Justicia artificial es un thriller político con tintes de cine negro protagonizado por Verónica Echegui, Alberto Ammann, Tamar Novas y Alba Galocha. Su director, Simon Casal (A Coruña, 1984), obtuvo con Eduardo Barreiros (2012) el Gran Premio del Jurado al mejor telefilme en Worldfest Houston y estrenó en el Mill Valley Film Festival su primer largometraje como director, Lobos Sucios / Dirty Wolves (2016), seleccionado en diversos certámenes de EEUU, Europa y Asia. Estreno en salas de cine españolas el 13 de septiembre de 2024.



Justicia artificial película

Crítica de 'Justicia artificial'

Ficha Técnica

Título: Justicia artificial
Título original: Justicia artificial

Reparto:
Verónica Echegui (Carmen Costa)
Tamar Novas (Brais)
Alba Galocha (Alicia)
Alberto Ammann (Alex)
José Afonso Pimentel (Jesus)
Elea Petit (Narrador)
Monti Castiñeiras (Médico)
Marco D'Almeida (Vidal)
Paula Morado (Manuela)
Melania Cruz (Presidenta Garcés)
Ledicia Sola (Helena)
Xabier Deive (Senador Ávila)
Santi Prego (Goitia)

Año: 2024
Duración: 98 min.
País: España
Director: Simón Casal
Guion: Simón Casal, Víctor Sierra
Fotografía: Diego Cabezas
Música: Sofia Oriana Infante
Género: Thriller
Distribuidor: A Contracorriente Films

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Tráiler de 'Justicia artificial'

Sinopsis de 'Justicia artificial'

El gobierno español anuncia un referéndum para aprobar un polémico sistema de Inteligencia Artificial que promete automatizar y despolitizar la justicia sustituyendo a los jueces y juezas en todo el país. Carmen Costa, una reconocida jueza, es invitada a trabajar en el desarrollo del proyecto, pero la repentina desaparición de la creadora del sistema provoca una gran desconfianza en ella. Pronto entiende que está descubriendo una conspiración que pretende controlar, desde la justicia, a todo el país. (A Contracorriente Films)

Dónde se puede ver la película en streaming



Un futuro distópico que plantea preguntas inquietantes

Justicia artificial es un thriller judicial dirigido por Simón Casal que combina tecnología, intriga y drama político en un escenario distópico donde la Inteligencia Artificial (IA) toma las riendas de la justicia en España. La trama, que se desarrolla a partir de un referéndum para automatizar el sistema judicial y despolitizar los tribunales, se centra en Carmen Costa, una jueza que es reclutada para trabajar en este proyecto revolucionario. Sin embargo, la misteriosa desaparición de Alicia Kóvack, la creadora del sistema, despierta las sospechas de Carmen, quien comienza a desentrañar una conspiración a nivel nacional.

Justicia artificial película

Una protagonista que lleva el peso de la trama

El personaje de Carmen Costa, interpretado por Verónica Echegui, es el centro emocional e intelectual de Justicia artificial. Su interpretación destaca por la capacidad de transmitir las dudas y temores de una jueza experimentada que se enfrenta a un sistema que desafía sus principios éticos y profesionales. A lo largo de Justicia artificial, Carmen evoluciona de una profesional que confía en la promesa de la IA a una investigadora desconfiada que desentierra verdades inquietantes.

El resto del reparto, aunque cumple bien con su papel, queda en segundo plano en comparación con el viaje personal y profesional de Carmen. Personajes como los políticos detrás del proyecto o los desarrolladores del sistema de IA sirven más como piezas funcionales dentro de la conspiración que como individuos complejos.

Un debate moral y una conspiración oculta

Justicia artificial se basa en una premisa intrigante: ¿Qué sucedería si la justicia pudiera ser automatizada y desprovista de prejuicios humanos? Esta idea, en teoría, es prometedora, pero Justicia artificial rápidamente transforma esa promesa en una pesadilla de control y manipulación. A medida que Carmen investiga la desaparición de Alicia Kóvack, se da cuenta de que el sistema de IA no solo amenaza con deshumanizar la justicia, sino también con convertirse en una herramienta de control absoluto sobre la población.

El argumento plantea preguntas éticas profundas sobre la tecnología y su lugar en la toma de decisiones que afectan vidas humanas. ¿Puede una máquina juzgar con imparcialidad? ¿Qué ocurre cuando los sistemas se vuelven corruptos? A lo largo de Justicia artificial, la tensión va en aumento, aunque a veces la trama se ralentiza en explicaciones técnicas que pueden parecer densas para algunos espectadores.

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Una visión fría y tecnológica del futuro

La dirección de Simón Casal opta por un enfoque visual sobrio y frío, con escenarios que reflejan la impersonalidad y eficiencia de un sistema judicial completamente automatizado. Las escenas que involucran tecnología y salas de servidores están bien ejecutadas, transmitiendo una sensación de control omnipresente.

La banda sonora contribuye a la sensación de intriga y paranoia, con una mezcla de sonidos electrónicos y tensos que subrayan el avance implacable de la tecnología en el sistema judicial.

Un enrevesado desarrollo narrativo

Aunque la premisa es intrigante y plantea dilemas morales relevantes, Justicia artificial a veces se siente atrapada en el equilibrio entre el thriller y el drama judicial. Los momentos de tensión son efectivos, pero Justicia artificial podría haber profundizado más en el debate ético sobre el uso de IA en la justicia, en lugar de centrarse tanto en la conspiración detrás de su implementación.

Además, el personaje de Alicia Kóvack, cuyo misterio impulsa gran parte de la trama, no se explora lo suficiente. Su desaparición se siente como un desencadenante más que como una parte integral del desarrollo de la historia.

Conclusión de 'Justicia artificial'

Justicia artificial es un thriller intrigante que explora las implicaciones de un futuro donde la justicia está en manos de la IA. Aunque plantea preguntas importantes sobre la ética y el control, su enfoque a veces se diluye entre la trama conspirativa y el drama judicial, sin profundizar lo suficiente en los personajes ni en los dilemas morales que podrían haber hecho de la película una obra más memorable.

Ofrece momentos de tensión y plantea reflexiones valiosas pero se queda a medio camino en su ejecución. Aun así, es una película recomendable para aquellos interesados en las intersecciones entre tecnología y justicia, y en cómo el futuro podría reconfigurar nuestras instituciones más fundamentales.

Reportaje de Justicia artificial en Días de Cine TVE

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CINEMAGAVIA
6,5 / 10
65 %
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Pablo Veiga Carpintero
Escribo sobre cine, series y teatro.
justicia-artificial-critica-pelicula-estreno-cineJusticia artificial es un thriller intrigante que explora las implicaciones de un futuro donde la justicia está en manos de la IA. Aunque plantea preguntas importantes sobre la ética y el control, su enfoque a veces se diluye entre la trama conspirativa y el drama judicial, sin profundizar lo suficiente en los personajes ni en los dilemas morales que podrían haber hecho de la película una obra más memorable. Ofrece momentos de tensión y plantea reflexiones valiosas pero se queda a medio camino en su ejecución. Aun así, es una película recomendable para aquellos interesados en las intersecciones entre tecnología y justicia, y en cómo el futuro podría reconfigurar nuestras instituciones más fundamentales.

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