Yann González vuelve a las pantallas con su segundo largometraje Knife + Heart, tras el estreno de "Les rencontres d'après minuit". Con esta segunda cinta estuvo entre las elegidas para competir en la Sección Oficial para la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes de 2018. También estuvo presente ese mismo año en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges en la Sección Oficial a competición. Protagonizada por Vanessa Paradis, se estrena en España este 3 de abril en la plataforma digital de Filmin.
Crítica de 'Knife + Heart'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Knife + Heart
Título original: Un couteau dans le cœur
Reparto:
Vanessa Paradis (Anna Parèze)
Nicolas Maury (Archibald Langevin)
Kate Moran (Lois McKenna)
Jonathan Genet (Guy)
Félix Maritaud (Thierry)
Año: 2018
Duración: 110 min
País: Francia
Director: Yann González
Guion: Yann González y Cristiano Mangione
Fotografía: Simon Beaufils
Música: M83
Género: Thriller
Distribuidora: Filmin
Tráiler de 'Knife + Heart'
Sinopsis de 'Knife + Heart'
Knife + Heart nos lleva a Paris, verano de 1979. Anne, una productora de películas porno gay baratas, es una mujer violenta, víctima del alcohol y de sus propios demonios. Cuando Loïs, su editora y pareja, la abandona tras años de relación, Anne queda destrozada. Desesperada y decidida a reconquistarla, hace una película mucho más ambiciosa. Pero un asesino misterioso enmascarado merodea en su entorno y esto alterará su vida. (FILMIN).
Premios
- Festival de Cine de Cannes. Nominada a la Palma de Oro. Sección Oficial. 2018
- Festival de Cine de Sitges: Nominada en la Sección Oficial. 2018
Dónde se puede ver la película
Homocidio
El erotismo envuelve la atmósfera de Knife+Heart desde el principio. La sexualidad con la que se describe, permite utilizar el sexo explícito como un modo de expresión. Yann González y Cristiano Mangione han sabido ejecutar una historia que se difumina en pos del misterio y del crimen. Asimismo, bebe de la influencia del giallo italiano, tan popularizado durante los años 70. Por lo cual, González y Mangione han propiciado un homenaje al género de terror de aquellos años, componiendo una interpretación de aquellas historias y dejándose llevar por un relato marcado por el suspense, el slasher y lo onírico. Es innegable que puede verse la fantasía narrativa que confeccionan, sin buscar un trasfondo reflexivo o una crítica social, siendo un escaparate de la concepción cinematográfica del terror de bajo presupuesto de aquellos años.
Por otro lado, enmarca la acción dentro de una metahistoria, que da pie a distintas líneas en paralelo para desconcertar al espectador y pueda preguntarse quién se encuentra detrás de la máscara del asesino. Sin embargo, también ofrece una visión de la crisis personal de su protagonista, aderezada con un drama existencial y creativo. El problema surge cuando esa influencia dramática no termina de conectar con el espíritu principal del film y se pueden ver ciertas tramas que navegan vagamente por la cohesión narrativa. Aun así, los giros de guion son tan inverosímiles, que son fantasía pura. Por lo cual, la irreverencia y el esperpento de terror triunfan en el relato principal, pese a que pierde fuelle en las columnas que la sostienen. Es decir, la construcción de los personajes se realiza desde un prisma en el que se pierde en los detalles y se aleja de su naturaleza.
La decadencia brillante
La década de los 70 es recordada por una estética peculiar, que a día de hoy sigue influyendo en la cultura pop. Por lo tanto, no es extraño que Knife + Heart cuente con un personaje protagonista lleno de traumas, violencia y decadencia. Sin embargo, a nivel interpretativo puede ser un caramelo envenenado. Por suerte, Vanessa Paradis, la encargada de dar vida a Anne, realiza un trabajo histriónico, pero sin perder esas pinceladas que le permiten no caer en la caricatura. Además, tiene ese magnetismo estrambótico, unido a una expresividad excéntrica que triunfa entre los espectadores. Por lo cual, sabe manejar a la perfección la carga filmíca depositada sobre sus hombros, convirtiéndose en el punto de unión de convergencia cinematográfica y quedando en la retina del espectador. Una excesividad imprescindible, que sin ella, no tendría ese resultado.
No obstante, la brillantez de Paradis opaca a un reparto que no se explota ante la pantalla. Hay multitud de actores que participan en ella, pero apenas tienen peso dentro de la trama. Por lo que sus interpretaciones se ven ensombrecidas por la falta de importancia que les ofrecen. Dicho de otra forma, aunque el resultado de forma individual es positivo, en conjunto no terminan de asentarse. Para empezar, Kate Moran es la perfecta antagonista-heroína de la historia, tiene ese realismo que equilibra la extravagancia general del film, además de hacerlo con una fragilidad y sensibilidad exquisita, pero no se le da la envergadura en pantalla que debiese. Lo mismo ocurre con Nicolas Maury, que, aunque en ocasiones excesivo, en otras es arrollador. Luego, Jonathan Genet cumple con su cometido, pero se debe más a la realización técnica, que interpretativa.
Insaciable propósito
Como se ha comentado anteriormente, Knife + Heart es un homenaje al giallo italiano de los años 70, por lo que no solo influye en su narrativa, sino en la manera de construir el largometraje de forma técnica. En primer lugar, la estética elegida evoca a aquella década y genera a la perfección ese ambiente, por ejemplo, a través del color y de la disposición de los elementos visuales. Después, la dirección de fotografía recrea esas producciones de serie B pornográficas, llevando al espectador a ese ambiente sórdido y decadente. Se utiliza una disposición de la cámara en la que los encuadres y el movimiento llega a ese estilo peculiar. Sin embargo, la gran baza del film es la dirección artística, que crea unos espacios cuidados al detalle, por lo que el público entra en ese mundo tan visual desde el principio.
Es curiosa la importancia del montaje dentro de lo que es el propio film, sin duda, esta cinta tiene esos recursos referenciales que son interesantes, aunque sean algo efímeros en su importancia en escena. Por otra parte, me gustaría destacar el vestuario y el maquillaje, dado que en este largometraje se ha realizado un trabajo artístico excelente desde esta categoría. La forma en la que ha fabricado una imagen, permite al espectador poder relacionar lo que se muestra en pantalla con el imaginario que se ha ido tejiendo durante el transcurso de la película. Luego, la composición de la música, con ese carácter dominado por los sintetizadores, encaja a la perfección. En consecuencia, hay una creación estética apropiada, que conquista. El problema surge en la falta de sustancia y pérdida del ritmo en ciertos momentos y no haber desarrollado mejor el clímax final.
Conclusión
Knife + Heart es un homenaje al cine de los años 70, por lo que su historia y su estética se ven marcadas por el giallo italiano, que tanto triunfó en aquella década. El conflicto que presenta es cierta falta de sustancia en momentos que podrían haber elevado al film, aun así, no se puede negar que el espectador acaba entrando en esta atmósfera onírica de decadencia y extravagancia. Hay un sello de identidad que triunfa y son fieles a ello hasta el final. A nivel interpretativo, hay una increíble Vanessa Paradis, que se entrega al film en su totalidad. Sin embargo, se echa en falta cuidar más el peso de los otros actores y permitirles expresarse en escena.
Por otra parte, técnicamente tiene una coherencia visual exquisita, mezclando una composición sonora perfecta, que seduce al público. Aun así, no encuentra una sublimación final que deje sin aliento. Una excentricidad fantasiosa, que podría haber sido excelente, pero no termina de equilibrar todos los elementos expresivos que tiene. Una noche de sexo irreverente que embauca sin problemas, pero no perdura en el tiempo.
Puedes leer la otra crítica de esta película pulsando aquí.
Reportaje de Knife + Heart en Días de Cine TVE
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