"Jurassic World": La nostalgia no siempre es suficiente

22 años después de lo ocurrido en "Jurassic Park", la isla Nublar ha sido transformada en un enorme parque temático, Jurassic Wold, con versiones «domesticadas» de algunos de los dinosaurios más conocidos. Cuando todo parece ir sobre ruedas y ser el negocio del siglo, un nuevo dinosaurio de especie desconocida, pues ha sido creado manipulando genéticamente su ADN, y que resulta ser mucho más inteligente de lo que se pensaba, se escapa de su recinto y comienza a causar estragos entre los visitantes del Parque. (UNIVERSAL PICTURES).

Dónde se puede ver la película

De vuelta a Isla Nublar

Una de las sagas más queridas por el público fue la creada por Steven Spielberg con Parque Jurásico. En 2015 volvió a revivir esta saga con Jurassic World, a manos de Colin Trevorrow. Al igual que ocurriese con el primer film, la historia comienza en un parque temático invadido por estos seres jurásicos. A diferencia de sus predesoras, ya juega con la lección aprendida, por lo que se expone la necesidad de innovar como principal motivo del largometraje. De esta forma, se hace una pequeña crítica a la necesidad de revivir viejos conocidos (o sagas) e ir más allá. Aun así, no consigue sorprender lo suficiente y cae en algo que ya se conoce de antes, solamente que añadiendo una problemática que se explota a favor de la acción, pero que no se expande mucho más.

Por esta razón, la justificación que se da y la forma de desarrollar la trama principal se resuelven de una forma excesivamente sencilla. Luego, se procede a una vorágine de situaciones, en las que se abren distintos frentes, que acaban convergiendo en una historia única que recuerda demasiado a largometrajes del mismo género. Sin embargo, la falta de sustancia se podría haber suplido con una historia llena de fuegos artificiales, donde la espectacularidad hubiera sido una forma de disfrazar las flaquezas que presenta un guion que, a veces, cae en tópicos. A ello se le une unos personajes con poco trasfondo, donde únicamente su dúo protagonista lanza algunas pinceladas en su biografía, pero les falta un carisma suficiente para no tener que mostrar cierta profundidad. Por tanto, el factor emocional y afectivo no obtiene el mismo efecto  que la saga original, pero se convierte en un entretenimiento que cumple.

Actores de acción

El reparto de Jurassic World está capitaneado por dos actores de una gran calidad artística como son Bryce Dallas Howard y Chris Pratt. Para comenzar, Howard se maneja entre una frialdad acorde a la personalidad de su personaje, que después se desluce ante un cambio de energía excesivamente radical. Por lo cual, la actriz no termina de encontrar a su personaje, aunque pone todo el esfuerzo en darle verosimilitud. Gracias a ello, no se puede negar que obtiene un buen resultado, que podría haber brillado más si su concepción hubiera sido distinta. Aun así, demuestra ser una buena heroína de acción, al poner toda la carne en el asador durante las secuencias de acción, aunque se echa en falta más pasión y potencia. Pese a ello, es innegable que su calidad como actriz es un aval y sigue siendo un acierto contar con ella para este film.

Por otra parte, Chris Pratt demuestra tener un gran carisma ante la pantalla, consolidándose en este film también como un gran actor de películas de aventuras y acción. Además, algo de lo que goza Pratt es la facilidad con la que equilibra la tensión escénica con la expresividad más desenfadada y pícara. De forma que, le permite sacar más partido a su personaje, reajustando las flaquezas que presenta en el guion, al potenciar el lenguaje no verbal. Por dicha razón, el espectador se queda con su interpretación en la retina. Luego, Nick Robinson y Ty Simpkins sorprenden al realizar unas interpretaciones que van ganando adeptos según transcurre el film, permitiéndoles formar un combo con buena sintonía entre ellos. De esta manera, tienen ese punto blanco, que no cae en una ingenuidad edulcorada, lo que les permite ser el referente familiar.

Dinosaurios al ataque

Al retomar una de las sagas más queridas de todos los tiempos, Jurassic World se preparó para ser un escaparate audiovisual espectacular y así fue. En primer lugar, los espacios en los que se desarrollan entran dentro de un espectáculo estético y visual, con grandes escenarios con todo lujo de detalles. Esa riqueza artística hace que se aprecie muchísimo el gran cuidado que se han tenido en los detalles naturales e interiores. Gracias a ello, el espectador consigue sumergirse en la película, al querer formar parte de ese parque de atracciones. Lo que no consigue de la misma forma son los efectos especiales en torno a los dinosaurios. No se puede negar que están muy bien desarrollados, pero en algunos momentos se percibe demasiada plasticidad en su resultado y tampoco son la principal atracción, cuando deberían serlo.

La forma de remover a los espectadores con secuencias míticas no se halla en esta entrega. No se entiende por qué no han explotado esos primeros planos con los dinosaurios, no se ha sacado partido a la tensión que suscita su presencia junto a las posibles víctimas. Muestra de ello son las distintas muertes que van ocurriendo en el film, que no tienen una gran relevancia, pese a que debería llamar la atención. No obstante, el montaje de la película ha seguido una estructura ligera y dinámica, por lo que no se estanca en ningún momento y llega a buen puerto a nivel de ritmo. También hay que destacar el uso de guiños a la saga original, lo que hace que el universo se comparta, pero también se haga un homenaje que, realmente, es de lo mejor de la película.

Conclusión

Jurassic World es un regreso a la mítica saga de Steven Spielberg, que cumple con lo que se esperaba, pero no va más allá, ni se convierte en un espectáculo visual de grandes dimensiones. Un guion que podría haberse aprovechado de otra forma, donde falta mayor sustancia y calidad narrativa. Por suerte, a nivel actoral, Chris Pratt y Bryce Dallas Howard dan unas actuaciones estupendas, en especial, el primero. La artesanía de la imagen obtiene un gran impacto en la calidad de sus escenarios, en el ritmo del montaje y los guiños a la saga original. Sin embargo, flaquea en la creación de los dinosaurios y se echa en falta mayor potencia en el efecto visual. Un retorno al mundo jurásico que entretiene, pero que no apasiona.

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