La caja de cristal, película alemana de la directora turco-alemana Asli Özge, cuenta cómo cambian las relaciones con el prójimo a medida que lo conoces y especialmente en un entorno cerrado, sin posibilidad de salir, a la vez que te planteas tus propias opiniones sobre los demás. Un thriller social producido por los Hermanos Dardenne que se estrenará en salas de cine españolas el 17 de mayo de 2024.
Crítica de 'La caja de cristal'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La caja de cristal
Título original: Black Box
Reparto:
Luise Heyer (Henrique Koch)
Felix Kramer (Johannes Horn)
Christian Berkel (Eric Behr)
Timur Magomedgadzhiev (Ismael Sultanov)
Manal Issa (Madonna)
André Szymanski (Karsten Jung)
Año: 2023
Duración:120 min
País: Alemania
Director: Asli Özge
Guion: Asli Özge
Fotografía: Emre Erkmen
Música:
Género: Thriller. Drama social
Distribuidor: Pirámide Films
Tráiler de 'La caja de cristal'
Sinopsis
Los inquilinos de un céntrico edificio berlinés, ya sometidos a una gran tensión por los manejos de la inmobiliaria que posee el edificio, se encuentran una mañana, sin explicación ninguna, encerrados y rodeados por la policía. Nadie puede entrar ni salir.
Sin información, los residentes empiezan a especular. Primero, suponen que puede haber una bomba colocada en la puerta de entrada. Luego se difunde el rumor de que un criminal se esconde en el patio.
El miedo se convierte en inseguridad y a su vez en agresión. Los prejuicios provocan la polarización. Viejos conflictos vuelven a salir a la luz y los residentes empiezan a denunciarse unos a otros. En esta situación de peligro existencial, pierden su máscara de decencia humana. Empiezan a mostrar sus verdaderas caras y cada uno persigue sus propios intereses en este juego de poder y capitalismo. (Pirámide Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
Malestar psicológico desde el inicio
Con La caja de cristal nos encontramos ante una obra de nivel. Se crea una sensación de malestar psicológico prácticamente desde el principio. Los ruidos del transporte de una oficina de cristal plegable que se introduce en un bloque de edificios ya son un buen presagio de molestias para los vecinos. Y éstos ya no salen de ese mal trago en toda la película.
Me ha gustado La caja de cristal, quizá porque, cuando no esperas mucho, aparece algo de calidad. Y esta peli la tiene, partiendo de la protagonista principal, Henrique Koch (Luise Heyer), un ama de casa que se convierte en los ojos del espectador, en la mirada del público, (parece que lo que ella piensa va en la dirección adecuada). Aunque, la verdad, tampoco sabemos nunca si sus sospechas suponen una certeza ni siquiera relativa.
De repente, lo que un viejo edificio puede tener de inconveniente se convierte en una cárcel en un día en el centro de Berlín. La policía valla el bloque y no permite salir a nadie, ni siquiera a Henrique, que tiene una entrevista de trabajo vital. Pero esto no es lo peor. Lo peor comienza precisamente entonces. Estar encerrado no es nada positivo para nadie.
El uso de la cámara con planos en los que puede verse el interior de los pisos ajenos, junto con la insistencia en mostrar escenas de reuniones de vecinos, es otra característica de La caja de cristal, que acentúa la idea de espionaje entre unos y otros.
Después de nuestro hogar, de nuestra familia, lo primero que nos encontramos en el mundo son nuestros vecinos. Y cuando nos dejan incomunicados en el edificio de la comunidad, y además es la policía, poco se puede argumentar para salir, así que te encuentras en contacto directo con aquellos, surgiendo los inevitables roces y malentendidos.
El administrador del edificio, el Sr. Johannes Horn (Félix Kramer), que es el que ha instalado la caja en el patio, moviendo los cubos de basura, de forma que a unos vecinos les llega mas el olor y las moscas que a otros, ya no es bien visto por sus inquilinos. De hecho, le lanzan un huevo a la chaqueta, así como si nadie hubiera sido, lo cuál es un aviso de que las cosas no van bien.
Para no desmenuzar más, diremos que esta mezcla de drama social, ya que se sospecha de forma generalizada que Horn quiere renovar el viejo edificio para venderlo a propietarios más pudientes, y los pequeños o grandes dramas personales de cada familia, junto con el clima claustrofóbico por el cerco de la policía, conforman un ambiente turbio y estresante, que va in crescendo y supone una atmósfera cargante, que le da fuerza a la película.
Las grandes grietas del edificio resquebrajan su seguridad, pero también la paciencia y la serenidad de los que viven allí. Todos empiezan a sacar lo peor de sí mismos, sembrando dudas en cada cual, llegando a situaciones tensas, violentas.
Lo único que conocen es que la policía está haciendo investigaciones. A partir de ahí, nada. O todo, todo lo que quieran pensar. Las distintas procedencias de los que viven en el edificio y la existencia de tres pisos de propietarios turcos, incrementan los miedos y los prejuicios sociales.
Conclusión de 'La caja de cristal'
Muy recomendable película de la directora nacida en Turquía y afincada en Alemania Asli Özge, con una estupenda interpretación de Luise Heyer, en un thriller social y psicológico en el que sentirse encerrado en tu propio edificio puede sacar lo peor de ti, y de tus vecinos.
La directora demuestra una vez más ser una gran investigadora de la sociedad y de cómo los individuos funcionan en ella, como ya hizo en Men on the Bridge y en All of a Sudden.
Reportaje de La caja de cristal en Días de Cine TVE
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