Desde el 27 de abril se puede disfrutar de La casa - Intrahistoria de una mudanza en el Teatro Quique San Francisco. Esta obra escrita por Alma Vidal, reflexiona sobre el concepto de la familia tradicional española a partir de la mirada de la generación Z. Bajo la dirección de Iván López-Ortega y la propia Vidal, el reparto está compuesto por Eva Quirós, Sol López, Carlos Lorenzo, Pablo Sevilla, Enare Martín, Ignacio Becerril y Nacho Almeida, con la colaboración especial de Enriqueta Carballeira. Estará en cartel hasta el 20 de mayo en el Teatro Quique San Francisco.



Estreno de La casa

Crítica de 'La casa - Intrahistoria de una mudanza'

Ficha Técnica

Título: La casa - Intrahistoria de una mudanza
Título original: La casa - Intrahistoria de una mudanza

Reparto:
Eva Quirós
Sol López
Carlos Lorenzo
Pablo Sevilla
Enare Martín
Ignacio Becerril
Nacho Almeida

Con la colaboración de: Enriqueta Carballeira

Duración: 85 min. apróx.
Dirección: Iván López-Ortega y Alma Vidal
Dramaturgia: Alma Vidal
Diseño escenografía: Iván López-Ortega
Diseño de Iluminación:
Guzmán Pérez
Diseño de Vestuario:
Alba Roselló y Alma Vidal
Espacio Sonoro:
Eduardo Gandulfo Peña (LALO) e Iván López Ortega
Música:
Camila Bordón Arenal y Paco Sabido
Diseño y Gestión de producción:
Alma Vidal y La Palliata
Ayudantía de Dirección:
María Gómez Zúñiga
Asesoría de Dirección:
Ainhoa Amestoy
Ayudantía de producción:
María de Miguel
Diseño de Proyección:
Ismael Aguilar
Diseño de cartel:
Antonio Hernández Fimia
Diseño gráfico:
Sergio Iglesias
Ayudantía de Escenografía:
Alba Roselló y Robert Abad Capilla
Asistencia de ensayo y Técnico en luces:
Carlos Micra
Técnico en maquinaria:
Violeta Nêmec
Colaboración especial de:
Antonia Duarte y Luis García
Colaboraciones:
Ainhoa Amestoy, Campus FP, La Sala, Purificación Rincón, Paco Sabido, Gonzalo Gil, Elena Cañizares, Antonio Hernández Fimia, Adrián Antequera, Sergio Iglesias, Camila Bordón Arenal, Violeta Nêmec y Margo García
Producción: Alma Vidal

Tráiler de 'La casa - Intrahistoria de una mudanza' 

Sinopsis de 'La casa - Intrahistoria de una mudanza'

La casa - Intrahistoria de una mudanza nos presenta a Julia ha tomado la decisión de abandonar la que ha sido su casa en los últimos quince años, la que ha visto crecer a sus hijos, morir a su padre y partir a su marido cuando se quedó sola. Durante sus últimas horas en la vivienda, ella y toda su familia deberán enfrentarse al recuerdo, a la nostalgia y a la valentía que requieren los cambios. Todo ello poblado de los múltiples conflictos entre un hijo adolescente, una madre senil, una hija que se marcha lejos, un marido ausente y una nueva pareja más joven que busca su sitio en la unidad familiar. (TEATRO QUIQUE SAN FRANCISCO). 



La casa
Foto de Alma Vidal Prod.

La gran familia española

Alma Vidal reflexiona sobre la estructura familiar actual española en La casa – Intrahistoria de una mudanza, donde mediante el cambio de hogar realiza un camino vital lleno de emoción. Por tanto, llena este relato de naturalismo, donde expone una familia que podría encontrarse perfectamente en la sociedad. Sin embargo, de lo más sencillo, logra incorporar un viaje del pasado al presente, donde se valora la presencia de las madres y las abuelas. Asimismo, establece un retrato sincero de las relaciones personales y con un enganche emocional bien planteado. Por ello, se ven matices que logran dar otra perspectiva al libreto, no siendo un mero escaparate de situaciones. Un homenaje a la dificultad de sostener un hogar, del perdón, de seguir hacia adelante cuando todavía se sigue mirando hacia atrás. Un carácter personal, que sienta muy bien a la pieza.

La construcción se posa sobre todo en el personaje de Julia, el cual es la columna vertebral de lo que va sucediendo ante la escena. No obstante, hay que aplaudir la manera de dibujar a la abuela, la cual protagoniza algunas de las escenas más hilarantes del montaje. También se pueden ver pinceladas de escenas en las que se incorpora ese componente fantástico, de magia, que dan personalidad a la pieza. Por otro lado, se aplaude la elección de introducir escenas totalmente rocambolescas, como una de las últimas con el foco en el gato y el perro, que provoca las risas en los espectadores. Hay momentos realmente brillantes. Únicamente, los discursos de introducción y de despedida no casan como debieran, quedándose algo fuera de lugar, pudiéndose buscar una reformulación a la hora de hacerlo. Aun así, la obra respira inteligencia y talento.

