La gran ambición, drama histórico del director Andrea Segre que ha conquistado al público italiano convirtiéndose en un rotundo éxito de taquilla con más de 3,5 millones de euros de recaudación y más de medio millón de espectadores, llega el 1 de agosto de 2025 a las salas de cine españolas gracias a Filmin. Coincidiendo con el 40º aniversario de su muerte, la película de Andrea Segre recuerda la figura de Enrico Berlinguer, el político que estuvo a punto de llevar al Partido Comunista al gobierno de Italia a finales de los 70. La gran ambición obtuvo 15 nominaciones en los Premios David di Donatello, donde ganó dos galardones: Mejor Actor para Elio Germano (El caso Braibanti, La increíble historia de la Isla de las Rosas) y Mejor Montaje.



La gran ambición película

Crítica de 'La gran ambición'

Ficha Técnica

Título: La gran ambición
Título original: Berlinguer. La grande ambizione

Reparto:
Elio Germano (Enrico Berlinguer)
Stefano Abbati (Umberto Terracini)
Francesco Acquaroli (Pietro Ingrao)
Fabio Bussotti (Armando Cossutta)
Paolo Calabresi (Ugo Pecchioli)
Roberto Citran (Aldo Moro)
Pierluigi Corallo (Antonio Tatò)
Nikolay Danchev (Leonid Breznev)
Svetoslav Dobrev (Todor Zhivkov)
Luca Lazzareschi (Alessandro Natta)

Año: 2024
Duración: 95 min.
País: Italia
Director: Andrea Segre
Guion: Marco Pettenello, Andrea Segre
Fotografía: Benoît Dervaux
Música: Iosonouncane
Género: Drama. Biográfico
Distribuidor: Filmin

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'La gran ambición'

Sinopsis

La gran ambición narra la vida del líder político popular Enrico Berlinguer, secretario general del Partido Comunista Italiano, durante los años más cruciales de su carrera política, entre 1973 y 1978. La película se centra en el momento en que Berlinguer estuvo a punto de llevar al Partido Comunista de Italia al poder en 1978 mediante una alianza con la Democracia Cristiana. El secuestro y asesinato de Aldo Moro, líder de los democristianos, frustró un momento que hubiera cambiado la historia del país y del equilibrio geopolítico en todo el mundo. (Filmin)

Dónde se puede ver la película en streaming



Complejo e inestable tablero político 

Andrea Segre cuenta la heroica historia de Enrico Berlinguer, el hombre que, como secretario general del Partido Comunista Italiano en la década de 1970, casi logró convertir a su partido en un factor importante en la política italiana y europea gracias a su cuidadoso distanciamiento de la Unión Soviética y su claro compromiso con la OTAN. Hasta que el asesinato de Aldo Moro por las Brigadas Rojas torpedeó en 1978 una coalición ya en marcha entre el PCI y los demócratas cristianos de Andreotti.

El «Compromesso storico» (compromiso histórico) ya es una idea central en el pensamiento político de Berlinguer cuando la película comienza en 1973 con su visita a Zhivkov en Bulgaria. Tras un accidente de coche en la autopista (cerrada), que tal vez fue un intento de asesinato por parte de los servicios secretos búlgaros por encargo del KGB, escribe algunos de sus textos programáticos en el hospital de Sofía.

La gran ambición establece rápidamente un paralelismo con el golpe militar contra Salvador Allende en Chile, apoyado por Estados Unidos, ese mismo año. En general, la Guerra Fría es un elemento recurrente a lo largo de toda la película, lo que permite comprender mejor el significado real de los intentos de Berlinguer por reducir la dependencia del PCI de los pagos y los servicios de (des)información soviéticos.

Se trata de evitar lo que ocurrió en Chile, explica Berlinguer en una ocasión. Se refiere a la intervención de Estados Unidos en la política soberana de su país. Es interesante un detalle de la lucha cultural política en Italia, que presenta un claro paralelismo con la lucha por el derecho al aborto en Estados Unidos en los últimos años: el referéndum sobre el divorcio, que (involuntariamente) convirtió al Estado, anteriormente dominado por la Iglesia, en un Estado laico.

