La voz de Hind es una película dramática semi documental que explora la trágica historia de Hind Rajab, una niña palestina de 6 años que quedó atrapada en un coche bajo fuego israelí en Gaza. Dirigida por Kaouther Ben Hania, la cinta sigue a los voluntarios del Centro de Emergencia de la Media Luna Roja que intentaron rescatar a Hind, utilizando las grabaciones reales de las llamadas telefónicas entre la niña y los voluntarios.
La voz de Hind es una reflexión sobre la humanidad, la supervivencia y la lucha por la justicia en un contexto de conflicto y opresión. Celebró su presentación mundial en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Venecia, donde fue recibida con una gran ovación récord de más de 23 minutos y se alzó con el León de Plata - Gran Premio del Jurado del certamen. Estrenada el 28 de noviembre de 2025 en salas de cine españolas.
Crítica de 'La voz de Hind'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La voz de Hind
Título original: Sawt al-Hind Rajab / The Voice of Hind Rajab
Reparto:
Motaz Malhees (Omar A. Alqam)
Saja Kilani (Rana Hassan Faqih)
Amer Hlehel (Mahdi M. Aljamal)
Clara Khoury (Nisreen Jeries Qawas)
Año: 2025
Duración: 89 min.
País: Túnez
Director: Kaouther Ben Hania
Guion: Kaouther Ben Hania
Fotografía: Juan Sarmiento G.
Música: Amin Bouhafa
Género: Drama
Distribuidor: Caramel Films España
Tráiler de 'La voz de Hind'
Sinopsis
29 de enero de 2024. Los voluntarios de la Media Luna Roja reciben una llamada de emergencia. Una niña de 6 años está atrapada en un coche bajo fuego en Gaza, suplicando ser rescatada. Mientras intentan mantenerla en la línea, hacen todo lo posible por enviarle una ambulancia. Su nombre, Hind Rajab. (Caramel Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
29 de enero de 2024
El 29 de enero de 2024, las fuerzas israelíes ocuparon la parte occidental de la ciudad de Gaza y ordenaron a la población que abandonara el lugar. El Comité de la Media Luna Roja Palestina recibió una llamada de socorro sin precedentes. Al otro lado de la línea estaba Hind Rajab, de seis años, atrapada en un coche en Gaza después de que el fuego de un tanque israelí matara a su familia. Durante más de una hora, suplicó desesperadamente, con su débil voz por el miedo y el agotamiento: Por favor, vengan a buscarme, hay disparos.
Los trabajadores humanitarios lo intentaron todo: palabras de consuelo, promesas de rescate, el envío de una ambulancia. Pero la ambulancia fue destruida antes de llegar, y los dos paramédicos también murieron. Más tarde, los investigadores contaron 355 impactos de bala en el coche de la familia de Hind. A las 19:30, su voz se apagó. Fragmentos de estas llamadas se difundieron por Internet y se convirtieron en uno de los testimonios más conmovedores de la guerra en Gaza, escuchados en todo el mundo y, sin embargo, sin respuesta.
Espacio reducido
La directora tunecina Kaouther Ben Hania (Las cuatro hijas, El hombre que vendió su piel), cuyo cine siempre se mueve entre el documental y el largometraje, ha transformado esta tragedia en La voz de Hind Rajab, un largometraje de 89 minutos que es a la vez un testimonio y un homenaje. El texto inicial que aparece antes de que empiece la trama deja claras las intenciones. Es una dramatización basada en hechos reales sobre las llamadas de emergencia que se grabaron ese día. Las voces telefónicas que se oyen en la cinta son las originales de aquel fatídico día. La advertencia es escalofriante, pero la realidad que sigue es aún más implacable. En todo caso, La voz de Hind incluso minimiza lo que debió de ser realmente inconmensurable.
La voz de Hind se desarrolla casi en su totalidad en la sala de control de la Media Luna Roja Palestina, meticulosamente reconstruida. Actores palestinos interpretan a los paramédicos, pero el corazón de la película es la voz real de Hind, preservada de la grabación original de 70 minutos. No se suaviza nada: se conservan los ruidos, las distorsiones y las pausas, en las que el silencio mismo parece un grito. Ben Hania utiliza el sonido como un elemento cinematográfico independiente: transmite el pánico, el miedo y la impotencia absoluta, mientras la cámara se mantiene cerca de los rostros de los paramédicos. Cada espasmo, cada lágrima contenida, cada momento de shock se hace visible. Los actores son profesionales, entrenados para controlar su voz, pero ningún entrenamiento puede prepararlos para escuchar la voz real de un niño que suplica por su vida.
Tensión e impotencia
La dirección de Kaouther Ben Hania es discreta, casi minimalista, pero genera una intensa sensación de urgencia e impotencia a la vez. Los largos planos hacen que el tiempo parezca dilatarse, el montaje evita distracciones y refuerza la sensación de desesperanza. Durante gran parte de la película, Hind solo es visible como una silueta o una foto borrosa. De repente, unas imágenes de archivo la muestran sonriente, despreocupada, como cualquier niña de su edad. Ese momento es impactante. La voz antes sin rostro se convierte en una persona, en una niña con un futuro que ha sido brutalmente interrumpido. Es un punto de inflexión cinematográfico, un momento en el que el público siente la tragedia a un nivel existencial.
La tensión en La voz de Hind es similar a la de un thriller, pero sin posibilidad de escape ni resolución. Cada segundo cuenta, cada respiro sumerge al espectador más profundamente en la desesperación. La luz y las sombras desempeñan un papel fundamental: la luz del atardecer que entra por las ventanas simboliza el paso inexorable del tiempo y la tragedia inminente. A diferencia de los thrillers clásicos, no hay catarsis, solo silencio que resuena. Especialmente impresionante es la escena en la que los paramédicos intentan calmar a Hind. Le dicen que respire, que piense en las flores, en lo que se siente al correr descalza, en lo tranquilas que son las olas en la playa. Hind deseaba que la guerra terminara para poder volver a la playa. Nunca lo hizo.
Conclusión de 'La voz de Hind'
La fuerza cinematográfica de La voz de Hind reside en la combinación de sonido, espacio, actuación, luz y montaje. Ben Hania renuncia a la música sentimental o a los efectos dramáticos. La tensión surge de la reducción y la concentración de lo esencial. La voz de Hind resuena en las pantallas de cine de todo el mundo. Pero la amarga verdad persiste: Hind nunca debió necesitar el cine para ser escuchada.
Reportaje de La voz de Hind en Días de Cine TVE
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM
