La bestia en mí es una serie de thriller psicológico que sigue a Aggie Wiggs, una escritora que se ve envuelta en una obsesiva búsqueda de la verdad sobre su nuevo vecino, Nile Jarvis, un poderoso empresario sospechoso de haber asesinado a su esposa. Con un elenco estelar que incluye a Claire Danes y Matthew Rhys, la serie explora temas de duelo, obsesión y la delgada línea entre la realidad y la ficción. Dirigida por Antonio Campos y creada por Howard Gordon y Gabe Rotter, La bestia en mí es una serie que te mantendrá al borde de tu asiento, cuestionando lo que es real y lo que no. Se puede ver desde el 13 de noviembre de 2025 en la plataforma Netflix. Puedes leer aquí otra crítica realizada por Cinemagavia de esta serie.
Crítica en 'La bestia en mí'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La bestia en mí
Título original: The Beast in Me
Reparto:
Claire Danes (Aggie Wiggs)
Matthew Rhys (Nile Jarvis)
Brittany Snow (Nina Jarvis)
Natalie Morales (Shelley Morris)
Jonathan Banks (Martin Jarvis)
Susan Pourfar (Lorna Fenig)
Rocco Gozzi (Wyatt Jarvis)
Eleni Yiovas (Christina Moore)
Leonard Gerome (Cooper Morris-Wiggs)
David Lyons (Agente Brian Abbott)
Tim Guinee (Rick 'Bola de demolición' Jarvis)
Jared Andrew Bybee (Trabajador de desguace)
Mason Gozzi (Preston Jarvis)
Año: 2025
Duración: 50 min.
País: Estados Unidos
Director: Howard Gordon (Creador), Gabe Rotter (Creador), Antonio Campos
Guion: Howard Gordon, Daniel Pearle, Gabe Rotter
Fotografía: Lyle Vincent
Música: Sara Barone, Sean Callery, Tim Callobre
Género: Thriller. Intriga
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'La bestia en mí'
Sinopsis
Tras una pérdida devastadora, Aggie Wiggs (Claire Danes) intenta reconstruir su vida, pero todo cambia cuando conoce a Nile Jarvis (Matthew Rhys), un hombre marcado por un oscuro pasado. Lo que comienza como una conexión intensa pronto se transforma en una obsesión peligrosa, llevando la tensión y el suspense al límite. (Netflix España)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Obsesión como guía
La trama se desarrolla como un juego psicológico donde los roles del cazador y la presa cambian de manos constantemente. La bestia en mí estira la tensión capítulo a capítulo, dejando a propósito zonas grises que el espectador debe completar con sospechas e intuiciones. No siempre lo hace con sutileza, algunos giros son algo predecibles y ciertos episodios se estiran para mantener el misterio sin aportar demasiada información nueva.
La historia plantea una pregunta inquietante, ¿hasta qué punto perseguimos a los monstruos de otros para no mirar a los propios?. La bestia en mí no da respuestas fáciles y, aunque por momentos coquetea con lugares comunes del thriller televisivo, la serie consigue sostener el interés hasta su desenlace, que equilibra tragedia, revelación y un eco amargo que encaja bien con el tono general.
Ojo de halcón emocional
Howard Gordon y Gabe Rotter guían la miniserie con una mirada que equilibra intensidad y contención. La dirección se mantiene cerca de sus protagonistas, casi respirándoles encima, capturando gestos mínimos que hablan de heridas profundas. Se apuesta por una narrativa que combina escenas silenciosas, donde la mirada es un arma, y momentos de estallido emocional que rompen la calma como puñales inesperados.
La bestia en mí confía en los rostros de sus actores, en sus silencios, en la tensión del espacio doméstico. La atmósfera recuerda al thriller suburbano de prestigio, con restos de Big Little Lies y ecos más turbios del Alfred Hitchcock de La ventana indiscreta, pero sin la ironía juguetona de este último.
Bestias heridas
Claire Danes vuelve a demostrar su talento para interpretar mujeres al borde del colapso emocional sin caer en la exageración melodramática. Su Aggie Wiggs es un retrato matizado de una madre devastada y de una mente en constante batalla consigo misma. Hay momentos en los que su necesidad de verdad parece un espejo deformado de su necesidad de justicia.
Matthew Rhys es el complemento perfecto, ambiguo, magnético, capaz de inspirar empatía en un instante y desconfianza al siguiente. Su Nile Jarvis es un hombre rodeado de rumores, pero también de secretos legítimos, y Rhys los maneja con la sutileza de quien sabe que un gesto vale más que un monólogo.
Sombras, reflejos y mapas del dolor
La bestia en mí tiene una identidad visual marcada, predominan los tonos fríos, los grises y azules que dibujan un invierno emocional perpetuo. La iluminación juega un papel crucial, con sombras que ocultan tanto como revelan. El interior de los hogares se convierte en una extensión de la mente de sus dueños, algo que la construcción escenográfica utiliza con acierto.
El montaje se toma su tiempo, quizás en exceso, pero mantiene vivo el pulso del suspense. La música acompaña creando una piel sonora que subraya las emociones y contribuye a construir el crescendo dramático en los episodios finales.
Conclusión de 'La bestia en mí'
La bestia en mí, serie que no reinventa el thriller psicológico, pero lo ejecuta con solidez y con una carga emocional que lo hace destacar por encima de muchas propuestas similares. La exploración del duelo, la culpa y la necesidad de atribuir sentido al horror personal está bien integrada en la parte más policial e investigativa de la historia.
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