El guion del propio director Andrea Segre está construido cronológicamente apoyándose en archivos, documentos de prensa y testimonios consultados, para junto a imágenes de medios de comunicación desarrollar la trama tratando de ser lo más fiel posible a los hechos históricos con una narración fluida.

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La dimensión pública y privada

La reconstrucción narrativa de Andrea Segre y Marco Pettenello se mueve entre la dimensión pública y la privada, entre la reconstrucción precisa, a veces incluso didáctica, de las dinámicas políticas e históricas y la libertad de la invención dramatúrgica, que quiere sugerir las infinitas dimensiones del personaje. De cualquier personaje. Pero, en cualquier caso, la intención no es señalar la contradicción o un posible punto de ruptura.

A pesar de los conflictos internos, las dudas, las ansiedades y los miedos, el Berlinguer de Andrea Segre es un hombre recto y con la espalda erguida, un ejemplo de proximidad, si no de coincidencia, entre la idea y la realidad. Ciertamente, en esta dirección, el riesgo es el de la hagiografía y la celebración. Sin embargo, aunque las escenas familiares adolecen de ser algunas forzadas, la figura sigue siendo humana, muy humana, gracias también a la interpretación magistral de Elio Germano, que trata de acentuar cada gesto y reacción, incluso cada pequeño movimiento de nerviosismo.

La parte más cálida y vibrante de La gran ambición no se encuentra en los interiores de la casa, ni en las salas de Botteghe Oscure o del Parlamento, donde el ambiente se vuelve plomizo y el abismo de lo grotesco está siempre a un paso. Se encuentra en las escenas "callejeras", en los momentos de militancia activa, en los encuentros con los obreros y las obreras, con los trabajadores y la gente de los suburbios. Está en la energía de la cabeza y el corazón de los mítines, en alimentarse de la raíz popular de la lucha, en la rabia y en la "fiesta colectiva". Es sobre todo aquí donde nos damos cuenta del extraordinario trabajo de archivo.

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Conclusión de 'La gran ambición'

La gran ambición, buen título para todas las personas que deseen conocer o recordar los años convulsos de la política italiana entre 1973 y 1978, que estuvo a punto de cristalizar en un gobierno de alianza entre el Partido Comunista y la Democracia Cristiana. La fotografía de Benoit Dervaux es oscura, quizá a propósito para remarcar aquellos años duros llenos de amenazas y sombras en el tablero político de la nación transalpina

La gran ambición desarrolla con fluidez la trama política desde el protagonismo central de Enrico Berlinguer y sus relaciones con los partidos de centro y derecha, así como sus esfuerzos de equilibrio con el eurocomunismo dentro del complejo e inestable tablero político mundial.

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Fernando Gálligo Estévez
El cine, muy especialmente en pantalla grande y en versión original, siempre ha estado conmigo en las distintas ciudades donde he vivido. Estar a un lado y al otro de la pantalla me ha hecho amar el cine. Por eso me gusta ser espectador, actor secundario, figurante, reportero y cronista de cine. Desde los 27 años de edad colaborador de prensa cultural y general aportando, a los distintos temas, siempre mi visión cosmopolita y heterodoxa. He publicado hasta ahora siete libros en cuatro editoriales diferentes, siendo mi séptimo libro "Relatos de Cine", editorial Jákara, Málaga, como homenaje al Séptimo Arte. Web profesional https://tresviernes.com
la-gran-ambicion-critica-pelicula-estreno-cineLa gran ambición, buen título para todas las personas que deseen conocer o recordar los años convulsos de la política italiana entre 1973 y 1978, que estuvo a punto de cristalizar en un gobierno de alianza entre el Partido Comunista y la Democracia Cristiana. La fotografía de Benoit Dervaux es oscura, quizá a propósito para remarcar aquellos años duros llenos de amenazas y sombras en el tablero político de la nación transalpina La gran ambición desarrolla con fluidez la trama política desde el protagonismo central de Enrico Berlinguer y sus relaciones con los partidos de centro y derecha, así como sus esfuerzos de equilibrio con el eurocomunismo dentro del complejo e inestable tablero político mundial.

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