmente, el espectáculo sigue un guion y una estructura que facilitan el control de la misma.

Los espectadores, los protagonistas

A pesar de la magia del directo, Juicio al extranjero sigue una estructura fija, que deja suficiente libertad al espectador para improvisar, pero sin descarrilarse. Así posibilita una buena gestión de los tiempos, lo que hace que no se extienda innecesariamente en el tiempo y pueda ajustarse cada parte de una forma óptima. También cabe destacar que el equipo de InDubio Teatro acompaña a los asistentes en esta experiencia, siendo los maestros de ceremonia de lo que sucede sobre la escena. Se puede ver en su forma de actuar el cariño con el que tratan a la profesión, combinado con una responsabilidad y profesionalidad palpables. Por lo cual, hacen sentir a los espectadores dentro de esa cercanía, lo que deja una sensación agradable y con suficiente confianza para que el público pueda animarse a hablar.

La puesta en escena se decanta por un carácter minimalista, por lo que no tiene grandes artilugios en la parte central de la misma. Aun así, dejan esos guiños al caso que se está valorando en la obra, explotando esos elementos en el centro del escenario. Así, de esta manera, se relaciona la simbología perfectamente, para asentar la identidad de la pieza teatral. Después, hay una correlación bien llevada entre los distintos objetos y recursos que se utilizan a lo largo de la obra. Al igual que se ha mencionado antes, permite que el espectador tenga la suficiente libertad, pero sin excederse en ella. Como es de esperar, hay algunos aspectos que se han simplificado, para hacer más accesible la propuesta, por lo que algún aspecto filosófico puede sentirse como menos evolucionado que otras partes de la pieza.

Conclusión de 'Juicio al extranjero'

Juicio al extranjero es una propuesta interactiva basada en “El extranjero “, de Albert Camus. Íñigo Santacana ha sabido traer un espectáculo que triunfa por la inmersión del público sobre la reflexión que se busca. Asimismo, hay una ejecución de la conexión y la atención de los asistentes, que hace de ella una experiencia teatral muy positiva. Además, fomenta el debate y el obtener un pensamiento crítico con la escucha de todos los miembros de la misma. También aplaudir la estructura que posibilita un control sobre la escena y el ritmo agradable y dinámico que cumplen de principio a fin. Un debut de la compañía InDubio, que pisa fuerte y con ganas de seguir viendo su evolución. Vivencia en primera persona que triunfa por un planteamiento inteligente, interesante y cautivador

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