La vida fuera, explora la vida de Goliarda Sapienza, una escritora italiana que se encuentra en la cárcel por robar joyas. Dirigida por Mario Martone (Nostalgia, Aquí me río yo), la película sigue la historia de Goliarda, interpretada por Valeria Golino, mientras se enfrenta a su pasado y a sus propias contradicciones en un intento por encontrar la libertad y la felicidad. Con un estilo visual poético y una actuación destacada, La vida fuera es una reflexión profunda sobre la identidad, el deseo y la búsqueda de la autenticidad. Se estrenó mundialmente en la Sección Oficial del Festival de Cannes, y en España, tuvo su premiere mundial en la Sección Oficial del Festival de Cine Europeo de Sevilla. Estreno el 12 de diciembre de 2025 en salas de cine españolas.
Crítica de 'La vida fuera'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La vida fuera
Título original: Fuori
Reparto:
Valeria Golino (Goliarda Sapienza)
Matilda De Angelis (Roberta)
Elodie (Barbara)
Corrado Fortuna (Angelo)
Daphne Scoccia (James Dean)
Antonio Gerardi (Albert)
Luisa De Santis (Trasteverina)
Carolina Rosi (Amigo robada)
Francesco Gheghi (Camarero)
Francesco Siciliano (Editor)
Sonia Zhou Fenxia (Suzie Wong)
Ondina Quadri (Guardia)
Paola Pace (Pizzi)
Año: 2025
Duración: 114 min.
País: Italia
Director: Mario Martone
Guion: Ippolita Di Majo, Mario Martone. Novela: Goliarda Sapienza
Fotografía: Paolo Carnera
Música: Valerio Vigliar
Género: Drama. Amistad
Distribuidor: Avalon Distribución Audiovisual
Tráiler de 'La vida fuera'
Sinopsis
Una escritora acaba en prisión por un acto loco e inesperado, donde se reúne con unas jóvenes reclusas. Una vez fuera, la escritora y las otras mujeres mantienen su amistad, un auténtico vínculo que nadie más podrá entender. (Avalon Distribución Audiovisual)
Dónde se puede ver la película en streaming
Escribir y ser libre
La vida fuera propone una tesis clara, fuera de los márgenes, fuera del éxito, y fuera de la vida ordenada, también hay vida, y a veces una más verdadera. Sin embargo, esta idea, que en manos de un guion vibrante podría haber sido explosiva, aquí se queda en ocasiones a medio camino, atrapada entre el retrato íntimo y un desarrollo algo disperso.
Se toma su tiempo para explorar los micro vínculos, mostrando cómo la amistad puede surgir en los entornos más hostiles, y cómo la creatividad puede reaparecer cuando se observa la realidad sin prejuicios.
La contradicción del recogimiento
Mario Martone apuesta por una puesta en escena sobria, casi silenciosa, que sigue a la protagonista con respeto y distancia. Su dirección se caracteriza por un tempo lento, reflexivo, que busca transmitir el proceso interior de Goliarda más que narrar acontecimientos externos. Esta decisión le da a La vida fuera una textura de diario íntimo, pero también puede generar cierta desconexión emocional.
Martone parece querer preservar la dignidad del personaje evitando dramatismos excesivos, pero esta misma contención hace que algunas escenas que deberían resonar con fuerza lo hagan con un volumen demasiado bajo. Es una dirección delicada, pero irregular, que brilla en los momentos más íntimos y se diluye en el tramo final, donde el vínculo entre Goliarda y Roberta pide un pulso más firme.
Confesiones de verano
Valeria Golino, que interpreta a Goliarda, ofrece una interpretación introspectiva, frágil, que consigue transmitir el peso de la desilusión sin necesidad de grandes estallidos emocionales. Su lenguaje corporal, encorvada, cansada, pero con destellos de luz, construye un personaje que parece renacer poco a poco.
Matilda De Angelis, por su parte, aporta el contrapunto ideal, fuerza, desobediencia, una convicción casi salvaje. Su presencia en pantalla es magnética, y cada una de sus frases parece arrastrar un doble fondo político y emocional. La química entre ambas actrices es creíble y sostiene los mejores momentos del filme.
Paisajes romanos
La fotografía apuesta por tonos apagados, como si reflejara la falta de esperanza inicial de la protagonista, a medida que avanza la trama, la luz se abre paso, aunque sin excesos. El sonido, por su parte, es sobrio y discreto, acompañando el tono general de La vida fuera. No obstante, el montaje es quizá el elemento más débil, hay momentos en los que el ritmo se vuelve irregular, lo que afecta a la conexión emocional del espectador.
Conclusión de 'La vida fuera'
La vida fuera tiene todos los ingredientes para ser una película de gran potencia emocional y vital, pero termina ofreciendo una experiencia irregular. Sus mejores partes son conmovedoras y honestas, otras, sin embargo, quedan desdibujadas por un ritmo disperso y una dirección que apuesta por la contención incluso cuando el material pide más intensidad.
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