La escuela del bien y del mal (The school for good and evil) es una película adscrita al género de la fantasía young adult, basada en la sagra literaria de Soman Chainani. Dirige la obra Paul Feig (Cazafantasmas, Espías). Entre los intérpretes encontramos a Sophia Anne Caruso (City on a hill, Soy el número cuatro), Sofia Wylie (High school musical, Back on the net) o Charlize Theron (Mad Max: fury road, Monster). Se estrena mundialmente en Netflix el 19 de Octubre de 2022.
Crítica de 'La escuela del bien y del mal'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La escuela del bien y del mal
Título original: The school for good and evil
Reparto:
Sophia Anne Caruso (Sophie)
Sofia Wylie (Agatha)
Charlize Theron (Lady Lesso)
Michelle Yeoh (Professor Anemone)
Laurence Fishburne (School Master)
Jamie Flatters (Tedros)
Kit Young (Rafal/Rhian)
Cate Blanchett (Voice of the Storian)
Año: 2022
Duración: 148 minutos
País: Estados Unidos
Director: Paul Feig
Guion: David Magee, Paul Feig (Novela: Soman Chainani)
Fotografía: John Schwartzman
Música: Theodore Shapiro
Género: Fantasía
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'La escuela del bien y del mal'
Dónde se puede comprar la novela
- CHAINANI, SOMAN (Autor)
Sinopsis
En el pueblo de Gavaldon, dos superamigas inadaptadas, Sophie (Sophia Anne Caruso) y Agatha (Sofia Wylie), comparten un vínculo de lo más insólito. Sophie es una costurera de cabellos dorados que sueña con huir de su monótona vida para convertirse en princesa. Agatha, con su lúgubre imagen y una madre excéntrica, tiene madera de auténtica bruja. Una noche, bajo una luna roja como la sangre, una poderosa fuerza las arrastra a la Escuela del Bien y del Mal, donde empiezan las verdaderas historias de todo gran cuento de hadas.
Y, sin embargo, algo va mal desde el principio: Sophie va a parar a la Escuela del Mal, dirigida por la glamurosa y mordaz lady Lesso (Charlize Theron), y Agatha acaba en la Escuela del Bien, bajo la supervisión de la alegre y bonachona profesora Dovey (Kerry Washington). Por si fuera poco tener que lidiar con las clases junto a los retoños de la Bruja Mala (Freya Parks), el capitán Garfio (Earl Cave) y con el apuesto hijo del rey Arturo (Jamie Flatters), el director (Laurence Fishburne) revela que solo un beso del amor de su vida puede cambiar las normas y mandar a cada una a la escuela adecuada para cumplir su verdadero destino. Pero cuando una figura siniestra y peligrosa (Kit Young), que guarda misteriosos vínculos con Sophie, resurge y amenaza con destruir la escuela y todo el mundo mágico, el único final feliz posible es sobrevivir a su cuento de hadas de la vida real. (Netflix España)
Dónde se puede ver la película en streaming
Érase una vez
La escuela del bien y del mal (The school for good and evil) es a la vez un homenaje y una refutación de los cuentos de hadas. En cuanto a la bondad y la maldad prescribe que las etiquetas son confusas y poco precisas, y que asignarlas sin miramientos es una cuestión de maniqueísmo. Las protagonistas de la historia viven en la aldea de Gavaldon, y son Sophie (Sophia Anne Caruso), Agatha (Sofia Wylie). Ambas son enormemente distintias, mientras Sophie tiene una aspecto angelical clásico de los cuentos de hadas, de los que es adicta, Agatha es constantemente acusada por los lugareños por ser hijo de bruja y considerarla como tal.
Gavaldon es un lugar mediocre, y particulamente Sophie está deseando abandonar el lugar. Cuando le hablan de un sitio llamado La Escuela del Bien y del Mal, siente curiosidad por el lugar. Se trata de una escuela donde se forman los héroes y villanos de los cuentos de hadas. Sus deseos se ven cumplidos y son llevadas, tanto Sophie como Agatha a la escuela, salvo que son inscritas en, a priori, lugares equivocados. Sophie es dejada a la puerta de la Escuela del Mal, y Agatha en la Escuela del Bien. Dado que la aspiración de Sophie era ser princesa de cuento de hadas todo da la impresión de estar fuera de lugar.
