La dupla compuesta por Javier Ambrossi y Javier Calvo, más conocidos como Los Javis, presentaba en el pasado Festival de Cine de San Sebastián su nueva obra, La Mesías.
Se trata de una serie parcialmente basada en el grupo de música pop Flos Mariae, formado por siete hermanas y dirigido por la madre de todas ellas. Pero va mucho más allá de la propuesta kitsch de esta banda religiosa y se adentra en temas tan trascendentales como la familia, la identidad propia, la madurez, las figuras de poder, el trauma y la búsqueda personal. Se estrena en Movistar Plus+ a partir del 11 de octubre de 2023.
Crítica de 'La Mesías'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La Mesías
Título original: La Mesías
Reparto:
Macarena García
Roger Casamajor
Lola Dueñas
Carmen Machi
Ana Rujas
Albert Pla (Pep)
Amaia Romero
Nora Navas (Vicky)
Cecilia Roth (Alicia)
Gracia Olayo
Betsy Túrnez
Mari Paz Sayago
Aixa Villagrán
Año: 2023
Duración: 60 min.
País: España
Director: Los Javis (Creador), Javier Ambrossi (Creador), Javier Calvo (Creador), Los Javis, Javier Ambrossi, Javier Calvo
Guion: Los Javis, Javier Ambrossi, Javier Calvo, Carmen Jiménez
Fotografía: Gris Jordana
Música: Raül Refree, Hidrogenesse
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: Movistar Plus+
Tráiler de 'La Mesías'
Sinopsis
El vídeo viral de un grupo de música pop cristiana compuesto por varias hermanas impacta en la vida de Enric, un hombre atormentado por una infancia marcada por el fanatismo religioso y el yugo de una madre con delirios mesiánicos. (Movistar Plus+)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Conviértete y cree en el evangelio
Ya conocidos por éxitos como La Llamada, Paquita Salas o La Veneno, Los Javis se abren en canal para proporcionarnos una versión mucho más oscura y profunda de su arte. Con La Mesías se adentran en un género que navega entre el thriller y el drama, aunque también muestra tintes de ciencia ficción, sin dejar de lado su característico humor.
La religión parece ser un tema recurrente en la filmografía de los directores. En La Llamada hicieron una primera incursión en el tema, pero es en esta nueva serie donde mostrarán todo su potencial. El cristianismo es un tema profundamente arraigado a las costumbres españolas, véase por ejemplo la importancia de la Semana Santa en todo el territorio. Tanto que, en realidad, a todos y todas nos ha afectado de una manera u otra. Es algo con lo que hemos crecido y con lo que envejeceremos, bien sea teniéndolo de frente o de fondo. Por tanto, resulta de lo más interesante poder ver una obra que indaga no solo en los peligros de la religión per se, sino en los del fanatismo y la idolatría. En lo peligroso que puede ser aferrarse a algo cuando es lo único que se tiene.
Es por ello que resulta imposible no destacar el personaje de Monserrat. Comenzando por los primeros capítulos, se presenta como una mujer fuerte e independiente que busca lo mejor para sus hijos. Pronto nos daremos cuenta de que, en realidad, está tan asustada como perdida. Sin poder confiar en su propia familia y adentrándose en mundillos nada beneficiosos para nadie, acaba desarrollando una personalidad brusca, cambiante y egoísta. Se pasa la mitad de la serie buscando un hombre, un padre para sus hijos, un punto de apoyo y salvación para sí misma. Aquí es donde entraría Pep, pero en realidad ese puesto lo ocupa Dios. Cuando nadie creía en ella, pone toda su fe en el Señor. Y este le recompensa.
El personaje de Monse está repleto de claroscuros y matices que lo profundizan y lo hacen más realista, más humano. Pero no es el único papel con una intensidad yacente. Sus dos primeros hijos, Irene y Enric, también están representados con una escala de diferentes tonalidades que enriquecen el visionado. No son solo dos adultos dolidos, posiblemente traumatizados. También son dos adultos que navegan entre las complicadas aguas de la hermandad. Se quieren, pero su relación supone la obligación de recordar aquello que más les duele. Dos adultos buscando sobrevivir en un mundo que ni entienden ni les entiende. En cierto modo, es un tema que consigue recordar a esas heridas abiertas que supone el conflicto familiar cuando eres una persona LGTB. Tener que salir del hogar, de lo conocido, para abrirte paso en un mundo hambriento y frenético del que no tienes ni idea de cómo funciona.
La familia es uno de los puntos más fuertes sobre los que se sustenta La Mesías. El otro es la religión. Y ambos se utilizan para hablar de muchas otras cosas.
En La Mesías encontramos a un reparto que da todo de sí para que no solo te creas la historia, sino para que la vivas como si fuera tuya propia.
Desde la sobresaliente Ana Rujas, pasando por una increíble Lola Dueñas y una magnífica Carmen Machi. Las tres Monses, las tres madres, las tres Mesías. Son un pilar fundamental para que la serie fluya y se corone. Roger Casamajor y Macarena García también están espléndidos, captando la vida llena de altibajos de dos personas adultas con un pasado demasiado complicado.
Así como todo el reparto de niños, niñas y adolescentes que forman la familia Puig Varó. Las escenas con la familia al completo, especialmente las grabadas por la cámara que consigue Enric, son una experiencia al completo por sí mismas. Son nostalgia y pena, lo entrañable y lo perverso al mismo tiempo. Son muchos los directores que han hablado de lo complicado que es rodar con niños. No sé cómo habrá sido la experiencia de Los Javis, pero sin lugar a dudas cualquier dolor de cabeza merece la pena si el resultado es mínimamente parecido al que han conseguido en La Mesías.
Me parece muy importante recalcar el extraordinario trabajo de todo el reparto al completo. Se han entregado en cuerpo y alma a un papel, a una obra, porque confiaban en su éxito. Un acto de fe que ha culminado en una experiencia casi milagrosa por el potencial y la profesionalidad demostrada.
Dios está aquí
La fotografía en la serie está a la altura del resto de apartados. Plagada de referencias religiosas y escenas con un color y una iluminación perfecta, supone la constatación de un salto de calidad brutal. Y no es que las obras predecesoras tengan un apartado técnico más pobre, sino que el de La Mesías es apabullante.
La mezcla de diferentes ritmos dependiendo del capítulo y del punto de la historia que se está contando es de lo más interesante, así como las secuencias de montaje, que también son de lo más variadas.
La escena de la rave en la que se adentra la pareja de hermanos, con la consecuente superposición de imágenes cristianas junto a Irene, drogada, con los tonos azules de las luces de la fiesta y la cadencia frenética de la música. Increíble.
Asimismo, la banda sonora es muy llamativa. Se combinan las canciones del grupo de hermanas, Stella Maris, con composiciones propias y versiones de cantos religiosos. Resulta interesante, también, la combinación de épocas y ambientes y la destreza con la que se consiguen diferenciar sin dejar lugar a ambigüedades ni anacronismos.
Conclusión de 'La Mesías'
Esta obra audiovisual que sabe a gloria nos muestra todo de lo que son capaces Los Javis. Su imaginario y su estética, sus inquietudes y su necesidad de hacernos comprender sus pensamientos y experiencias.
Sin lugar a dudas La Mesías es una experiencia religiosa, y también bastante terapéutica. Una incesante búsqueda de la identidad personal a través del fanatismo cristiano y los delirios de poder.
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