Intrahistoria de una mudanza
Foto de Alma Vidal Prod.

Esencia maternal

Eva Quirós lidera el reparto coral de La casa – Intrahistoria de una mudanza, dando vida a Julia, la matriarca de esta familia. En las primeras escenas se puede ver una naturaleza muy maternal, que permite a Quirós no solo dar verosimilitud a su personaje, sino lanzarse de lleno ante él. Gracias a ello, el espectador empatiza completamente al verla sobre la escena. También se valora la posición de la voz, la expresividad por los diferentes estados por los que transita, brillando en aquella donde se produce el contraste entre pasado y presente. Después, Sol López está magnífica, soberbia sobre la escena, un auténtico placer verla sobre las tablas. No tiene escena ni detalle a mejorar, es un auténtico maremoto, que sabe cuál es su tono, sabe jugar con su personaje y deja encandilados a los asistentes. Una maravilla sobre el escenario.

Carlos Lorenzo logra quedarse en la retina del público, a pesar de no tener una gran presencia en la obra. Con lo cual, su personalidad y la manera de pisar el escenario hace que realice una labor contundente y memorable. Luego, Enare Martín le cuesta arrancar, se encuentra algo encorsetada en sus primeras escenas, faltándole algo más de naturalidad. Sin embargo, una vez pasa esta fase de presentación, se relaja e interpreta de una forma más completa. Se crece en las escena junto a Ignacio Berrecil. Por su lado, Becerril tiene un duende especial, una expresividad que habla por sí sola, algo que aprovecha y eleva su trabajo dramático. Por último, Pablo Sevilla cumple con su papel, pero podría dar más, está excesivamente contenido, algo que le pide su personaje, pero, tristemente, le pasa factura a él como intérprete. Colaboración especial de Enriqueta Carballeira, que ejerce estupendamente.

Intrahistoria de una mudanza
Foto de Alma Vidal Prod.

Realismo mágico

La propuesta escénica de La casa – Intrahistoria de una mudanza se compone de un diseño perspicaz que hace que la propia casa sea un personaje en sí mismo. Por tanto, la escenografía no solo trae una estructura de grandes proporciones, sino que expande el universo con los distintos fueras de escena, así como la transformación de algunos elementos como los armarios. Sin embargo, su mayor potencial se halla en los detalles, en las cajas, en las lámparas, dando un juego que permite aportar movimiento a la escena. También se valora la elección de los colores en cada personaje, no hay una justificación narrativa, pero permite que se comprenda como de unas tonalidades más apagadas van navegando hacia unas más vivas, una vez finalizado el recorrido.

La iluminación se convierte en una de las piezas fundamentales, sobre todo a la hora de tener que enfatizar si se encuentran en el pasado o en el presente. No obstante, en algunos momentos pasa de una forma excesivamente sutil, se podría dar todavía más potencia. A pesar de ello, el diseño es efectivo. El uso de audiovisuales se limita a una escena en concreto, la cual se resuelve de una forma atractiva estéticamente, pero se echa en falta que se hubiera podido utilizar este componente algo más. Por otro lado, el ritmo de la pieza es dinámico, consigue coger una velocidad pertinente, después de un arranque en el que se busca y se encuentra. Gracias a ello, se desarrolla la obra con gran satisfacción y deja muy buen sabor de boca.

La casa
Foto de Alma Vidal Prod.

Conclusión

La casa – Intrahistoria de una mudanza realiza un retrato personal, sincero y tierno sobre las estructuras familiares actuales. Por tanto, bebe de ese realismo íntimo, que permite que el espectador empatice en todo momento. Además, lo adereza con fantasía y magia en pequeñas dosis, que uniéndolo a una comedia desternillante, en su justa medida, logra un montaje muy efectivo. Después, a nivel interpretativo, Eva Quirós y Sol López lideran con brillantez un reparto más que satisfactorio, donde la comunidad hace la fuerza. A nivel artístico, destaca un cuidado de la escenografía, que uniéndose a la selección de colores, hace que se quede en la retina. Una despedida emotiva, llena de matices y detalles, que logra cautivar a los espectadores.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
la-casa-intrahistoria-de-una-mudanza-critica-teatroRealiza un retrato personal, sincero y tierno sobre las estructuras familiares actuales. Por tanto, bebe de ese realismo íntimo, que permite que el espectador empatice en todo momento. Además, lo adereza con fantasía y magia en pequeñas dosis, que uniéndolo a una comedia desternillante, en su justa medida, logra un montaje muy efectivo. Después, a nivel interpretativo, Eva Quirós y Sol López lideran con brillantez un reparto más que satisfactorio, donde la comunidad hace la fuerza. A nivel artístico, destaca un cuidado de la escenografía, que uniéndose a la selección de colores, hace que se quede en la retina. Una despedida emotiva, llena de matices y detalles, que logra cautivar a los espectadores.

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