Mientras tanto iremos explorando estas escuelas y sus peculiaridades. A simple vista, y por mera asociación de ideas, asociaremos rápidamente la película a la saga de Harry Potter. De hecho, contiene una serie de elementos que son canónicos en la saga de J.K Rowling: escuelas donde se imparten asignaturas mágicas, jóvenes protagonistas, entorno arquitectónico entre lo gótico y lo victoriano...
Un entorno de fantasía
La escuela del bien y del mal acaba entrando por los ojos, en base a su plasticidad. No es un superproducción, ni llega al nivel de medios de lo más granado de la saga potteriana, pero el apartado visual quizá sea lo más notable de la película. La ambientación, la aparición de animales y seres fantásticos, y la plasmación de los diversos hechizos y otras magias está lograda. El problemas es más la oquedad subyacente, la coherencia narrativa de la historia.
El guion avanza a escopetazos, y a veces da a sensación de apresuramiento, de engarce de situaciones rápidas que no prenden en la cabeza del espectador. Una de las gracias de la historia consiste en ver el contraste entre las dos escuelas y la filosofía que las mueve. Siendo Paul Feig el director, da la impresión de que se potencia el lado paródico mediante la inflación de estereotipos. Mientras que La Escuela del Bien parece una casa de muñecas, llena de alumnos cursis y pijos, La Escuela del Mal parece un tugurio emo, macarra y peligroso. Volviendo a la saga de Harry Potter, son algo así como la casa Slytherin pero en versión malota.
La narración no deja de ser una historia de aprendizaje y autodescubrimiento, donde tanto Sophie como Agatha, habrán de irse adaptando a las singularidades de sus respectivas escuelas, siempre con la sensación de sentirse fuera de lugar. Lo bueno es que esto sirve para cuestionar ciertos roles. Así, por ejemplo, en la Escuela del Bien hay una asignatura llamada "embellecimiento" en la que las chicas han de aprender a sonreir y ser encantadoras para poder encandilar a un príncipe azul. De buenas a primeras nos es incluso más aceptable La Escuela del Mal.
El elenco de La escuela del bien y del mal
La escuela del bien y del mal tiene en su reparto a ilustres nombres, pero el protagonismo recae esencialmente en Sophia Anne Caruso y Sofia Wylie como Sophie y Agatha respectivamente. Su actuación es resultona, aunque se ve lastrada por un guion que en demasiadas ocasiones se adentra en los tópicos adolescentes más petardos. No sabemos muy bien si tomar en serio sus aventuras o no. Pero sus personajes son los catalizadores para comprender que las apariencias engañan y que el bien y el mal son elementos simplificadores. O sea, no es cuestión de ver todo en blanco y negro, sino de advertir la gama de grises.
Un elementos perturbador de la amistad entre Sophie y Agatha es, tópicamente, un chico. El caballeroso, demasiado a la antigua usanza, Tedros (Jamie Flatters), quien supuestamenge es hijo de El Rey Arturo, nada menos. De todo el círculo adolescente quizá cabría destacar a Sofia Wylie, aunque solo sea por el carácter guerrero que aporta. Los secundarios están algo desaprovechados. Charlize Theron interpreta a la directora de la Escudela del Mal, en un papel ligero y algo paródico. Papel complementario a la opuesta profesora de la Escuel del Mal (Kerry Washinton).
También hay componente maligno insidioso y que será el principal adversario de la película, Rafal (Kit Young). Un antiguo representante de la Escuela del Mal que ejercerá una extraña influencia sobre Sophie. Para ser un antagonista, ni impresiona, ni amedrenta, resultando un tanto prosaico, sobre todo si hablamos en términos de una película del género fantástico. Laurence Fishburne por su parte es el director de La Escuela del Bien y del Mal en su conjunto, pero su presencial es casi testimonial. Es decir, Laurence Fishburne haciendo de Laurence Fishburne.
Conclusión de 'La escuela del bien y del mal'
La escuela del bien y del mal (The school for good and evil) aporta en teoría algunas ideas interesantes. No juzgar el bien o el mal por las apariencias sino por los actos, la excesiva simplificación de algunos cuentos de hadas, o la necesidad de villanos en la narración para que el lector saque por sí mismo una lección moral. Sin embargo el desarrollo vistoso, y la parafernalia de excesos de magia acaban simplificando demasiado estas ideas de base. El resultado es muy irregular, y parece más otro intento de inicio de una franquicia por parte de Netflix que una película sólida, y que se hace algo larga.
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