La guarida del gusano blanco (1988) es una película menor en la filmografía del excéntrico Ken Russell (Puta), lo que como mínimo significa una película interesante para el resto del mortales. Para más alicientes, cuenta con la interpretación de un jovencísimo Hugh Grant. ¿Y qué más podemos pedir? Pues satanismo y vampirismo unido, en la que supuso la adaptación cinematográfica de la última novela de Bram Stoker, la cual trata la leyenda inglesa del gusano de Lambton.



La guarida del gusano blanco película

Crítica de 'La guarida del gusano blanco'

Ficha Técnica

Título: La guarida del gusano blanco
Título original: The Lair of the White Worm

Reparto:
Amanda Donohoe (Lady Sylvia Marsh)
Hugh Grant (Lord James D'Ampton)
Catherine Oxenberg (Eve Trent)
Sammi Davis (Mary Trent)
Peter Capaldi (Angus Flint)
Stratford Johns (Peters)
Christopher Gable (Joe Trent)
Paul Brooke (P.C. Erny)
Gina McKee (Enfermera Gladwell)
Caron Anne Kelly (Maid)
Lloyd Peters (Jesucristo)
Tina Shaw (Sirvienta / Monja)
Caroline Pope (Sirvienta / Monja)

Año: 1988
Duración: 99 min.
País: Reino Unido
Director: Ken Russell
Guion: Ken Russell. Novela: Bram Stoker
Fotografía: Dick Bush
Música: Stanislas Syrewicz
Género: Terror. Comedia
Distribuidor:

Filmaffinity

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Tráiler de 'La guarida del gusano blanco'

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Sinopsis

En un recóndito lugar del norte de Inglaterra, el joven arqueólogo Angus Flint desentierra una calavera misteriosa que le causará infinidad de problemas, ya que resultará ser de una serpiente mitológica. (Filmin)

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A Ken Russell le da igual todo

Al cineasta británico le da igual todo. Y lo podríamos decir de otra manera menos suave, pero la realidad es que La guarida del gusano blanco es una película en la que la marca Ken Russell se encuentra en cada fotograma. Tenemos una película que sin pudor se adentra en la comedia de terror vista desde un punto de vista más refinado, más británico, pero pasando a la vez por la psicodelia más hippie posible.

La guarida del gusano blanco, vagamente nos presenta una leyenda local británica de un pueblo rural, en la que se cuenta que un caballero hace siglos derrotó a un gusano gigante (tampoco queda claro si es eso o un dragón), motivo por el cual se festeja una fiesta en la cuál participan nuestros protagonistas, uno de ellos el mismismo Hugh Grant, que interpreta precisamente al heredero del caballero. Sin embargo, no todo anda bien en dicha localidad, porque pronto volverá a instaurarse el mal.

La guarida del gusano blanco película
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El diablo, San Jorge y el cristianismo

Entre diferentes secuencias psicodélicas, se pueden entrever retazos del discurso principal de Ken Russell. La maldad, encarnada por Amanda Donohoe adopta las numerosas formas que el diablo ha tenido a lo largo de la humanidad, desde la serpiente hasta el dragón (recordemos a San Jorge, como el cuadro de Paolo Ucello que se menciona visualmente en la película) pasando por la polémica figura de la mujer con un apetito sexual voraz. Esta forma de femineidad, parecida a la de Lilith, es la que capitaliza toda la imaginería sobre la que versa La guarida del gusano blanco. Las secuencias en las que actúa como una femme fatale son deslumbrantes, mezclando el cliché de la mujer fatal del cine negro con la literatura vampírica. Gran parte de la magia de la película también residen en saber jugar con el misterio que representa este personaje.

La guarida del gusano blanco película
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Visiones alucinadas

La guarida del gusano blanco tiene numerosos detalles de genialidad, solo propios de Ken Russell. Eso sí, hay que advertir que la mezcla de comedia, horror, violencia y significados religiosos pueden ocasionar indigestión a más de uno. Entre las secuencias más destacables nos encontramos con esas visiones que tienen los protagonistas y que les transporta a un mundo de pesadillas. Secuencias hechas con un muy primitivo sistema digital que a la vez mezcla la imaginería propia del director (Cristo siendo crucificado mientras es devorado por una serpiente y a la vez unas monjas violadas por soldados romanos), que en definitiva, seguía siendo el enfant terrible del cine británico.

Quizá La guarida del gusano blanco no alcanza la perfección por la propia idiosincrasia del filme. Al tratarse de una comedia de terror, Russell abandona el guion en pos de sus propios delirios, lo que acaba lastrando una estructura que en realidad carece de sentido alguno, más allá de ver la siguiente locura que presenta el cineasta.

The Lair of the White Worm
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Conclusión de 'La guarida del gusano blanco'

La guarida del gusano blanco no es magnífica y a más de uno le puede parecer una obra infame. Lo cierto es que Ken Russell es un director polarizante y esta es una de esas obras que o amas o odias. En todo caso, para los amantes del cine más excéntrico, se trata de una parada obligatoria.

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