La asistencia sexual ha encontrado su espacio de divulgación y debate en las investigaciones periodísticas, los seminarios o las redes sociales. Pero el cine de Fernando Franco presenta una narrativa emocional y profunda desde formas sencillas, verosímiles e incluso humorísticas. La consagración de la primavera, su tercera película, compite en la Sección Oficial del Festival de cine de San Sebastián, y se estrenará en salas el 30 de septiembre de 2022. Puedes leer AQUí otra crítica de esta película realizada por Cinemagavia.
Crítica de 'La consagración de la primavera'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La consagración de la primavera
Título original: La consagración de la primavera
Reparto:
Valeria Sorolla (Laura)
Telmo Irureta (David)
Emma Suárez (Isabel)
Año: 2022
Duración: 110 min.
País: España
Director: Fernando Franco
Guion: Fernando Franco, Bego Aróstegui
Fotografía: Santiago Racaj
Música: Maite Arrotajauregi, Beatriz Vaca
Género: Drama. Discapacidad
Distribuidor: La Aventura Audiovisual
Tráiler de 'La consagración de la primavera'
Sinopsis
La consagración de la primavera es una película que nos presenta a Laura (Valèria Sorolla), que acaba de llegar a Madrid para instalarse en un Colegio Mayor y estudiar la carrera de Químicas. Sola y casi sin dinero, intenta adaptarse a su vida universitaria mientras lidia con sus inseguridades. Una noche, por casualidad, conoce a David (Telmo Irureta), un chico con parálisis cerebral que vive con su madre, Isabel (Emma Suárez). Laura inicia con ellos una relación de confianza mutua que le ayuda a superar sus complejos y afrontar una nueva etapa hacia la madurez. La consagración de la primavera es una historia sobre ese momento vital en el que todo es posible y sobre cómo el encuentro más inesperado nos puede cambiar la vida.
Dónde se puede ver la película en streaming
Sexo, necesidad innecesaria
El sexo no es una necesidad básica y, aún así, es un contenido con gran presencia en la pantalla o las conversaciones colectivas. El sexo implica piel, intimidad, cariño, confianza, conocimiento, vulnerabilidad, significación y, en ocasiones, también es un intercambio monetario. En nuestra mundo, cualquier acto que concluya en billetes es objeto de debate. Por consiguiente, también lo es La consagración de la primavera, película que invita a pensar bajo otras pieles. Un tema a reflexionar es el uso del lenguaje, las palabras con las que se debate sobre el sexo al tratarlo como necesario o innecesario con preguntas que cuantifican su importancia, o si se puede vivir toda una vida sin él.
Aunque es una conversación interesante, el debate de base es sobre la prostitución a personas con discapacidad. La consagración de la primavera muestra el viaje de autoconocimiento de una chica de 18 años recién cumplidos que acaba de aterrizar en Madrid. Laura (Valeria Sorrolla) explora su deseo, ella misma confiesa que nunca se lanza a actuar así que decide asistir a David, un hombre con parálisis cerebral interpretado por Telmo Irureta.
Laura es anodina, no tiene experiencias sexuales, pocas experiencias en realidad. No sostiene vínculos de amistad profundos con otras jóvenes, tampoco familiares, pasa por la ciudad casi de puntillas. Ha pasado de la tutela de sus padres al cuidado de unas monjas en un Colegio Mayor y, en una de las primeras escenas, ya se plantea la escasa relación con su propio cuerpo. La consagración trata sobre el propio placer, de manera individual y colectiva.
Juego de posición: objeto y sujeto deseante
Fernando Franco no se posiciona ni condena, invita al espectador a hacerlo tras enfrentarle a una realidad diferente a la propia. Laura madura ante el objetivo como sujeto deseante sin alcanzar una alta frecuencia dramática, es más, el humor se pincela en varios momentos. La puesta en escena es singular, a veces imposibilita la simpatía con su protagonista, o conocerla en profundidad. Apenas hay un par de elementos a los que aferrarse para obtener información de ella.
En sus anteriores proyectos, Franco acompañó a una mujer con trastorno de personalidad (La herida, 2013), y a una pareja que enfrenta a una enfermedad en fase terminal (Morir, 2017). En esta segunda también eligió el minimalismo como expresión, ambos personajes exploraban sus luces y sombras, y en los cuidados y el trato cruzaban diferentes emociones. Como un juego de similitudes, en Morir se cerraban las cortinas para que Luis descansara y, en su final, Marta pudo abrirlas para que entrara la luz. Aquí también se cierran las cortinas para darle intimidad a David y, en su conversación final, Laura y él salen a la terraza y no vuelven al dormitorio.
Conclusión de 'La consagración de la primavera'
Fernando Franco describe un marco completo sobre la asistencia sexual, muestra cómo afecta a ambos implicados sin reducirlo a quien recibe placer y quien cobra en metálico. Mientras Isabel (Emma Suárez), la madre de David, sirve de dispositivo confesional y puente de entendimiento. Tras una exploración de 110 minutos, Laura conoce lo suficiente para elegir qué quiere, cómo y cuándo es suficiente.
Reportaje de La consagración de la primavera en Días de Cine TVE
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