La frontera, miniserie dirigida por Yolanda Centeno, y María Pulido que explora la tensa y compleja colaboración entre España y Francia durante los años 80, en plena lucha contra la violencia de ETA. Un thriller político que nos muestra los límites del poder, la justicia y la libertad en una España convulsa y profundamente dividida. La historia, en cinco capítulos, pasará por San Sebastián, Marsella, Biarritz y París, recreando esa época y sus escenarios en localidades como San Sebastián, Getaria, Hondarribia, Irún y Rentería, además de Madrid. Se puede ver desde el 13 de junio de 2025 en Prime Video.
Crítica de 'La frontera'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La frontera
Título original: La frontera
Reparto:
Javier Rey (Mario)
Itsaso Arana (Izaskun)
Vincent Pérez (Léon)
Amaia Aberasturi (Maia)
Goize Blanco (Ainhoa)
Kike Guaza (Jon)
Rebeca Matellán (Edurne)
Yohan Lévy (Maurice)
Pepe Lorente (Sargento GC)
Iman Perez (Adèle)
Asier Hernández (Xabier)
Víctor Clavijo (Coronel GC)
Mikel Losada (Edorta)
Año: 2025
Duración: 50 min.
País: España
Director: Yolanda Centeno, María Pulido
Guion: Luis Marías, David Zurdo
Fotografía: Francisco Sánchez Polo
Música: Paula Olaz, Xabier Olaz
Género: Thriller
Distribuidor: Prime Video
Tráiler de 'La frontera'
Sinopsis
Año 1987. Francia empieza a colaborar con España en la lucha contra ETA. Un grupo disidente de la organización va a cometer un atentado en París. Las autoridades españolas han resuelto no intervenir, pero un joven capitán de la Guardia Civil decide actuar. Una historia de acción, fidelidades y traiciones, donde cada uno tendrá que demostrar en qué cree y cuáles son sus “fronteras”. (Prime Video)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Al filo del pacto y del fuego
La frontera se adentra en uno de los períodos más tensos de la historia reciente española: la lucha contra ETA en los años 80, justo cuando comenzaba la colaboración entre los gobiernos de España y Francia. Sin embargo, esta serie no se queda en la superficie del conflicto, sino que lo examina desde una arista menos explorada, la de un grupo disidente dentro de la propia organización terrorista, empeñado en romper el pacto tácito de no violencia en territorio francés.
El conflicto se dramatiza a través de Mario Sanz, capitán de la Guardia Civil, cuya ética profesional se pone a prueba cuando debe actuar fuera del marco institucional y colaborar con la policía francesa. Lo que comienza como una misión de inteligencia termina convirtiéndose en un pulso moral y emocional en un escenario tan ideológico como personal.
La trama, tensa y bien dosificada a lo largo de los episodios, evita el maniqueísmo, no romantiza ni demoniza, presenta personajes humanos envueltos en un contexto político envenenado, lo que potencia el drama.
Precisión, contención y mirada humanista
Yolanda Centeno y María Pulido dirigen La frontera con una sorprendente madurez narrativa. Saben cuándo dejar hablar a la historia y cuándo empujarla visualmente, no hay efectismo gratuito. La tensión se construye a base de miradas, decisiones silenciosas y planos sostenidos.
Se percibe una clara intención de escapar de los lugares comunes del thriller televisivo, las persecuciones están dosificadas, y el verdadero suspense se cuece en los despachos, los encuentros discretos y las tensiones diplomáticas.
Tensiones contenidas
Javier Rey lleva el peso de La frontera con una interpretación sobria y eficaz. Su Mario Sanz es un hombre que intenta ser fiel a sus valores en medio de una maquinaria política que no siempre recompensa la honestidad. La evolución del personaje, entre la firmeza profesional y la fragilidad personal, está muy bien trabajada.
El reparto secundario también cumple con creces, especialmente los policías franceses y los miembros del grupo disidente de ETA, cuya rabia ideológica se muestra sin caricaturas. La tensión entre colaboradores forzados y enemigos comunes da lugar a algunas de las mejores escenas de la serie.
Sobriedad de época
La reconstrucción de época es convincente sin ser intrusiva. Los años 80 están presentes en los coches, la ropa, los teléfonos y las calles, pero nunca eclipsan el relato. La fotografía es opaca, con tonos grises y marrones que acentúan la sensación de vigilancia constante y violencia latente.
El uso de la música es comedido pero efectivo, apoyando los momentos clave sin caer en la sobreexposición emocional. El montaje equilibra bien las escenas más lentas y dialogadas con otras de acción o resolución inmediata.
Conclusión de 'La frontera'
La frontera es una serie inteligente, comprometida y bien realizada. Ofrece un thriller político con suficiente tensión narrativa como para atrapar. Además, con una profundidad ética poco habitual en el género y que se consolida como una ficción potente sobre el terrorismo, la diplomacia y los dilemas personales que surgen cuando la verdad y la justicia no siempre van de la mano.
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